La Polic¨ªa espa?ola usar¨¢ una herramienta autom¨¢tica de reconocimiento facial
El sistema, capaz de identificar en segundos a personas a partir de una imagen, ofrece a los agentes una nueva v¨ªa de investigaci¨®n, aunque despierta suspicacias sobre su transparencia
La Polic¨ªa Nacional, la Guardia Civil y los cuerpos regionales pronto tendr¨¢n a su disposici¨®n una nueva herramienta para combatir el crimen: un sistema autom¨¢tico de reconocimiento facial. El programa ABIS (siglas en ingl¨¦s de sistema autom¨¢tico de identificaci¨®n biom¨¦trica), que utiliza inteligencia artificial para identificar a sospechosos en pocos segundos a partir de cualquier tipo de imagen, est¨¢ actualmente en fase de constituci¨®n de la base de datos, seg¨²n fuentes del Ministerio del Interior. Ya se han hecho pruebas piloto con ¨¦l y, en cuanto est¨¦ listo, se emplear¨¢ en investigaciones policiales, en un principio solo en delitos graves. Interior asegura que en ning¨²n caso se usar¨¢ para labores de vigilancia ni para reconocimiento en vivo de personas en espacios p¨²blicos, si bien analistas independientes consultados por EL PA?S opinan que el sistema no ofrece todas las garant¨ªas de transparencia exigibles.
El algoritmo de ABIS, bautizado como Cogent, lo ha desarrollado la empresa francesa de tecnolog¨ªa militar Thales. El sistema coteja la imagen introducida por los agentes, extra¨ªda por ejemplo de una c¨¢mara de seguridad, con las fotograf¨ªas disponibles en el sistema para buscar coincidencias. La base de datos con la que se contrastar¨¢n las im¨¢genes constar¨¢ de unos cinco millones de rese?as fotogr¨¢ficas faciales de detenidos y sospechosos que ya estaban fichados, seg¨²n Interior (otras fuentes hablan de 5,6 millones de im¨¢genes de 3,9 millones de personas arrestadas). Esos ficheros se est¨¢n armonizando para que la herramienta sea capaz de leerlos.
A ese fondo de datos se sumar¨¢n las fotograf¨ªas de quienes sean arrestados desde el momento en el que se empiece a utilizar el sistema. En ning¨²n caso, se?alan desde la Polic¨ªa Nacional, se podr¨¢n usar registros de bases de datos civiles, como la que contiene las fotograf¨ªas de los documentos de identidad y a la que tambi¨¦n tiene acceso la polic¨ªa. Interior lleva al menos tres a?os trabajando en el proyecto, que ha sufrido varios retrasos.
Cada persona tiene una disposici¨®n ¨²nica de rasgos faciales. En una primera fase, los sistemas de reconocimiento facial extraen el rostro de la imagen mediante una tecnolog¨ªa llamada visi¨®n computacional; ubican en qu¨¦ parte de la fotograf¨ªa hay una cara. A continuaci¨®n, aplican un algoritmo a ese rostro para obtener un patr¨®n que lo represente y distinga de los dem¨¢s. Los sistemas de inteligencia artificial permiten buscar ese patr¨®n, que es ¨²nico para cada individuo y que no var¨ªa con el paso de los a?os, en extensos bancos de im¨¢genes y ofrecer los resultados que m¨¢s se parezcan. Cada algoritmo (cada proveedor) tiene una f¨®rmula propia para trazar los patrones y para buscar coincidencias.
Seg¨²n ha podido saber EL PA?S, la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos (AEPD) est¨¢ en contacto con Interior ¡°para abordar varios proyectos del Ministerio que podr¨ªan tener un impacto en materia de protecci¨®n de datos¡±, entre ellos ABIS. La agencia, que hasta julio no sab¨ªa de la existencia del proyecto, deber¨¢ determinar si el tratamiento de este tipo de datos personales supone o no un riesgo tolerable para los derechos y libertades de la ciudadan¨ªa. ?Puede la polic¨ªa quedarse para siempre con datos faciales de sujetos o se le deben aplicar l¨ªmites temporales? ?Bajo qu¨¦ supuestos puede usarse el sistema? ?Qui¨¦n tiene acceso a esos datos? ?Qu¨¦ garant¨ªas se establecen para el uso proporcionado de la herramienta?
En cuanto se acabe de constituir la base de datos, compuesta por registros aportados por los distintos cuerpos policiales (como Guardia Civil y Mossos), se desplegar¨¢n estaciones de trabajo en los servicios centrales de la polic¨ªa cient¨ªfica para que comprueben su uso con casos reales. Interior no concreta cu¨¢ndo estar¨¢ operativo, pero seg¨²n fuentes conocedoras del proceso, su puesta a punto podr¨ªa llevar todav¨ªa meses.
La aplicaci¨®n de sistemas autom¨¢ticos de reconocimiento facial en labores policiales est¨¢ abri¨¦ndose paso en Europa, donde varios pa¨ªses, como Francia, Holanda o Alemania han realizado pruebas piloto o ya cuentan con herramientas en uso. Esta tecnolog¨ªa se empezar¨¢ a usar a principios del a?o que viene en las fronteras de la UE para registrar solo a los ciudadanos no comunitarios que entren en territorio comunitario. En el Reino Unido se ha ido m¨¢s all¨¢ y la polic¨ªa ha colocado frente a las bocas de metro londinenses furgones con c¨¢maras dotadas de estos sistemas.
En EE UU, uno de los pa¨ªses en donde esta tecnolog¨ªa goza de mayor implantaci¨®n, varias ciudades han decidido aplicar moratorias a su uso tras las protestas del movimiento Black Lives Matters, que identifica el reconocimiento facial como un elemento de segregaci¨®n policial. Otros pa¨ªses, como Rusia o China, aprovechan el potencial de vigilancia de esta tecnolog¨ªa. Las grandes ciudades del gigante asi¨¢tico est¨¢n inundadas de c¨¢maras que cuentan con sistemas de reconocimiento facial en vivo capaces de encontrar a cualquier ciudadano en cuesti¨®n de horas.
Una herramienta revolucionaria
El inspector Sergio Castro, de la Secci¨®n de Antropolog¨ªa Forense de la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Cient¨ªfica de Madrid, dirige el equipo de siete personas en el que en un primer momento recaer¨¢ la labor de manejar la herramienta ABIS. ¡°Es probable que si el sistema tiene ¨¦xito nos refuercen con m¨¢s efectivos o se produzca una descentralizaci¨®n¡±, apunta. Una vez est¨¦ en marcha, tambi¨¦n se decidir¨¢ sobre los criterios de funcionamiento y usuarios del sistema (es decir, si los distintos cuerpos dispondr¨¢n o no de equipos propios para utilizar ABIS).
Castro no contiene el entusiasmo cuando habla de la nueva herramienta que han puesto en sus manos. Su departamento cuenta con dos v¨ªas principales para identificar sospechosos: an¨¢lisis de huellas dactilares y an¨¢lisis de ADN. El reconocimiento facial abrir¨¢ un tercer camino, que adem¨¢s no es invasivo: a diferencia de los otros dos, no requiere tener muestras f¨ªsicas del sujeto.
Hasta ahora, cuando se carec¨ªa de candidato o sospechoso, las im¨¢genes de la c¨¢mara de un banco en el que se hubiera producido un atraco serv¨ªan de poco. Era inviable ponerse a buscar qui¨¦n aparece en el metraje sin tener alguna pista que acotara la b¨²squeda. Ah¨ª es donde entran las herramientas autom¨¢ticas de reconocimiento facial. ¡°Cuando le presentas una imagen de una persona, el sistema te ordena las fotograf¨ªas de rese?a policial [unos cinco millones, seg¨²n Interior] desde la que m¨¢s se parece a la que menos. Entonces el operador recorre las primeras posiciones en busca de una coincidencia¡±, indica Castro.
La labor del agente es clave: dependiendo de lo n¨ªtida que sea la imagen y del grado de ocultaci¨®n del rostro (gafas, barba, diferencias de pose, etc¨¦tera), puede que la correcta est¨¦ la trig¨¦sima. Es siempre una persona, y no el ordenador, quien determina si hay o no parecido. ¡°Si encontramos una coincidencia, entonces hablamos de un candidato potencial. Se podr¨ªa iniciar una investigaci¨®n en busca de pruebas¡±, remarca el inspector. Ese proceso puede acabar o no en detenci¨®n, dependiendo de las evidencias halladas.
En un segundo paso, si se quiere validar al candidato para la investigaci¨®n o su detenci¨®n, se procede a hacer un estudio forense, igual que suced¨ªa hasta ahora con las huellas dactilares o el ADN. ¡°Mi equipo har¨ªa un estudio uno a uno del sujeto ofrecido por la herramienta autom¨¢tica. Se busca una fiabilidad muy alta, porque nuestra pericial puede condicionar una sentencia, y para eso hace falta mucha calidad de imagen¡±, subraya. En un 90% de los casos, las identificaciones que tienen que hacer son peticiones judiciales; el resto son solicitudes de oficio de otros departamentos de la polic¨ªa, que disponen de las im¨¢genes del autor de un hecho delictivo y necesitan confirmar fehacientemente si se trata de la persona que investigan o no para ponerlo posteriormente en conocimiento de los juzgados.
La base de datos que contendr¨¢ las rese?as fotogr¨¢ficas faciales de todos los sospechosos es la misma en la que ya se almacenan las huellas dactilares y las muestras de ADN. Estos dos ¨²ltimos tipos de datos personales se comparten con los socios europeos en virtud del Schengen Information System (SIS). Bruselas pretende incluir en un futuro en ese mismo paquete los datos faciales. ¡°El sistema ABIS de Espa?a puede conectarse con bases de datos europeas, como Eurodac, EU-Lisa o VIS, ya que est¨¢n dise?ados los enlaces correspondientes. No es un sistema aislado, sino que est¨¢ interconectado con los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea¡±, explican fuentes de Thales.
Los riesgos de las tecnolog¨ªas biom¨¦tricas
Entre los principales riesgos del uso de estas tecnolog¨ªas, est¨¢ que los algoritmos fallan. Y no es lo mismo que se equivoquen al recomendar una pel¨ªcula que identificando a un sospechoso. El del estadounidense Robert Williams es el primer caso documentado de detenci¨®n irregular por culpa de un sistema de reconocimiento facial: la herramienta lo confundi¨® con otro y los agentes, lejos de comprobar si se parec¨ªa al sospechoso, lo llevaron al calabozo. Estos sistemas est¨¢n entrenados con datos de personas blancas, por lo que fallan mucho m¨¢s con negros y asi¨¢ticos. Hay estudios del Gobierno de Estados Unidos que prueban que esta tecnolog¨ªa es 100 veces m¨¢s proclive a confundir individuos negros que blancos.
El borrador de reglamento de la Inteligencia Artificial que se est¨¢ negociando en Bruselas adopta un enfoque basado en los riesgos potenciales que pueda entra?ar la aplicaci¨®n de estas tecnolog¨ªas. El reconocimiento facial entra en la categor¨ªa de ¡°riesgo alto¡±, aunque se abre la puerta a su uso siempre que sea con ¡°fines de prevenci¨®n, detenci¨®n o investigaci¨®n de cr¨ªmenes graves o terrorismo¡±. Quedan expresamente prohibidas las herramientas de ¡°vigilancia indiscriminada¡±, y, por tanto, en principio no se pueden colocar estos sistemas en las calles para identificar a la gente. Esa no es en ning¨²n caso la intenci¨®n de Interior, seg¨²n fuentes del Ministerio.
La aplicaci¨®n de algoritmos a asuntos p¨²blicos debe estar auditada y monitorizada. Seg¨²n Interior, el sistema, desarrollado por Thales, ha sido validado por la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. ¡°En los trabajos de validaci¨®n han participado los especialistas de cient¨ªfica y criminal¨ªstica de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado¡±, apuntan esas fuentes. El algoritmo Cogent, el coraz¨®n del sistema ABIS, ha superado tambi¨¦n pruebas del test de vendedores de NIST, una organizaci¨®n estadounidense independiente. ¡°Es el garante de que el algoritmo evaluado cumple con los est¨¢ndares y requisitos que se demandan para los distintos casos de uso¡±, se?ala Interior. ¡°NIST no dice que los algoritmos sean buenos o malos. Y adem¨¢s la organizaci¨®n propone varias evaluaciones con distintos objetivos, y no sabemos a cu¨¢les se refieren¡±, opina al respecto Carmela Troncoso, profesora de la Escuela Polit¨¦cnica Federal de Lausana (Suiza) y autora del protocolo de rastreo seguro usado en las aplicaciones de rastreo de la covid.
Gemma Galdon, directora de Eticas Consulting, una consultora especializada en auditor¨ªas algor¨ªtmicas, tampoco cree que eso sea suficiente. ¡°De acuerdo con la normativa europea, hay que justificar la proporcionalidad de las tecnolog¨ªas de alto riesgo y establecer qu¨¦ se espera conseguir con ellas. Tambi¨¦n es necesario saber qu¨¦ precauciones se han tomado para evitar los sesgos algor¨ªtmicos: est¨¢ demostrado que estos sistemas identifican mejor a personas blancas que al resto, por lo que hay que probar que no cometa errores con personas negras¡±, explica.
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