Michael Schur: ¡°Prohibirle a la gente disfrutar del Mundial de Qatar no sirve de nada¡±
El venerado productor de ¡®The Office¡¯, ¡®Parks and Recreation¡¯, ¡®Brooklyn 99¡ä y ¡®Hacks¡¯ crea sus personajes y su comedia a trav¨¦s de la filosof¨ªa moral, un tema sobre el cual acaba de escribir un libro
Michael Schur (Michigan, 46 a?os), tit¨¢n de las series estadounidenses, tuvo un accidente de coche en 2005. No grave, pero s¨ª importante a la larga. ¡°Hab¨ªa que forzar mucho la vista para vislumbrar una rozadura en el parachoques del otro t¨ªo¡±, protesta hoy, por Zoom desde Los ?ngeles. El conductor, sin embargo, exig¨ªa que le repusieran el parachoques entero, lo que costar¨ªa 850 d¨®lares. ¡°Eran tiempos del Hurac¨¢n Katrina as¨ª que le ofrec¨ª donar ese dinero a la Cruz Roja si renunciaba al parachoques. Lo anunci¨¦ en el trabajo [el equipo de guionistas de The Office], y la gente empez¨® a ofrecer m¨¢s dinero para presionarle. Me vine arriba y cre¨¦ un blog, que se hizo viral, y al final sumaban 25.000 d¨®lares. Entonces empec¨¦ a sentirme mal por lo que estaba haciendo y empec¨¦ a llamar a profesores de Filosof¨ªa para entender por qu¨¦¡±.
Del incidente salieron tres cosas. Primero, un parachoques nuevo para el pobre conductor (m¨¢s 27.000 d¨®lares para la Cruz Roja). Segundo, la serie The Good Place (2016-2020, en Netflix), una aclamada comedia sobre el M¨¢s All¨¢ centrada en la filosof¨ªa moral, un ¨¦xito m¨¢s en la galer¨ªa de Schur junto con The Office (2005-2013) y Hacks (2021-2022), que produjo, y Parks & Recreation (2009-2015) y Brooklyn 99 (2013-2021), que cre¨®. Y tercero, C¨®mo ser perfecto (Roca, a la venta el 19 de mayo), donde este nominado al Emmy 19 veces resume todo lo aprendido leyendo a los grandes fil¨®sofos en un tratado de moralidad en que ense?a a ser, dentro de lo humanamente posible en este imposible mundo, buena persona.
Pregunta. Hacerse una idea de lo que significa ser buena gente, ?arruina la vida social?
Respuesta. No tiene que venir Immanuel Kant a decirte que la gente es un asco, eso ya es bastante evidente. Pero entender teor¨ªa ¨¦tica me permite identificar qu¨¦ es lo que me irrita tanto de los dem¨¢s y, tambi¨¦n, a no hacer yo cosas que ellos pueden encontrar irritantes. Esas cosas a lo mejor las he reemplazado por otras, como decirle a los dem¨¢s que lo que hacen resulta irritante, lo cual en s¨ª es irritante. No hay cura definitiva. Saber de ¨¦tica y filosof¨ªa moral ayuda, como ayuda saber de f¨²tbol cuando a tu equipo le meten un gol: entiendes por qu¨¦ te ha pasado esa desgracia.
P. Hablando de f¨²tbol, ?puede una persona ¨¦tica disfrutar del Mundial de Qatar, sabiendo que el pa¨ªs atenta contra los derechos de la mujer, el colectivo LGTBI, que los estadios se han construido en condiciones casi de esclavitud y docenas de personas han muerto en sus obras?
R. No creo que prohibir globalmente el disfrute del Mundial solucione nada. No es justo para nadie. Primero, el deporte es una fuente de diversi¨®n y, segundo, sustenta v¨ªnculos emocionales con nuestros amigos y familia. Es una parte crucial de la vida, de nuestra identidad y nuestra personalidad. No puedes decirle a los dem¨¢s que no se lo pasen bien con el Mundial. Se me ocurre decir: ¡°Disfruta del f¨²tbol pero s¨¦ consciente de que estos partidos se disputan en un lugar plagado de violaciones de derechos humanos ¡±. El mayor error que podemos cometer es ignorar todo lo triste para quedarnos con lo alegre. Es un error que se comete con frecuencia.
P. Nadie es solo bueno o malo. Pero imaginemos que alguien con poder, en lo peor de la covid, bloquea el acceso a cuidados hospitalarios a, por ejemplo, los ancianos en residencias de toda una comunidad, provocando o agravando miles de muertes. ?Eso c¨®mo lo valoramos?
R. No s¨¦ qu¨¦ explicaci¨®n podr¨ªa haber para que algo as¨ª se pueda considerar tolerable o permisible. Me cuesta imaginar que lo que describes no sea, simplemente, perverso. En EE UU, tambi¨¦n en la pandemia, hab¨ªa una planta de procesado de comida cuyas condiciones sanitarias no eran muy all¨¢. Sus dirigentes hac¨ªan apuestas para ver cu¨¢ntos de sus empleados pillar¨ªan covid: era un juego para ellos. Eso es pura maldad. Hay excepciones. Son dif¨ªciles de encontrar, pero las hay.
P. En el libro tambi¨¦n comenta que libertad es un t¨¦rmino m¨¢s hueco de lo que suena.
R. En Occidente, en cuanto un pol¨ªtico sentencia que algo puede suponer una cierta amenaza a la libertad, la gente pierde la cabeza. Es el ideal americano, algo que todo el mundo desea, y es verdad que nadie puede ser feliz si no siente que tiene margen para tomar sus propias decisiones. El problema es que a esta idea se le idolatra tanto que pocos se detienen a distinguir entre libertades buenas, malas y peores. A veces, el beneficio de tener libertad es poder sacrificarla por algo m¨¢s importante. El ejemplo m¨¢s obvio es 2020.
P. El concepto libertad fue una mina para seg¨²n qui¨¦n ese a?o.
R. Se nos pidi¨®, por el bien com¨²n, por contribuir a preservar la vida, alejarnos dos metros los unos de los otros y llevar una mascarilla: en caso alguno era un exceso tir¨¢nico. Nadie nos prohibi¨® vivir en nuestras casas, leer nuestros libros, escuchar nuestra m¨²sica. Pero como el concepto de libertad es tan intocable, un 30 o 40% de EE UU se rebel¨® contra esos mandatos y provoc¨® cientos de miles de contagios adicionales entre otros resultados terribles. No se me ocurre nada mejor que podamos hacer, como pa¨ªs, como planeta, que plantearnos el significado de la libertad y bajo qu¨¦ circunstancias estamos dispuestos a prescindir voluntariamente de una ochomillon¨¦sima parte de ella para salvar a nuestro vecino. Para que evitar que se repita algo terrible.
P. Una de sus mayores creaciones ha sido Leslie Knope, la entusiasta funcionaria de un diminuto ayuntamiento en Parks & Recreation (2009-2015), que ca¨ªa bien por su fe ciega en el sistema. Qu¨¦ tiempos, ?no?
R. Esa serie ten¨ªa una raz¨®n de ser muy concreta en un momento muy concreto: en 2008 los gobiernos nos estaban sacando de la crisis financiera. Nos parec¨ªa que hab¨ªa llegado el fin de la idea de que un gobierno es algo malo, perverso, una succionadora de libertades, algo que ven¨ªa de cuando Ronald Reagan dec¨ªa en los ochenta que las ocho palabras m¨¢s aterradoras del mundo eran: ¡°Vengo del gobierno y estoy aqu¨ª para ayudar¡±. Esa mentalidad se hab¨ªa mantenido casi un cuarto de siglo en EE UU y no entiendo por qu¨¦: es una forma muy simplista de entender el poder ejecutivo. Pero antes del estreno de Parks & Recreation, Obama acaba de rescatar varias industrias, como la del motor, con lo que salv¨® cientos de miles de empleos. La econom¨ªa resucit¨®, el sistema bancario no colaps¨®, la vida mejor¨® sistem¨¢ticamente para cientos de miles de personas. Pensamos, ?qu¨¦ ilusos!, que la fe en el sistema iba a durar. Leslie Knope encarnaba la idea de que, si la gente ve que el gobierno es en realidad un grupo de simp¨¢ticas personas empe?adas en crear un parque para que ellos puedan pasear y jugar al frisbi, esa gente va a quejarse igual. Pero es mejor hacer el parque que mandarlo todo al cuerno.
P. ?Sabe que los m¨¢s j¨®venes ven hoy esa serie como una estafa y un ejemplo de lo equivocados que estaban sus mayores?
R. Y lo entiendo. La vida de esta generaci¨®n, la de milenales j¨®venes y zetas, ha sido una sucesi¨®n de traiciones. Una y otra vez y otra vez se les han prometido cosas que luego se les han negado. Prosperidad, justicia clim¨¢tica, reforma social: cosas que deb¨ªan sostenerles a lo largo de las d¨¦cadas. Es normal que, si ven una serie donde el mensaje es: ¡°Trabajar duro es dif¨ªcil pero es lo mejor que puedes hacer¡±, respondan: ¡°?Pero d¨®nde est¨¢ la prueba? ?D¨®nde?¡±. Hasta los derechos reproductivos se los hemos quitado. No culpo a los j¨®venes por ser tan c¨ªnicos con nosotros.
P. Ahora produce Hacks (HBO Max), donde una muy ego¨ªsta c¨®mica veterana, Deborah Vance, se las ve con su eg¨®latra asistente, una comedianta milenial. ?Vivimos en las ant¨ªpodas del mundo ideal de Knope?
R. Leslie Knope ven¨ªa de la era Obama; Deborah Vance surgi¨® tras observar las batallas entre feministas de primera y tercera generaci¨®n. La serie habla de lo diferentes que son las luchas de la mujeres j¨®venes y las de m¨¢s edad. Podemos remontarnos a la campa?a electoral de Hillary Clinton: algunas chicas la miraban con recelo porque no les parec¨ªa suficientemente feminista y sus mayores les respond¨ªan: ¡°?C¨®mo se os ocurre criticarla? Ha sufrido ataques mis¨®ginos desde el primer d¨ªa. La intensidad y la pureza de tus ideales se deben a las batallas que ella libr¨® para que t¨² pudieras llegar al punto de exigir m¨¢s¡±. Las cosas han cambiado desde que lleg¨® Leslie Knope y hasta se estren¨® Hacks: a la televisi¨®n se le da muy bien registrar esos cambios. Nuestros personajes no son los mismos porque el mundo no es el mismo.
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