Los misterios del (h)ampa
Vuelven ¡®Los misterios de Laura¡¯ tras su ninguneo, cancelaci¨®n y posterior ¡®remake¡¯ en la televisi¨®n estadounidense; un camino que tambi¨¦n ha transitado ¡®Se?oras del (h)ampa¡¯. ?Veremos alg¨²n d¨ªa el reencuentro de Las Vengadoras de Carabanchel?
El mayor misterio en la vida de Laura Lebrel no tuvo lugar en una abad¨ªa o una habitaci¨®n sellada sino en esos despachos televisivos en los que la ficci¨®n se ha transformado en un elemento de destrucci¨®n, cuyo valor solo radica en su capacidad para desestabilizar a la competencia aunque con ello se desquicie al espectador.
Tras una tercera temporada que superaba los dos millones de espectadores, la serie de Javier Holgado y Carlos Vila desapareci¨® en 2014 sin explicaciones. TVE, que ahora la recupera con un cap¨ªtulo especial y lo que surja, no se encandil¨® entonces de su encanto antiguo y de una complicidad con el espectador que primaba por encima de sofisticadas pruebas forenses, pero s¨ª lo hizo NBC que la adapt¨® ¡ªdesastrosamente¡ª.
NBC, esperemos que con m¨¢s tino, dar¨¢ tambi¨¦n una vida americana a Se?oras del (h)ampa, la serie creada por Carlos del Hoyo y Abril Zamora, ajusticiada por la covid y la desidia de Mediaset y Amazon. Inteligente, divertida, negr¨ªsima, con un casting prodigioso y una diversidad que surge de manera natural y no parece fruto de un estudio de mercado, m¨¢s que la cancelaci¨®n merec¨ªa esa tercera temporada que ya estaba escrita y ¡ªpor pedir¡ª hasta un spin-off para los personajes de Pilar Castro y Carlos Gonz¨¢lez.
Pero Telecinco, que no siente inter¨¦s por nada que no pueda conectar al pol¨ªgrafo de Conchita, ni supo ni quiso saber c¨®mo manejarla. De los tres millones de espectadores que siguieron su debut, pas¨® ¡ªtras parones, cambios de horario e incluso de canal¡ª a apenas 130.000 en su ¨²ltimo cap¨ªtulo emitido.
Necesitamos a Laura Lebrel, pero tambi¨¦n necesitamos a Las Vengadoras de Carabanchel, y, sobre todo, necesitamos cordura televisiva. Ojal¨¢ por ninguna de las dos cosas haya que esperar siete a?os.
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