Elon Musk declara una ¡°amnist¨ªa general¡± en Twitter para las cuentas suspendidas

Elon Musk sigue haciendo de su capa un sayo en Twitter. Pese a sus promesas de que no cambiar¨ªa su pol¨ªtica de moderaci¨®n de contenidos hasta formar un consejo plural que le asesorase en la materia, ha decidido gobernar la red social a golpe de encuestas. La ¨²ltima le ha llevado a declarar una ¡°amnist¨ªa general¡± que permitir¨¢ a cuentas suspendidas por difundir desinformaci¨®n, mensajes racistas, machistas u hom¨®fobos volver a Twitter.

La pregunta que lanz¨® el magnate nacido en Pretoria (Sur¨¢frica) era: ¡°?Deber¨ªa Twitter ofrecer una amnist¨ªa general a las cuentas suspendidas, siempre y cuando no hayan infringido la ley o realizado un spam atroz?¡± Han votado 3,16 millones de cuentas de Twitter, menos de un 1% de los usuarios de la red social y menos de un 3% de los propios seguidores de Musk, con un sistema en el que adem¨¢s no hay filtro contra los bots que desvirt¨²en el resultado.

Un 72,4% se ha mostrado a favor de la ¡°amnist¨ªa¡± y un 27,6%, en contra, seg¨²n los resultados finales de la encuesta, cerrada este jueves. Musk ha sentenciado: ¡°El pueblo ha hablado. La amnist¨ªa comienza la pr¨®xima semana. Vox Populi, Vox Dei [la voz del pueblo es la voz de Dios, en lat¨ªn]¡±.

La formulaci¨®n de la pregunta es suficientemente gen¨¦rica como para permitir a Musk decidir algunas excepciones caso a caso, pero en principio, supone reabrir la cuenta social a todo tipo de propagadores de noticias falsas, teor¨ªas conspiratorias, mensajes racistas, machistas, hom¨®fobos y de odio siempre que no se hayan sobrepasado los l¨ªmites legales.

Musk se declar¨® en contra de readmitir al te¨®rico de la conspiraci¨®n Alex Jones, condenado por difamaci¨®n a indemnizaciones multimillonarias por sus bulos de que la matanza de Sandy Hook (26 muertos en un colegio de Newtown, Connecticut, en 2012) fue una farsa. Pero muchos otros difusores de noticias falsas y mensajes de odio podr¨¢n volver a la red.

Un bandazo tras otro

El hombre m¨¢s rico del mundo ha estado dando bandazos con la pol¨ªtica de moderaci¨®n de contenidos en las cuatro semanas que lleva siendo propietario de Twitter. Primero proclam¨® el ¡°absolutismo de la libertad de expresi¨®n¡±. Los mensajes racistas y de odio se dispararon nada m¨¢s hacerse ¨¦l con el control, algo que ahora sugiere que fue una acci¨®n coordinada (¡±Tengo ganas de se?alar con el dedo las 1.500 cuentas que han provocado el pico, pero me abstendr¨¦¡±, ha tuiteado).

Musk prometi¨® a los anunciantes que Twitter no se convertir¨ªa en ¡°un infierno¡± donde todo vale. Tambi¨¦n asegur¨® que crear¨ªa un consejo asesor plural antes de tomar ninguna decisi¨®n de calado sobre el contenido. Anunci¨®, de nuevo a trav¨¦s de la red social, que ¡°Twitter formar¨¢ un consejo de moderaci¨®n de contenidos con puntos de vista muy diversos¡±. ¡°Antes de que se re¨²na el consejo, no se tomar¨¢n decisiones importantes sobre los contenidos ni se restablecer¨¢n las cuentas¡±, dijo entonces, aunque ha faltado a su palabra.

En paralelo, lanz¨® precipitadamente y sin estar preparado para ello el sistema de suscripci¨®n, Blue, que inclu¨ªa la marca azul de verificaci¨®n a cambio de 7,99 d¨®lares al mes, dando credibilidad a una avalancha de cuentas de impostores, lo que provoc¨® cierto caos en la red. Retir¨® el sistema y luego anunci¨® que volver¨ªa el 29 de noviembre, pero sus ¨²ltimos mensajes dejan esa fecha en el aire: ¡°Se retrasa el relanzamiento de Blue Verificado hasta que haya una gran confianza en que se detenga la suplantaci¨®n de identidad. Probablemente se utilizar¨¢ una verificaci¨®n de color diferente para las organizaciones que para los individuos¡±, ha tuiteado esta semana.

M¨¢s all¨¢ del patinazo del sistema de verificaci¨®n, Musk ha ido dando otros bandazos. Un d¨ªa proclama su fuerte compromiso con la pol¨ªtica de moderaci¨®n de contenidos de Twitter y otro la redefine por completo sin esperar al prometido consejo. Su ¨²ltima formulaci¨®n, algo confusa, es ¡°libertad de expresi¨®n, pero no de difusi¨®n¡±. Seg¨²n esa tesis, admitir¨¢ en la red mensajes racistas y de odio, pero les restar¨¢ visibilidad, aunque mensaje a mensaje, sin suspender a usuarios que reincidan en ellos, un sistema que deja m¨¢s preguntas que respuestas. Tambi¨¦n ha dado pasos unilaterales para readmitir a usuarios suspendidos, unas veces por decisi¨®n personal y otras, como ahora, mediante un sondeo.

Musk ya recurri¨® a una encuesta entre los usuarios de la red para justificar la rehabilitaci¨®n de la cuenta de Donald Trump que, sin embargo, el expresidente no ha vuelto a utilizar. Trump tiene un acuerdo con un veh¨ªculo de inversi¨®n, Digital World, para fusionar con el mismo su propia red, Truth Social, con la que tiene un contrato de exclusividad. Las acciones de Digital World se han disparado en Bolsa despu¨¦s de que Trump haya anunciado su candidatura a las presidenciales de 2024. Adem¨¢s, la sociedad (un spac, en el argot financiero, por las siglas en ingl¨¦s de compa?¨ªa con un prop¨®sito especial de adquisici¨®n) ha logrado que sus accionistas aprueben una pr¨®rroga de nueve meses para cerrar la operaci¨®n, que har¨¢ de Trump su mayor accionista. Sin Trump, Truth Social perder¨ªa casi todo su valor.

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