Estopa y la pol¨¦mica sobre la inteligencia artificial, ?hasta d¨®nde llegar¨¢ la rabia contra las m¨¢quinas?

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Esta semana fue la Superbowl. Adem¨¢s de un partido de f¨²tbol americano, es el c¨®nclave anual de los mejores anuncios para los productos m¨¢s destacados. Microsoft lanz¨® uno para su herramienta de inteligencia artificial (IA), Copilot. En el anuncio salen im¨¢genes de gente relativamente joven en entornos poco glamurosos: nieve, lluvia, autobuses, puentes sobre autopistas. Son individuos solitarios que tratan de salir adelante a pesar de sus condiciones. Con ese fondo, van saliendo frases superpuestas: ¡°Dec¨ªan que nunca abrir¨ªa mi propia empresa o conseguir¨ªa mi t¨ªtulo¡±, ¡°dec¨ªan que nunca har¨ªa mi pel¨ªcula o construir¨ªa algo¡±, ¡°dicen que soy demasiado viejo para aprender algo nuevo, demasiado joven para cambiar el mundo¡±.

Y al final, con un cambio de m¨²sica: ¡°Pero yo digo: miradme¡±. Ah¨ª aparece Copilot dando respuestas a las preguntas de los protagonistas: prepara preguntas para ex¨¢menes, da opciones de logos para un taller, escribe c¨®digo. Al final sale el lema: ¡°Tu asistente de IA para cada d¨ªa¡±.

El anuncio es un intento evidente de Microsoft por encuadrar la imagen social de la IA. ?Es una ayuda o un robo? ?Ayuda a progresar o quita derechos laborales? Microsoft tiene su respuesta, aunque hace algo de trampa: no es lo mismo ayudar a sacarse un t¨ªtulo (algo personal) que hacer una pel¨ªcula, que es muy dif¨ªcil que sea algo individual. Pero su mensaje es claro: si dejas de quejarte, nunca ¡°eres demasiado viejo para aprender algo nuevo¡±. Espabila.

Esta IA generativa lleva menos de dos a?os siendo popular. ChatGPT surgi¨® en noviembre de 2022. Microsoft lanz¨® Copilot en septiembre de 2023. Google acaba de lanzar Gemini este mismo mes. Estamos al principio de algo, pero es bastante gordo. El gran debate es obviamente su impacto en la sociedad, es decir, en el trabajo.

El Financial Times public¨® esta semana un reportaje largo sobre ¡°C¨®mo la IA revoluciona la industria de la publicidad¡±. Todos los peri¨®dicos hacemos titulares similares con ¡°la IA revoluciona¡± cada sector imaginable. Por una vez, parece que la revoluci¨®n ser¨¢ verdad.

El ejemplo de la publicidad sirve para imaginar el impacto. Los anuncios audiovisuales personalizados ya son posibles: ?cu¨¢ntos miles de horas de trabajo ser¨ªan necesarias para producir cientos de miles de anuncios o p¨¢ginas web distintas para cada consumidor? O la reflexi¨®n que hay detr¨¢s de cada producto. El FT cita el ejemplo de un nuevo producto vegano: ¡°En lugar de pagar decenas de miles de libras para que un equipo de personas dise?e un nuevo nombre y logotipo, simplemente [el encargado de marketing] pidi¨® seis ideas a un chatbot de IA y seleccion¨® la mejor¡±, explica el peri¨®dico. Esto no es algo que vaya a pasar. Esto ya pasa.

Cada sector ve venir ejemplos as¨ª: la moda, el periodismo, el derecho, la universidad. Pocos van a librarse. Labores que requer¨ªan mano de obra, reflexi¨®n y experiencia ser¨¢n hechas en minutos por una IA y replicadas las veces que haga falta.

Ante esta evoluci¨®n hay dos opciones generales: aceptarla con la esperanza de que cree m¨¢s riqueza y trabajos, o enfrentarse sobre todo con pleitos y legislaci¨®n. En Espa?a, el mejor ejemplo p¨²blico lo estamos viendo con la ilustraci¨®n. Casi cada d¨ªa circulan por X (antes Twitter) ejemplos de portadas o carteles hechos con IA que se hacen virales gracias a cientos de ilustradores quej¨¢ndose.

Algunos casos recientes son una portada de Destino, un cartel del Ministerio de Juventud o la portada del nuevo disco de Estopa, que se llama precisamente EstopIA.

En verano de 2022 publiqu¨¦ un art¨ªculo sobre el principio de este conflicto. Se titulaba ¡°La irrupci¨®n de la IA provoca la guerra en el mundo de la ilustraci¨®n¡±. En menos de dos a?os ya casi se puede publicar el resultado de esa batalla. He preguntado c¨®mo lo ven ahora a algunos que sal¨ªan en aquel art¨ªculo: ?ve¨ªan venir que la ola solo iba a crecer? S¨ª. ?Qu¨¦ soluci¨®n le ven? Es complicado.

Al contrario que con las criptomonedas o la realidad virtual, es dif¨ªcil conocer a alguien que haya usado por primera vez una herramienta creativa de IA generativa y no diga ¡°guau¡±. Ese es el mejor ejemplo de que no va a poder detenerse. Si hay demanda, habr¨¢ oferta: ¡°Los problemas legales y de derechos de autor se le escapan a la gente que no est¨¢ especializada en el tema¡±, dice Diego Areso, director de arte de EL PA?S. ¡°Por eso tantas administraciones p¨²blicas est¨¢n usando alegremente la IA, sin ser conscientes de que casi todas, por el momento, se basan en mayor o menor medida en el robo de im¨¢genes¡±, a?ade.

La portada de Estopa es especialmente interesante porque el d¨²o alucina con la pol¨¦mica. Parecen sinceros. Esto es lo que dijeron en los Goya en los micros de EL PA?S: ¡°No sab¨ªamos que ¨¦ramos tan importantes ni sab¨ªamos que hab¨ªa ese debate tan interesante. No entendemos, la verdad. El que lo sufre es el que lo sabe. ?ramos profanos en ese tema. La IA es como la energ¨ªa nuclear, se puede usar para bien y para mal: mientras no quite puestos de trabajo, es una herramienta m¨¢s. Hemos dado un trabajo a un dise?ador, no lo hemos hecho nosotros. La creatividad estar¨¢ por encima de cualquier m¨¢quina¡±. Es un buen un resumen de los problemas, medio cu?adeando, con lo que han o¨ªdo de la pol¨¦mica.

?Cu¨¢l es el problema?

La IA roza el fondo de nuestro valor como humanos. La IA escribe, traduce, dibuja, compone, dise?a, programa como un humano. ?Y entonces nosotros qu¨¦ valor aportamos? ¡°Un ordenador, una tablet, un l¨¢piz ¨®ptico o software de dibujo y color como Clip Studio o Photoshop son herramientas que ayudan a dibujar, a realizar mejor y m¨¢s r¨¢pido tu trabajo. Una IA, en cambio, no ayuda a dibujar: ELIMINA LA FUNCI?N DE DIBUJAR [sic]. Y si con ella no necesitas dibujar, no puede ser considerada herramienta¡±, dice el ilustrador David Rubin.

Ese es el fondo del problema: ahora alguien con gracia, pero sin habilidad, puede dibujar. Visto desde fuera es algo bueno: hay m¨¢s personas creando m¨¢s dibujos, algunos interesantes y otros terribles. Pasar¨¢ igual en otras artes. Pero desde dentro lo ven l¨®gicamente como una invasi¨®n y robo de derechos. Sobre todo porque la IA ha aprendido usando millones de ilustraciones y dibujos hechos durante d¨¦cadas por humanos. ?C¨®mo una m¨¢quina crea sin esfuerzo lo que ha costado a?os de sudor y tinta?

¡°La inteligencia artificial puede ser usada de muchas formas. Pr¨¢cticamente todo el mundo conoce las plataformas en las que introduces cuatro palabras y te ofrece una imagen¡±, escribe Jandi, autor de la portada de Estopa, en su mensaje de aclaraci¨®n en X. ¡°El proceso de creaci¨®n de este tr¨ªptico fue realmente complejo y laborioso¡±. Es decir, solo lo pod¨ªa hacer alguien con conocimientos, boceto a boceto y mejorando con IA.

Javi L¨®pez viene del mundo de la empresa y tras meses de probar IA generativas ha creado una herramienta para mejorar ilustraciones con m¨¢s IA. Incluso mejor¨® la portada de Estopa:

L¨®pez tambi¨¦n cree que los ilustradores tienen a¨²n mucho recorrido si aceptan la IA como otra herramienta m¨¢s: ¡°En el caso de Estopa es un artista consagrado con m¨¢s de 30 a?os de experiencia. Tanto tiempo lleva creando cosas que ha pasado desde t¨¦cnicas como usar fotocopiadoras y recortes de revistas a edici¨®n digital y hoy a IA generativa¡±, dice L¨®pez. Igual que ¡°la c¨¢mara no hace al fot¨®grafo, la IA generativa no hace al artista. Las herramientas de IA generativa son una herramienta m¨¢s. La direcci¨®n art¨ªstica sigue siendo responsabilidad y trabajo del artista¡±, a?ade L¨®pez.

En ese debate, el reto est¨¢ en saber si la IA provoca esto que dice la artista conceptual Marina Rubio: ¡°El arte, por definici¨®n, es algo humano, y se lo hemos entregado a las m¨¢quinas con demasiada facilidad¡±.

Esta guerra llega demasiado tarde. El New York Times ha denunciado a OpenAI precisamente por alimentarse de sus textos para su modelo. El Times es una instituci¨®n con recursos. Y no est¨¢ claro que gane. Y si gana, recibir¨¢ unos millones de d¨®lares. Pero ChatGPT seguir¨¢ funcionando. Aunque haya una compensaci¨®n para un grupo selecto de afectados por la IA, no hay vuelta atr¨¢s.

¡°No hay punto de retorno. En adelante, solo las multinacionales podr¨¢n proteger su propiedad intelectual¡±, dice el ilustrador Jon Ju¨¢rez. ¡°Como sociedad tenemos que entender que es lo que esto supone. La IA no genera copyright. Si un cliente est¨¢ pagando por los derechos de explotaci¨®n de un producto IA, est¨¢ siendo estafado. Tenemos el derecho a saber si en la gestaci¨®n de una imagen, un texto, un sonido, etc., ha habido participaci¨®n de motores IA. Ocultar o mentir sobre eso es una estafa, debe de considerarse delito, y esta es la pr¨¢ctica que se est¨¢ normalizando en Espa?a¡±.

Esto afecta a todos. Habr¨¢ quiz¨¢ m¨²sica de Estopa sin Estopa cre¨¢ndola. Los ilustradores saben que son solo los primeros de una larga lista de afectados. La rabia ir¨¢ en aumento y quiz¨¢ deje de ser extra?o ver a gente reventando m¨¢quinas como pas¨® con un coche sin conductor en San Francisco hace unos d¨ªas.

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