¡°El pr¨®ximo gran salto es el desarrollo de humanoides y estamos muy cerca¡±
Un congreso internacional sobre innovaci¨®n tecnol¨®gica anticipa la nueva revoluci¨®n que generar¨¢n los robots con forma de personas y capacidad de percibir, aprender y actuar
¡°El pr¨®ximo gran salto de la humanidad ser¨¢n los robots humanoides¡±. Lo afirma Rev Lebaredian, vicepresidente de Omniverso y Tecnolog¨ªa de Simulaci¨®n en el gigante inform¨¢tico Nvidia. Y cree que suceder¨¢ pronto. Defiende que a las m¨¢quinas les faltaba el cerebro que la inteligencia artificial (IA) basada en grandes modelos de lenguaje (LLM, por sus siglas en ingl¨¦s) ya puede aportar. Es el paso a la IA f¨ªsica, que ya ha empezado por veh¨ªculos, edificios, hogares, centros sanitarios, sistemas quir¨²rgicos e incluso ciudades. Los nuevos robots ya no son simples brazos articulados ¡°ciegos y tontos¡±, como describe Lebaredian los antiguos modelos, sino que pueden entender, aprender, percibir y actuar. ¡°Estamos muy cerca¡±, afirma.
Al margen del espect¨¢culo publicitario del pasado d¨ªa 11 de los robots Optimus de la compa?¨ªa de Elon Musk Tesla, parcialmente teledirigidos por humanos, la carrera en serio por esta tecnolog¨ªa est¨¢ en manos de una veintena de compa?¨ªas como 1X Technologies (participada por Open AI), Apptronik, Agility Robotics, Figure (participada por Jeff Bezos, Open AI y Nvidia) o Boston Dynamics, entre otras.
Rev Lebaredian, que ha participado en el doble encuentro internacional World Congress on Innovation and Technology y Digitec de Erev¨¢n (Armenia), a los que ha acudido invitado EL PA?S junto a una docena de medios internacionales, defiende que la parte mec¨¢nica del humanoide est¨¢ pr¨¢cticamente resuelta y que el mercado empujar¨¢ a su abaratamiento, como ha sucedido con otros dispositivos. ¡°Ahora tenemos la tecnolog¨ªa para construir estos robots f¨ªsicos y reducir su precio a unos pocos miles de d¨®lares¡±, explica. Lo que faltaba surgi¨® hace una d¨¦cada, cuando la programaci¨®n, seg¨²n sus palabras, ¡°dej¨® de generar herramientas para crear habilidades, inteligencia¡±. ¡°Es una nueva revoluci¨®n¡±, advierte.
Asegura que ¡°la parte cient¨ªfica de esto est¨¢ en gran parte resuelta¡±. ¡°Ahora vamos a entrar en ingenier¨ªa para descubrir c¨®mo transformar las tecnolog¨ªas b¨¢sicas que tenemos en un producto¡±, a?ade.
En este vertiginoso proceso, que el vicepresidente de Nvidia considera pr¨®ximo, aunque no se aventura a concretar plazos, una de las claves, seg¨²n dice, ser¨¢ la simulaci¨®n, que define como ¡°el campo de entrenamiento de esos nuevos cerebros rob¨®ticos para probarlos y llevarlos al mundo real¡±.
David Yang, empresario y fundador de la fundaci¨®n educativa Ayb, tambi¨¦n est¨¢ en esta carrera. Es el creador de Morfeus.ai, robots cuadr¨²pedos con capacidades de aprendizaje y sensoriales, y de la considerada la casa inteligente m¨¢s extraordinaria de Silicon Valley, con m¨²ltiples funciones robotizadas.
Yang respalda las previsiones del directivo de Nvidia y concreta los plazos: defiende que la ¡°revoluci¨®n m¨¢s emocionante y espectacular¡± se consolidar¨¢ en los pr¨®ximos 10 a?os, ¡°cuando la inteligencia artificial superar¨¢ las capacidades humanas¡±, especialmente en programaci¨®n.
Cuando esta robotizaci¨®n se consolide, a¨²n quedar¨¢n aspectos por definir, como la responsabilidad sobre sus acciones. Lebaredian cree que ser¨¢ una cuesti¨®n regulatoria al margen del desarrollo y que, por lo tanto, depender¨¢ de cada pa¨ªs, de las tareas mecanizadas, del due?o del robot o de su operador o de su programador. ¡°Vamos a tener que empezar a averiguar eso¡±, admite.
Hrant Khachatrian, cient¨ªfico de computaci¨®n por la Universidad Estatal de Erev¨¢n y director del laboratorio de aprendizaje mec¨¢nico, aporta una de las claves para que todos los desarrollos est¨¦n implicados en la sociedad a la que sirven: ¡°Tiene que haber siempre un humano detr¨¢s¡±.
En relaci¨®n con los puestos de trabajo que reemplazar¨¢n, Lebaredian es optimista y asegura que la robotizaci¨®n se implantar¨¢ en ¨¢reas donde haya falta de mano de obra por jubilaci¨®n o porque no hay personal suficiente para determinadas tareas, como la conducci¨®n de mercanc¨ªas o la log¨ªstica o el cuidado de personas de la tercera edad. ¡°Hay muchos puestos de trabajo para los robots que ahora est¨¢n sin cubrir. No tenemos que preocuparnos tanto¡±, resume.
El directivo advierte que los robots, a los que define como ¡°cualquier cosa que percibe, decide, planifica y act¨²a¡±, ya est¨¢n implantados y act¨²an como agentes inform¨¢ticos o como taxis o como drones o en la industria farmac¨¦utica e incluso en cirug¨ªa. Pero falta un salto cualitativo: el desarrollo de un robot de prop¨®sito general, ¡°que puede hacer muchos tipos diferentes de tareas en espacios que est¨¢n construidos para humanos¡±.
Este elemento fundamental precisa del humanoide, seg¨²n explica Lebaredian: ¡°Tal vez no necesite tener piernas y se mueva sobre ruedas, o s¨ª, cuando tenga que subir escaleras. Tal vez tenga tres brazos en vez de dos. A medida que comencemos a construir otros espacios, especialmente f¨¢bricas y almacenes donde no hay humanos, podemos hiperoptimizar los robots para esos lugares. Pero vamos a tener espacios para humanos durante mucho tiempo, la mayor parte del mundo, la mayor¨ªa de las f¨¢bricas, almacenes, hospitales, la mayor¨ªa de todo est¨¢ dise?ada para nosotros, por lo que este factor es realmente importante y por eso apostamos a que ser¨¢n humanoides¡±.
El siguiente paso ser¨¢ el hogar, la vida cotidiana, la atenci¨®n m¨¦dica o la asistencia a dependientes. El experto en computaci¨®n augura que ser¨¢ una implantaci¨®n desigual y no solo por la capacidad econ¨®mica de cada sociedad. ¡°Algunas culturas, como la japonesa, son m¨¢s receptivas. En Estados Unidos, la visi¨®n de un robot humanoide a¨²n es Terminator. Hay elementos culturales que entran en juego y habr¨¢ que ver c¨®mo reaccionan y se adaptan los consumidores a esto¡±, concluye.
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