Desmontando el mito de la gesti¨®n ejemplar de la pandemia en China
El documental ¡®El ambiguo origen del coronavirus en Wuhan¡¯ revela las mentiras, la censura y la inhumanidad en la respuesta de Pek¨ªn a la covid. Pero apunta que Occidente no est¨¢ para dar lecciones
Si se te hizo largo el Gran Confinamiento de 2020, imagina haberlo pasado en un r¨¦gimen represor que lo vigila todo. Y que casi tres a?os despu¨¦s sigues igual: en cuanto hay un positivo en un vecindario, encierran a todos, ponen vallas y patrullan los portales. As¨ª pasa en China, pa¨ªs que al principio de la crisis sanitaria se pon¨ªa como ejemplo de buena gesti¨®n. Alguno incluso dedujo que los gobiernos autoritarios tienen ventajas para afrontar algo as¨ª. Ahora los chinos est¨¢n hartos de confinamientos, y tienen el valor de protestar, mientras ven en la tele que el resto del mundo ya hace su vida normal, y hasta llena estadios.
El documental In the Same Breath, de HBO, se ha traducido en Espa?a con el tramposo t¨ªtulo de El ambiguo origen del coronavirus en Wuhan, pero no trata de d¨®nde sali¨® el bicho, si de un mercado de animales o de un laboratorio, nada de eso. Lo que s¨ª hace, y bien, es desmontar el mito de la gesti¨®n ejemplar. Primero Pek¨ªn neg¨® la enfermedad, y arrest¨® a ocho m¨¦dicos que dieron la voz de alarma; luego le quit¨® importancia; luego dijo que la ten¨ªa controlada; luego confin¨® Wuhan; luego confin¨® a todos. De principio a fin se emple¨® a fondo con la censura: necesitaba controlar el mensaje.
La directora estadounidense de origen chino Nanfu Wang, a la que la pandemia sorprendi¨® de visita en su tierra natal, construye un duro relato que contrasta la propaganda oficial y lo que pasaba en los hospitales, con grabaciones hechas muy en primera l¨ªnea. Vemos c¨®mo los centros sanitarios dejaban de admitir a pacientes, y algunos de ellos mor¨ªan en la calle. Y escuchamos los testimonios de los represaliados por contar la verdad.
Wang intercala escenas filmadas en Estados Unidos, adonde pudo volver, que habr¨ªan dado para otra pel¨ªcula. Metidas aqu¨ª con calzador lanzan el mensaje de que tampoco en Occidente estamos para dar lecciones sobre c¨®mo se manej¨® la pandemia. Es cierto. En Madrid, por ejemplo, se dej¨® morir a ancianos solos y sin atenci¨®n m¨¦dica. Y eso no tuvo coste electoral. En China, directamente, no existe el coste electoral. Pero alguna vez la gente dice basta.
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