¡®Los marginados¡¯ de Carmen Sarmiento, televisi¨®n adulta
Desde octubre, cada mi¨¦rcoles RTVE Play ofrece un nuevo cap¨ªtulo, no ha perdido vigencia, sigue siendo la clase de serie que justifica una televisi¨®n p¨²blica
Hace unos d¨ªas, la escritora Leticia S¨¢nchez Ruiz se preguntaba qu¨¦ pasar¨ªa si su hijo viese las mismas pel¨ªculas que ella ve¨ªa en su infancia; si sentir¨ªa rechazo o miedo. A pesar de haber sido planteada en una red social, la cuesti¨®n origin¨® un debate constructivo ¡ªtodav¨ªa es posible en alguna¡ª acerca de aquella televisi¨®n de tan solo un canal y medio.
En mi casa quien delimitaba los contenidos adultos no eran los Televicentes ni Casimiro sino el noctambulismo paterno y mi habilidad para hacerme una con el tresillo. Recuerdo bien los lunes de Shogun, las desventuras de Richard Chamberlain en el Jap¨®n feudal. Que mis padres no eran los ¨²nicos que consent¨ªan tal libertinaje me consta porque el martes en el colegio muchas nos salud¨¢bamos con un ceremonioso konnichiwa. No me impact¨® su violencia ni el escaso sexo, s¨ª el contenido posterior: Los marginados, con aquella m¨²sica de Alberto Iglesias y Javier Navarrete que te hac¨ªa sentir mejor que ning¨²n rombo que te adentrabas en terreno adulto. Pod¨ªa disfrutarlo brevemente, la laxitud paterna ten¨ªa un l¨ªmite, lo suficiente para entender la diferencia entre ficci¨®n y documental; al contrario que los padecimientos de Chamberlain, los de los protagonistas de Los marginados no finalizaban con el The end.
Su directora, Carmen Sarmiento, consigui¨® con su impecable trabajo que muchas nunca nos plante¨¢semos la existencia de un techo de cristal, porque si aquella mujer joven y menuda pod¨ªa estar en medio de balaceras y conflictos ancestrales, a ver qui¨¦n iba a marcar un l¨ªmite a las que llegasen despu¨¦s. Un m¨¦rito m¨¢s de una periodista que hac¨ªa con sencillez todo lo que m¨¢s tarde hemos visto tan sobreactuado y sobreproducido. Desde octubre, cada mi¨¦rcoles RTVE Play ofrece un nuevo cap¨ªtulo, no ha perdido vigencia, sigue siendo la clase de serie que justifica una televisi¨®n p¨²blica.
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