Jugar al ¡®Pacman¡¯ o el ¡®Space Invaders¡¯ en m¨¢quinas de arcade no es cosa del pasado
Crecen los esfuerzos por preservar estas joyas tecnol¨®gicas, consideradas patrimonio cultural, y poner en valor el componente social de los salones recreativos
Que no se puede viajar en el tiempo es un decir. No existe un dispositivo como tal que nos permita teletransportarnos a otras ¨¦pocas, pero s¨ª espacios en los que volver a ser ese ni?o, adolescente o joven que, con unos amigos y unas cuantas monedas, echaba la tarde jugando a m¨¢quinas de arcade en los salones de juegos recreativos. Uno de estos nost¨¢lgicos lugares se encuentra en Dos Hermanas (Sevilla). Arcade Planet es precisamente la idea de seis amigos cuarentones y coleccionistas de videojuegos que un d¨ªa decidieron empezar a buscar estas m¨¢quinas por Espa?a para repararlas. ¡°Nos juntamos con 10, luego con 20¡ y as¨ª, de repente, ten¨ªamos m¨¢s de 100, pero no quer¨ªamos que se quedaran en una nave guardadas¡±, cuenta uno de ellos, Juan Diego Peri¨¢?ez.
Arcade Planet, una sala recreativa de 600 metros cuadrados, abri¨® al p¨²blico en 2015 y hoy alberga m¨¢s de 200 arcades originales (aunque en total tienen m¨¢s de 400) a los que se puede jugar de manera ilimitada durante cuatro horas por 10 euros la entrada. No solo cuentan con m¨¢quinas cl¨¢sicas de los a?os 70 con juegos como Pacman, Space Invaders o Asteroids, sino tambi¨¦n con algunos de los ¨²ltimos modelos del mercado que a¨²n se fabrican en pa¨ªses como Jap¨®n.
En estos tiempos de videoconsolas de ¨²ltima generaci¨®n, videojuegos de mundo abierto y juego en l¨ªnea, los amantes de las m¨¢quinas de arcade trabajan para preservar el patrimonio cultural y popularizar de nuevo las salas recreativas. ¡°No es lo mismo jugar t¨² solo en casa aunque est¨¦s conectado, que jugar contra alguien que est¨¢ a tu lado. O simplemente ver jugar a otros es m¨¢s divertido cuando est¨¢s con ellos. El componente social de las salas recreativas es muy importante y con la pandemia nos hemos dado cuenta de que necesitamos eso, vernos. Esto tambi¨¦n se est¨¢ potenciando con los torneos en vivo de eSports¡±, explica Carlos Martos, un ingeniero industrial que aspira a crear el museo del recreativo m¨¢s grande del mundo en Ja¨¦n, que albergar¨ªa m¨¢s de 1.200 m¨¢quinas de arcade y pinball.
De momento, el Museo del Recreativo es un museo online que contiene informaci¨®n sobre el mundo del arcade y el videojuego en general: desde una biblioteca con manuales de montaje y discos de instalaci¨®n, hasta bases de datos de fabricantes y, por supuesto, toda la colecci¨®n de m¨¢quinas y otros productos relacionados con el videojuego. Todo este patrimonio se suma a lo que ya alberga el Museo del Videojuego creado por la asociaci¨®n Arcade Vintage en Ibi hace dos a?os y al cat¨¢logo de videojuegos espa?oles de la Biblioteca Nacional.
Algunas de estas m¨¢quinas de arcade originales que son propiedad del Museo del Recreativo han vuelto a ser utilizadas por los usuarios en el centro comercial ABC Serrano, de Madrid. Desde el verano, esta sala recreativa ha contribuido a incrementar la afluencia de p¨²blico en el centro comercial. ¡°Tanto es as¨ª que ya estamos buscando un local m¨¢s grande dentro del mismo espacio para incorporar m¨¢s m¨¢quinas¡±, cuenta Martos. Lejos de lo cabr¨ªa esperar, el p¨²blico que acude a estos salones recreativos no es solo de adultos que jugaron a estas m¨¢quinas en su infancia y juventud. ¡°Te sorprender¨ªa ver la cantidad de ni?os y adolescentes que vienen a jugar tambi¨¦n¡±, a?ade el fundador del Museo del Recreativo.
Tambi¨¦n en la capital se encuentra otro espacio donde poder disfrutar de los videojuegos arcade. Next Level Arcade Bar cuenta con m¨¢quinas originales y otras de multijuegos con cl¨¢sicos de los 80 y 90 como Street Fighter 2, Tetris, Crazy Taxi, o Metal Slug, y rarezas como la Hyper Bishi Bashi Champ en su mueble dedicado. Como cuentan sus fundadores, Daniel L¨®pez y Miguel ?ngel Jim¨¦nez, al reclamo de las m¨¢quinas de arcade, se suma su est¨¦tica retro y su m¨²sica alternativa, que han conseguido popularizar este bar entre todas las edades (a partir de la mayor¨ªa de edad debido a su licencia).
Joyas de colecci¨®n dific¨ªles de encontrar
Encontrar m¨¢quinas de arcade originales en la actualidad requiere de una gran labor de investigaci¨®n, como explica Juan Diego Peri¨¢?ez, de Arcade Planet, ¡°sobre todo en Espa?a, donde antiguamente funcionaban con una licencia administrada por un operador que, cuando ya no ve¨ªa rentabilidad en la m¨¢quina, ten¨ªa la obligaci¨®n de destruirla si quer¨ªa transferir la licencia a otro modelo. A finales de los 90 y principios de los 2000 se empezaron a reemplazar por m¨¢quinas tragaperras¡±. Las llegadas de las videoconsolas aceleraron su desaparici¨®n de los bares y salas recreativas, como cuenta Peri¨¢?ez, adem¨¢s de la entrada del euro en 2002: ¡°No era lo mismo cinco duros que 50 c¨¦ntimos de euro. Ese incremento de precio acab¨® con las m¨¢quinas arcade definitivamente¡±.
Sin embargo, todav¨ªa quedan joyas ocultas por la geograf¨ªa espa?ola. ¡°A veces das con un antiguo operador que tiene 40 m¨¢quinas de arcade que nunca destruy¨® guardadas en una nave desde hace a?os¡±, cuenta Peri¨¢?ez, ¡°y llegamos all¨ª y est¨¢n hechas una pena, tienen hasta nidos de serpientes dentro¡±. Los socios de Arcade Planet las encuentran y reparan, aunque su b¨²squeda no solo se limita a Espa?a, su cat¨¢logo se ampl¨ªa con la adquisici¨®n de modelos de otros pa¨ªses.
Debido a su estado y a veces al desconocimiento del actual propietario, el precio de estos art¨ªculos de colecci¨®n puede variar. ¡°Te pueden hasta pagar por deshacerse de ella, pero lo normal es que oscilen entre los 80 y 100 euros¡±, explica Peri¨¢?ez. Una vez arregladas, su revalorizaci¨®n supera los 1.000 euros, o a veces incluso ¡°no tienen precio¡±, como la m¨¢quina de Pacman firmada por su creador Toru Iwatani que los socios de Arcade Planet tienen entre su colecci¨®n.
Puede parecer que su ¨²nico valor es el econ¨®mico, pero como explica Martos, los videojuegos arcade son apreciados por su potencial pedag¨®gico. ¡°A diferencia del mando de la Playstation y otras videoconsolas que siempre es el mismo, cada m¨¢quina de arcade tiene una configuraci¨®n de botones y joysticks distinta. La adaptaci¨®n a ese tipo de mando contribuye a la plasticidad cerebral¡±, apunta. ¡°Las m¨¢quinas de arcade no deber¨ªan desaparecer porque tienen un tremendo potencial para evitar el deterioro cognitivo, por ejemplo¡±, a?ade. Peri¨¢?ez recuerda tambi¨¦n que estos videojuegos ¡°tienen medida su curva de dificultad, lo que permite que cualquiera pueda jugar e ir completando niveles sin apenas tener instrucciones previas¡±.
Para Martos, los videojuegos son una convergencia entre cultura y tecnolog¨ªa, que hay que preservar. ¡°El videojuego moderno es el resultado de un desarrollo tecnol¨®gico de muchos a?os. Hay que poner en valor ese legado¡±, apunta. ¡°Pero se necesitan m¨¢s recursos para su correcta divulgaci¨®n. Es fundamental conocer c¨®mo ha evolucionado el ser humano y sus formas de entretenimiento con la tecnolog¨ªa como soporte¡±, concluye.
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