Gu¨ªa para una Super Bowl diferente: Tom Brady, The Weeknd y Amanda Gorman contra el coronavirus
El gran espect¨¢culo del deporte y la cultura popular estadounidense busca este domingo el tono y la medida en medio de la pandemia
Desde la ¨²ltima Super Bowl, hace 12 meses, un ser llamado SARS-CoV-2 ha matado a m¨¢s de 450.000 estadounidenses, ha destrozado la econom¨ªa del pa¨ªs y ha borrado su vida social. La semana pasada, un estadounidense mor¨ªa de covid cada 30 segundos. Mientras las familias est¨¦n congregadas este domingo ante los televisores para ver el espect¨¢culo de la final de la liga de f¨²tbol americano entre los Buccaneers de Tampa y los Chiefs de Kansas City, compartiendo cervezas y nachos, respetando incluso las cautelas recomendadas por el doctor Fauci, el funesto contador seguir¨¢ avanzando implacable. Por eso esta Super Bowl del 2021 ser¨¢ diferente a todas las 54 anteriores. La Super Bowl no es solo un espect¨¢culo deportivo. Es una excusa para una celebraci¨®n nacional, un trampol¨ªn para estrellas de la m¨²sica, una exhibici¨®n de poder de las marcas y un show televisivo que siguen m¨¢s de 100 millones de espectadores. Ser¨¢ todo eso tambi¨¦n este domingo. Pero distinto.
La sede
Si las autoridades sanitarias advierten de que repantigarse en el sof¨¢ ante la televisi¨®n con los allegados entra?a un alto riesgo de transmisi¨®n de la covid, ?qu¨¦ tal ser la ciudad anfitriona? El reto para Tampa (Florida), adem¨¢s, es doble. No solo acoge el show, sino que es la ciudad de uno de los equipos. De modo que, si ganan los Buccaneers, Tampa recibir¨¢, adem¨¢s del partido, las celebraciones. Dos eventos superpropagadores en potencia. Riesgos a los que hay que a?adir el hecho de que en Florida los bares est¨¢n abiertos, y muchos han programado fiestas el domingo. ¡°Lo haremos lo mejor que podamos¡±, dijo la alcaldesa Jane Castor.
El p¨²blico
Hasta este domingo, la concurrencia nunca ha sido inferior a los 61.946 espectadores que vieron la primera Super Bowl en Los ?ngeles en 1967. Este a?o, sin embargo, por culpa del coronavirus, habr¨¢ menos de 25.000 fans, un tercio de la capacidad del estadio Raymond James. Se han entregado 7.500 entradas a personal sanitario vacunado. Otras 14.500 se han vendido a fans a los que no se les exige PCR, y habr¨¢ 2.700 entradas para presenciar el espect¨¢culo en cabinas de lujo.
El artista
La actuaci¨®n en el intermedio de la Super Bowl es el gran trofeo de la m¨²sica comercial. El list¨®n est¨¢ en la estratosfera, all¨ª donde lo clavaron a golpes de cadera Jennifer L¨®pez y Shakira en ese terremoto de power latino que fue la actuaci¨®n del a?o pasado. Por si eso fuera poco, la pandemia complica sobremanera la haza?a de montar un concierto a lo grande en el intermedio de un partido en pleno terreno de juego. As¨ª que Abel Tesfaye, m¨¢s conocido como The Weeknd, ha decidido desembolsar siete millones de d¨®lares de su propio bolsillo para tratar de mejorar el espect¨¢culo televisivo y evitar que su moderno r&b quede deslucido. Su condici¨®n de afroamericano y su historial de compromiso hacen pronosticar a los or¨¢culos menos aventurados que lo de este a?o incluir¨¢ un homenaje a la demanda de justicia racial que ha recorrido este pa¨ªs durante el verano. La elecci¨®n de The Weeknd se encuadra en los esfuerzos de la NFL por abrir el foco, alejarse de los shows de rock cl¨¢sico blanco y abrirse a artistas con predicamento en redes y populares entre el p¨²blico m¨¢s joven. Ya saben: para evitar a los padres estadounidenses el cl¨¢sico disgusto, que tanto juego ha dado a guionistas de series y pel¨ªculas, de ver c¨®mo su hijo adolescente les abandona el d¨ªa de la Super Bowl.
La Rosal¨ªa
El rumor corri¨® como la p¨®lvora. Durante unos d¨ªas, Espa?a entera fantase¨® con que la m¨²sica se detuviese de pronto y las c¨¢maras ofrecieran un primer plano del rostro impert¨¦rrito de una veintea?era oriunda del bajo Llobregat diciendo: ¡°La-Ro-sa-l¨ª-a¡±. Resultaba cre¨ªble, pues la espa?ola colabor¨® con The Weeknd en Blinding lights, una de las canciones m¨¢s escuchadas de 2020. Adem¨¢s, el a?o pasado, Shakira y Jennifer L¨®pez invitaron a sus compadres J Balvin y Bad Bunny. El rumor circul¨® por diversos medios. Para cuando el equipo de Rosal¨ªa lo desminti¨®, despu¨¦s de dejar que la bola de nieve engordara, su reciente colaboraci¨®n con Billie Eilish, la canci¨®n Lo vas a olvidar, hab¨ªa subido como la espuma en las listas de ventas. ¡°He le¨ªdo muchos rumores¡±, reconoci¨® el propio Tesfaye el jueves. ¡°Pero no hab¨ªa espacio para encajarlo en la narrativa y la historia que cuento en la actuaci¨®n. As¨ª que no habr¨¢ invitados especiales, no¡±.
La poes¨ªa
La poes¨ªa entra por primera vez en la Super Bowl de la mano de Amanda Gorman (Los ?ngeles, 22 a?os), que aportar¨¢ un toque de sofisticaci¨®n a lo que tradicionalmente es, no conviene enga?arse, una celebraci¨®n familiar sin ambiciones intelectuales. Arropada por el ¨¦xito de su conmovedora lectura en la investidura del presidente Biden, leer¨¢ unos versos durante el pre show (en el que tambi¨¦n estar¨¢ Miley Cirus, con un sucinto estilismo que ha adelantado en Instagram). En el poema, seg¨²n ella misma ha adelantado, rendir¨¢ homenaje a tres h¨¦roes. Y como esto es la Super Bowl, donde se puede apostar hasta por el color del l¨ªquido que se derramar¨¢ sobre la cabeza del entrenador del equipo ganador, han proliferado las apuestas online sobre los versos de Gorman. Se puede uno jugar el dinero, por ejemplo, a cu¨¢l de estas tres palabras pronunciar¨¢ antes la poeta: h¨¦roe, pandemia o s¨²per.
La prosa
Si dispone usted de 5,5 millones de d¨®lares, quiz¨¢ pueda contratar 30 segundos para anunciarse en la Super Bowl. Los anuncios de la velada a menudo atraen m¨¢s atenci¨®n que el propio partido. Este a?o, claro el reto es el tono. Las marcas que opten por el humor se arriesgan a pasarse de frenada, y las que decidan recordar a los televidentes aquello de lo que est¨¢n tratando de evadirse durante unas horas corren el peligro de ser recordados como aguafiestas. Ante tal disyuntiva, algunas (como Coca Cola o Hyundai) han decidido directamente pasar. Budweiser, por su parte, renunciar¨¢ al ostentoso anuncio que lleva 37 a?os colocando y ha optado por donar parte de su presupuesto publicitario de este a?o a una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que lucha contra el escepticismo hacia las vacunas. Otros han elegido lanzarse este a?o por primera vez, aprovechando su condici¨®n de antic¨ªclicos. Es el caso del portal de b¨²squeda de empleo Indeed que, en medio de cifras de paro hist¨®ricas, promete un anuncio que ¡°subraya el viaje emocional de los buscadores de empleo en un tiempo en que mucha gente se enfrenta a la angustia econ¨®mica¡±.
Y el deporte
Este a?o se libra en el campo un duelo generacional. El que protagonizar¨¢n Tom Brady y Patrick Mahomes, dos quarterbacks sobrehumanos separados por 18 a?os de edad. Cualquier superlativo se queda corto con Brady. Es el jugador en activo de mayor edad y el gran ganador de esta era. En un deporte en el que la duraci¨®n media en la ¨¦lite es de 3,3 a?os, Tom Brady lleva 21 temporadas. A sus 43 a?os, casado con Gisele Bundchen, juega este domingo nada menos que su d¨¦cima Super Bowl, de las que ha ganado ya seis. Su llegada hasta aqu¨ª es material de leyenda. Fue rechazado por todos los equipos de la NFL hasta que los Patriots lo ficharon de relleno en el a?o 2000. Veinte a?os de ¨¦xitos despu¨¦s, la temporada pasada, Brady se despidi¨® de los Patriots. Fich¨® por un equipo, los Buccaneers, con una sola Super Bowl en su haber. Los Patriots se quedaron fuera de los playoffs, y los Buccaneers pueden darle este domingo su s¨¦ptima victoria en una Super Bowl. Eso, si lo permite Patrick Mahomes, de 25 a?os, que el a?o pasado llev¨® a los Chiefs a la victoria ante los 49ers. Mahomes tiene un contrato de 477 millones de d¨®lares anuales. Tiembla, Messi. Se hablar¨¢ de la entrega del relevo de una generaci¨®n a otra. Pero ser¨ªa subestimar las ambiciones de Mahomes. No solo persigue a Brady en t¨ªtulos y estad¨ªsticas: persigue ser el atleta definitorio de su generaci¨®n y un icono de la cultura pop. Como Jordan. Defender eso puede sonar a hip¨¦rbole, pero el inicio de su carrera no tiene precedentes.
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