¡®Sospechosas inesperadas¡¯, sororidad y crimen en el S¨ªdney millonario
La comedia negra protagonizada por Miranda Otto sigue la alianza entre varias mujeres ricas australianas y sus empleadas de origen filipino
Escudri?ar las intimidades que ocultan las mansiones de paredes de cristal construidas en urbanizaciones exclusivas es uno de los placeres oscuros a los que m¨¢s partido est¨¢ sacando la ficci¨®n en los ¨²ltimos tiempos. De Billions a Succession, los trapos sucios y los fracasos laborales y emocionales de ricos y triunfadores son fuente inagotable de deleite para los espectadores. Como hizo Big Little Lies con los dramas que escond¨ªan las mujeres de Monterrey tras los transparentes muros de sus lujosas residencias, Sospechosas inesperadas (Filmin) tambi¨¦n se adentra en el lado oscuro de los privilegiados y en la inesperada sororidad que surge de la desesperaci¨®n.
La serie australiana se vale de la s¨¢tira social para desarrollar una especie de Ocean¡¯s Eight ca¨®tico en tono de comedia negra dram¨¢tica que tiene como protagonistas a un grupo de mujeres de la alta sociedad de S¨ªdney y a sus empleadas del hogar, de origen filipino. En el caso de las ricas, una fachada de ¨¦xito y felicidad esconde crisis personales y profesionales en vidas que se escapan de su control. Sus empleadas tratan de facilitar la vida a sus jefas mientras cargan (y esconden) sus propios dramas familiares.
La acci¨®n arranca con el robo de un valios¨ªsimo collar en la fiesta que tiene lugar en una de esas mansiones, para a continuaci¨®n narrar la planificaci¨®n y ejecuci¨®n de ese robo y sus consecuencias. Los cuatro cap¨ªtulos de la serie van de menos a m¨¢s. Le cuesta encontrar su tono, el comienzo in media res deja descolocado al espectador y la serie tarda un poco en colocar las fichas y en que la historia arranque. Pero superado el bache inicial, la trama coge ritmo y no lo suelta. Es f¨¢cil conectar con los personajes, cada uno con sus propios motivos para apuntarse a una confabulaci¨®n que, a pesar de las entusiastas mentes que tiene detr¨¢s, se intuye ca¨®tica. Y as¨ª es. Desde que empleadoras y empleadas se unen con la intenci¨®n de dar el golpe, todo fluye mucho mejor en la serie, con un humor ligero y una acci¨®n alocada, casi disparatada, que hace de su segunda mitad una constante sucesi¨®n de divertidos desprop¨®sitos y giros entretenidos.
Al frente del reparto se sit¨²a una Miranda Otto (El se?or de los anillos, Las escalofriantes aventuras de Sabrina, Homeland) desatada y d¨¢ndolo todo como la influencer y emprendedora cuya alianza con su ni?era (interpretada por la actriz filipino-estadounidense Aina Dumlao) ser¨¢ el punto de partida de la alocada trama criminal. Sospechosas inesperadas no tiene m¨¢s pretensiones que el muy loable ¡ªy nada sencillo¡ª reto de entretener y hacer que el espectador pase un buen rato, y lo consigue. Un pasatiempo muy digno que puede ser una buena opci¨®n para un marat¨®n de fin de semana.
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