Los datos, mejor guardarlos en casa
La secretaria de Estado de Digitalizaci¨®n e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, defiende que toda la informaci¨®n de las compa?¨ªas europeas debe almacenarse en centros dentro del territorio comunitario
Lanza palabras a la misma velocidad que un mecan¨®grafo virtuoso teclea en una antigua m¨¢quina de escribir Olivetti. Sorprender¨ªa menos si no fuese Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalizaci¨®n e Inteligencia Artificial del Gobierno de Espa?a. En 20 minutos de conversaci¨®n dir¨ªase que tiene todo el ministerio en la cabeza. Proyectos, planes, presupuestos, iniciativas, estrategias. Su reflexi¨®n sobre las deep tech y la soberan¨ªa digital viaja a mil pensamientos de profundidad. ¡°Los datos de las empresas europeas deben residir en Europa, procesarse aqu¨ª, y su flujo transfronterizo tiene que regularse mediante mecanismos de cooperaci¨®n¡±, defiende. Hay que ser aut¨®nomos tecnol¨®gica y digitalmente. La inteligencia artificial se nutre de esos datos y en Espa?a ya est¨¢n regulados por una Estrategia Nacional de AI, y, de hecho, nuestro pa¨ªs se convertir¨¢ en el primero en tener una Agencia Estatal de Supervisi¨®n de la Inteligencia Artificial. En lengua espa?ola y con algoritmos verdes. Tambi¨¦n el famoso PERTE de los semiconductores (12.250 millones de euros) ha atra¨ªdo a la multinacional estadounidense Cisco, que abrir¨¢ un centro de dise?o de microchips en la capital catalana. Tras los procesadores acude la computaci¨®n avanzada con su proyecto Quantum Spain, en el seno del Barcelona Supercomputing Center (BSC). Adem¨¢s, la secretaria trabaja en un documento que recoge La estrategia de tecnolog¨ªas cu¨¢nticas espa?olas. ¡°Lo m¨¢s importante no es el procesamiento, sino encontrar casos de uso de aplicaci¨®n industrial¡±, aclara Artigas.
Pero detengamos aqu¨ª la m¨¢quina de escribir. La actualidad tambi¨¦n resulta profunda.
¡ª?Por qu¨¦ est¨¢n despidiendo a tantos trabajadores Twitter y Amazon?
¡ªEl modelo se ha agotado desde el punto de vista de la conciliaci¨®n entre los resultados reales y las expectativas de la Bolsa. La f¨®rmula de venta de datos libres por consentimiento y el advertising [publicidad] es algo que ni socialmente ni legislativamente est¨¢ validado.
¡ªAl final ah¨ª confluyen muchas tecnolog¨ªas: realidad aumentada, experiencias inmersivas. Pero esto pasa, a su vez, por el desarrollo de bastantes industrias. Y crear, por ejemplo, unos visores que cuestan 2.000 euros y pesan tres kilos parece poco asequible. Solo la cantidad de datos que tendr¨¢s que gestionar para lograr una experiencia inmersiva resultar¨¢ car¨ªsimo.
Una ocasi¨®n para que Europa recupere su estrategia de ciudades inteligentes y sistemas distribuidos pr¨®ximos al ciudadano.
De fondo, transcurre un sentido de prisa. Quiz¨¢ porque Espa?a es el pa¨ªs donde Baroja escribi¨® que ¡°todas las horas hieren, menos la ¨²ltima, que mata¡±. Tal vez sea tristeza o realismo. ¡°Hay que pensar que el mundo acad¨¦mico se mide en d¨¦cadas. Hace 40 a?os sal¨ªamos de una dictadura. Con estas perspectivas, que Espa?a ocupe el noveno o d¨¦cimo puesto en publicaciones cient¨ªficas a nivel internacional resulta destacable¡±, subraya Josep Maria Martorell, director asociado del Barcelona Supercomputing Center (BSC). Y reclama: ¡°Hace falta paciencia con un sistema de investigaci¨®n muy joven. Necesitamos m¨¢s inversi¨®n y m¨¢s masa cr¨ªtica¡±.
Seguro que Carme Artigas comparte, al menos, algunas frases. Pero su cargo es una sucesi¨®n de infinitivos. Proponer, ejecutar, lograr, interpretar. ¡°Lo que digo es que ha cambiado el siglo XXI y la Universidad ya no tiene el monopolio del conocimiento, a veces hay m¨¢s fuera¡±. Los expertos hablan de la decadencia de los gigantes digitales, de cu¨¢les ser¨¢n los nuevos o de una segunda oleada de tecnolog¨ªas profundas. ¡°Est¨¢n cayendo las murallas, est¨¢n cambiando las piezas del tablero y debemos ir muy r¨¢pido. Al final tienes que generar la excelencia en lo que eres bueno. Si eres bueno, puedes ser excelente y, si eres malo, como mucho, podr¨¢s ser mediocre¡±, comenta. Europa es fuerte en tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n, salud o industria de componentes. ¡°En el mundo digital todav¨ªa no lo hemos demostrado¡±, avisa. La ley de ciencia y la ley de start-up son parte de este desaf¨ªo emp¨ªrico. Detr¨¢s de esta cascada de AI, realidad virtual o mundos cu¨¢nticos reside el factor humano. Sufrimos una fuga de talento. Profesionales j¨®venes que no se plantean cursar el doctorado, sino entrar en una gran empresa. La Academia ¡ªen el sentido plat¨®nico¡ª queda hu¨¦rfana. ¡°No es malo que salga el talento; es bueno que los vicepresidentes de grandes tecnol¨®gicas sean espa?oles o la marcha de excelentes catedr¨¢ticos. No es malo si est¨¢n all¨ª porque quieren; van a aprender y lo revierten despu¨¦s en nuestro pa¨ªs¡±, defiende Artigas. ¡°Lo malo es que se vayan porque aqu¨ª no existan oportunidades. Este es el cambio que introducimos con la ley de empresas emergentes¡±. Por ahora, ya est¨¢ en marcha el Fondo Next Tech, dotado con 4.000 millones de euros (2.000 millones de aportaci¨®n directa del ICO y el resto privada), dirigido a compa?¨ªas de deep tech y scale-up. O sea, seg¨²n la literatura econ¨®mica, que hayan crecido en los tres ¨²ltimos ejercicios a un ritmo anual superior al 20%. Alguien teclea en la Olivetti: ¡°Continuar¨¢¡±.
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