Tres maneras de hacer ejercicio en casa sin morir de aburrimiento ni montarte un gimnasio
Las barreras para hacer deporte en casa son infinitas, pero no invencibles. Probamos tres propuestas tecnol¨®gicas para la batalla contra el sedentarismo
El argumento de que el deporte es bueno para la salud es dif¨ªcil de negar a estas alturas. Pero su contundencia palidece ante la lista de razones que el ser humano medio es capaz de producir para no ponerse a ello. No tengo gimnasios cerca. Los tengo, pero no puedo pagarlos. No me gusta hacer deporte entre desconocidos. Una vez fui a uno para apuntarme y solo volv¨ª para darme de baja. Tengo mucho que hacer. No me gusta salir a correr. Me aburro. No s¨¦ montar en bici. Si a?adimos el coronavirus al c¨®ctel, los cantos de sirena del sof¨¢ se vuelven ensordecedores.
Sin embargo, bajo la gruesa capa de excusas que nos separa de incorporar rutinas m¨¢s saludables permanece la verdad: la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) recomienda de 100 a 300 minutos de actividad f¨ªsica de intensidad moderada o vigorosa para todos los adultos. En este contexto, eliminar la necesidad de salir de casa puede debilitar algunos de los argumentos. Repasamos tres alternativas que, con la mediaci¨®n de un poquito de tecnolog¨ªa nos pueden ayudar a vencer al sedentarismo.
Con el m¨®vil
¡°Pero no quiero montarme un gimnasio en casa¡±, dir¨¢, en un ¨²ltimo y desesperado intento por seguir pegado al sof¨¢ como vistiera un traje de velcro. Ni falta que hace. En aplicaciones como Adidas Training. Encontramos series de ejercicios guiados con niveles de dificultad ajustables y sin meter un solo trasto en el hogar. Y, si nos quedamos con la versi¨®n gratuita, sin pagar un solo euro (aunque nuestras extremidades nos agradecer¨¢n que invirtamos 20 euros en una esterilla que las proteja del suelo).
Contar con la posibilidad de ajustar la duraci¨®n de los entrenamientos exactamente al tiempo que tenemos es una ventaja impagable en este modelo. No hay que contar con traslados ni preocuparnos por ir vestidos con nuestras peores galas. Basta seleccionar los grupos musculares que queremos trabajar, establecer el tiempo y ponerse a cumplir los designios de la OMS.
Con el tiempo, empieza a echarse en falta algo de compa?¨ªa o quiz¨¢s alg¨²n elemento interactivo en la aplicaci¨®n. Adem¨¢s, las sesiones con esta aplicaci¨®n pueden volverse un poco m¨¢s mon¨®tonas. Pero el cat¨¢logo de m¨¢s de 300 ejercicios da margen para que la novedad se convierta en h¨¢bito. Tambi¨¦n est¨¢ disponible una versi¨®n premium con m¨¢s planes de entrenamiento por 50 euros al a?o (o, para indecisos, 10 al mes).
Con un trozo de madera
¡°Vale, pero me aburro y cada serie se me hace eterna¡±. Una empresa emergente alemana se ha propuesto solucionar su problema, al menos en lo que a las planchas se refiere. Este ejercicio, consistente en sostener todo el peso del cuerpo apoyando ¨²nicamente los pies y los antebrazos o manos, como en una flexi¨®n, tiene tanta reputaci¨®n de efectivo como de insufrible. Pero hay esperanza.
Si tienes un m¨®vil con aceler¨®metro ¨Cque en los tiempos que corren tiene el mismo m¨¦rito que respirar¨C, tienes un nuevo universo de planchas a tu alcance. Plankpad es literalmente un trozo de madera que se balancea hacia los lados o, en la jerga deportiva, una tabla de equilibrio. Por un lado, la inestabilidad obliga a los m¨²sculos a hacer un esfuerzo extra. Por otro, una aplicaci¨®n m¨®vil compatible con Android e iOS convierte el ejercicio en parte de minijuegos similares al Pong o el Space Invaders en los que los controles exigen inclinarse a uno u otro costado. ?Es un trasto? S¨ª, pero uno est¨¦ticamente agradable que cabe debajo del sof¨¢. ?Es caro? S¨ª y no. Cuesta unos no desde?ables 99 euros, pero es mucho m¨¢s asequible que otras tablas de equilibrio interactivas e infinitamente m¨¢s entretenido que la alternativa anal¨®gica.
Adem¨¢s de los minijuegos, la app ofrece tablas de ejercicios de hasta cuatro minutos en los que las planchas se combinan con distintos movimientos de extremidades y Plankpad mide que no nos pasemos con el balanceo. Y para los que necesitan ir poco a poco, hay un reto de treinta d¨ªas que incrementa progresivamente la duraci¨®n de los ejercicios. Agujetas garantizadas.
Con la consola
¡°Necesito algo m¨¢s que planchas y pong¡±. Es comprensible. Pese a lo novedoso del Plankpad, la combinaci¨®n de ejercicios y juegos es por ahora bastante limitada. Aunque la empresa afirma estar trabajando en nuevas propuestas y ya incluye ejercicios de equilibrio que requieren estar de pie sobre la tabla, por ahora cuesta dedicar alargar las sesiones con Plankpad.
Para quienes disfruten con el aspecto l¨²dico y tengan una Nintendo Switch o est¨¦n dispuestos a invertir los m¨¢s de 300 euros que cuesta una, una inversi¨®n de 75 euros m¨¢s les dar¨¢ acceso al Ring Fit Adventure. Este videojuego va acompa?ado por un aro y una cinta en los que se encajan los mandos de la consola para que pueda seguir nuestros movimientos. ?Qu¨¦ movimientos? Todos los que pueda imaginar. Del movimiento del jugador depende el su avatar. En funci¨®n de las necesidades tendr¨¢ que correr levantando m¨¢s o menos las rodillas, hacer sentadillas, abdominales, ejercicios con los brazos¡ Todo con la gu¨ªa del juego y perfectamente integrado en una aventura que casi ?¨Clos milagros no existen?¨C es preferible al sof¨¢.
El inconveniente de esta modalidad es que las sesiones se alargan un poco m¨¢s que lo que exigir¨ªa hacer lo mismo, por ejemplo, en Adidas Training. Para esos d¨ªas de poco tiempo libre, Ring Fit Adventure incorpora tambi¨¦n tablas de ejercicios que se pueden hacer fuera de la historia central del juego. M¨¢s eficiencia, menos entretenimiento.
Por supuesto, seguir¨¢n quedando excusas. Pero la guerra contra el sedentarismo se gana en peque?as batallas. ¡°Cada movimiento cuenta, especialmente ahora que estamos haciendo frente a las limitaciones derivadas de la pandemia de covid-19. Todos debemos movernos cada d¨ªa, de forma segura y creativa¡±, insist¨ªa Redros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS en un comunicado emitido a finales del a?o pasado.
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