Peter Turchin: ¡°Nos espera una ola bastante importante de violencia sociopol¨ªtica, a menos que algo cambie¡±
El investigador de origen ruso, que advirti¨® de la crisis de esta d¨¦cada hace 12 a?os, defiende que su sistema genera ¡°predicciones cient¨ªficas¡± y no profec¨ªas
El investigador Peter Turchin lleva una d¨¦cada luchando contra el apelativo de Nostradamus actual que, una y otra vez, insisten en atribuirle tras haber publicado en Nature, en febrero de 2010: ¡°Es probable que la pr¨®xima d¨¦cada sea un per¨ªodo de creciente inestabilidad en los Estados Unidos y Europa¡±. Pero ¨¦l no ceja en defender que sus afirmaciones son ¡°predicciones cient¨ªficas¡± resultantes de la aplicaci¨®n de la matem¨¢tica a los macrodatos. Asegura que su modelo, que ha bautizado como cliodin¨¢mica (Cl¨ªo por la musa de la Historia y din¨¢mica por la ciencia del cambio), ¡°trata de comprender por qu¨¦ y c¨®mo cambian los sistemas sociales¡±. Almuzara publica ahora en espa?ol Din¨¢micas hist¨®ricas. Por qu¨¦ surgen y caen las civilizaciones y los Estados, el libro en el que sienta las bases de su m¨¦todo y que le lleva a afirmar: ¡°Dadas las tendencias de las principales variables estructurales y demogr¨¢ficas de los ¨²ltimos 40 a?os, nos espera una ola bastante importante de violencia sociopol¨ªtica, a menos que algo cambie¡±.
Turchin naci¨® hace 64 a?os en Obninsk, una ciudad rusa concebida como factor¨ªa de cient¨ªficos y situada a unos 100 kil¨®metros de Mosc¨². Su padre, Valentin Fyodorovich Turchin, fallecido en 2010, fue un f¨ªsico pionero de la inteligencia artificial, y su madre, Tatiana Novikov, muerta ocho a?os despu¨¦s que su esposo, ge¨®loga. La familia se exili¨® en 1978 a Estados Unidos, donde Peter Turchin se apart¨® de su carrera como bi¨®logo especializado en insectos para sentar las bases de su nueva disciplina, cuestionada como especulativa, pero refrendada por los acontecimientos.
Este profesor en la Universidad de Connecticut (EE UU) e investigador asociado de Oxford es tambi¨¦n jefe de grupo en el Complexity Science Hub de Viena, una red para el estudio de sistemas complejos que den sentido y utilidad a los macrodatos, o big data, para la sociedad.
Macrodatos para las grandes cuestiones de la historia
¡°Necesitamos modelos matem¨¢ticos para comparar predicciones de teor¨ªas con datos. Lo m¨¢s importante es que necesitamos macrodatos para probar estas predicciones. Durante los ¨²ltimos 10 a?os, he dedicado la mayor parte de mi energ¨ªa a coordinar un consorcio de investigaci¨®n internacional e interdisciplinario que ha estado construyendo un enorme compendio de conocimientos sobre sociedades pasadas. Lo llamamos Seshat, banco de datos de historia global. Fue dise?ado para responder grandes preguntas en la historia, como qu¨¦ impulsa la evoluci¨®n de la tecnolog¨ªa. La clave consiste en traducir ese conocimiento en datos para el an¨¢lisis. Y eso es lo que ha hecho Seshat: ha llevado el big data a las grandes cuestiones de la historia¡±
Turchin defiende su modelo: ¡°El futuro no es predecible, excepto en un sentido muy trivial. S¨ª, en 2020 la Tierra estar¨¢ dando vueltas alrededor del Sol. Si no es as¨ª, seremos parte de una nube de polvo radiactivo en expansi¨®n, por lo que lo ¨²ltimo que me importar¨ªa ser¨ªa el fracaso de mi predicci¨®n. La cliodin¨¢mica, en cambio, trata de comprender por qu¨¦ y c¨®mo cambian los sistemas sociales¡±.
La base de su disciplina son factores sociales e hist¨®ricos reales como las etnias, las fronteras, la religi¨®n, la lengua o la capacidad de realizar acciones colectivas, una aptitud que ¨¦l considera clave y denomina asabiya. Es un t¨¦rmino que introdujo Ibn Jald¨²n, historiador, soci¨®logo, economista y estadista cuya familia vivi¨® en Sevilla y huy¨® ante el avance de las tropas cristianas. Naci¨® en T¨²nez en 1332 y muri¨® en El Cairo 74 a?os despu¨¦s.
Matem¨¢ticas aplicadas a la realidad social
Esos elementos conforman funciones matem¨¢ticas aplicables a la realidad social para determinar la evoluci¨®n de los Estados y las civilizaciones. As¨ª lo resume Turchin: ¡°Buscamos principios generales (leyes, si se quiere) y construimos modelos matem¨¢ticos basados en estos principios. Luego viene la parte m¨¢s cr¨ªtica: probar las predicciones del modelo con datos hist¨®ricos para que podamos decir qu¨¦ modelos y teor¨ªas son correctos y cu¨¢les no. Por lo tanto, la predicci¨®n es instrumental: est¨¢ subordinada al objetivo principal, el de la comprensi¨®n. El prop¨®sito principal de las matem¨¢ticas es asegurarse de que las predicciones sigan l¨®gicamente a las premisas¡±.
Pero el cient¨ªfico rechaza ¡ªahora ya incluso con humor¡ª el car¨¢cter prof¨¦tico que le han querido atribuir: ¡°Es ¨²til distinguir este tipo de predicci¨®n [cliodin¨¢mica], que est¨¢ subordinada al objetivo principal de probar teor¨ªas (lo llamar¨¦ ¡°predicci¨®n cient¨ªfica¡±) de la profec¨ªa. Una profec¨ªa es una declaraci¨®n incondicional de lo que suceder¨¢ en el futuro. Por ejemplo, ¡®la vida en la Tierra terminar¨¢ en 2012¡ä. Otro ejemplo es ¡®Estados Unidos colapsar¨¢ en 2020¡ä. Para mi gran regocijo, ?hay reporteros por ah¨ª que afirman que propuse tal profec¨ªa! Para que conste: nunca lo dije¡±.
?Hay ¡®reporteros¡¯ por ah¨ª que afirman que propuse la profec¨ªa del colapso de EE UU! Para que conste: nunca lo dije
Turchin hace referencia a las consecuencias de su art¨ªculo en Nature hace 12 a?os y cuyas secuelas siguen alimentando los medios. En aquel texto, el investigador se refer¨ªa a la congelaci¨®n salarial, a la brecha creciente entre ricos y pobres, a la ¡°sobreproducci¨®n de j¨®venes graduados¡± en las universidades y a una ¡°deuda p¨²blica explosiva¡±, entre otros aspectos, como indicadores que ya antes hab¨ªan precedido a ¨¦pocas de inestabilidad pol¨ªtica. Entonces escribi¨® en aquel art¨ªculo de 2010: ¡°En los Estados Unidos, los picos de inestabilidad de 50 a?os ocurrieron alrededor de 1870, 1920 y 1970, por lo que otro podr¨ªa estar previsto alrededor de 2020¡å.
Pero nunca se refiri¨® a un colapso y hoy lo considera dif¨ªcil, aunque posible: ¡°Podr¨ªa suceder; los grandes imperios colapsaron en el pasado, pero la probabilidad de tal evento en los pr¨®ximos 10 a?os, en mi opini¨®n, es bastante baja. En cualquier caso, el modelo estructural-demogr¨¢fico que he desarrollado para los Estados Unidos no predice tal cosa. Lo que el modelo predice es que, dadas las tendencias de las principales variables estructurales-demogr¨¢ficas en los ¨²ltimos 40 a?os, nos espera una ola bastante importante de violencia sociopol¨ªtica, a menos que algo cambie. El modelo dice lo que se debe hacer para evitar el estallido de inestabilidad: revertir la tendencia de la creciente desigualdad de ingresos, moderar la competencia entre las ¨¦lites, volver a equilibrar la financiaci¨®n estatal, etc¨¦tera¡±. E insiste: ¡°La mala noticia es que el futuro es impredecible¡±.
Los sistemas coercitivos pueden persistir durante mucho tiempo, pero si tienen que competir con una sociedad cooperativa, pierden
El investigador resalta que las sociedades pueden evitar el desastre y, de todos los factores que forman parte de sus funciones matem¨¢ticas para determinar el futuro de un Estado o civilizaci¨®n, la fundamental es la asabiya de Ibn Jald¨²n o capacidad de realizar acciones colectivas. Seg¨²n escribe en la obra reci¨¦n publicada en espa?ol: ¡°No importa cu¨¢ntos s¨²bditos tenga un imperio. Si no pueden o no quieren trabajar juntos, el poder del imperio ser¨¢ nulo y sin efecto¡±.
En este sentido a?ade que la fuerza imperial ¡°es un producto de la poblaci¨®n y la asabiya¡± frente a la que apunta que las coacciones son insuficientes o ineficaces: ¡°Los sistemas coercitivos son m¨¢s d¨¦biles que los sistemas cooperativos. Los sistemas coercitivos pueden persistir durante mucho tiempo, pero si tienen que competir con una sociedad cooperativa, pierden¡±.
Redes sociales
Y uno de los elementos claves para este ¡°capital social¡±, seg¨²n ¨¦l lo describe, es la comunicaci¨®n social, que puede ser ambivalente: con capacidad para desarrollarlo o destruirlo. A esta cuesti¨®n responde: ¡°La comunicaci¨®n social puede hacer ambas cosas; la forma en que funciona depende de otros factores. Por ejemplo, si la competencia interna es demasiado intensa, socavar¨¢ la cooperaci¨®n¡±. Al potencial efecto pernicioso de las redes sociales se unir¨ªa la corrupci¨®n, como uno de los factores que minan la asociaci¨®n interpersonal, la confianza y la cooperaci¨®n. ¡°Sin duda, es un factor importante que contribuye, pero no el ¨²nico¡± afirma para se?alar las crisis migratorias, el cambio clim¨¢tico o la pandemia como elementos a considerar como desencadenantes de desastres.
En el lado contrario, como uno de los elementos que ha favorecido hist¨®ricamente el capital social, Turchin se?ala la religi¨®n. Pero admite que en la sociedad occidental ha perdido peso. Seg¨²n afirma, ese papel lo ha asumido la ¡°ideolog¨ªa secular, como la que vemos en los pa¨ªses n¨®rdicos¡±.
Si algo ha aprendido Turchin en la ¨²ltima d¨¦cada es a eludir las trampas prof¨¦ticas. Defiende que medio siglo es el per¨ªodo m¨¢s preciso para el estudio de las sociedades, pero, ante la pregunta ?cu¨¢l ser¨¢ la evoluci¨®n en los pr¨®ximos 50 a?os?, responde tajante: ¡°No puedo hacer tal predicci¨®n¡±.
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