Nina Menkes, cineasta: ¡°Las mujeres en la serie ¡®The Idol¡¯ valen menos que el papel de v¨¢ter¡±
La directora analiza en el documental ¡®Brainwashed: sexo, c¨¢mara y poder¡¯ la mirada t¨®xica en la industria del cine
Nina Menkes (California, 59 a?os) suelta una sonora carcajada al descubrir que algunos cr¨ªticos y tertulianos de cine espa?oles reconocieron en diciembre que jam¨¢s hab¨ªan visto Jeanne Dielman, 23, Quai du Commerce, 1080 Bruxelles. Se trata del drama de 1975 que dirigi¨® Chantal Akerman y que, seg¨²n la lista que cada diez a?os publica la revista brit¨¢nica Sight and Sound, se convirti¨® a finales de 2022 en la mejor pel¨ªcula de la historia del cine. ¡°No te creo, ?y dices que eran profesionales especializados?¡±, anuncia, abriendo bien los ojos, sentada c¨®modamente en una de las salas de La Bonne, el centro de cultura de mujeres de Barcelona, el pasado martes 27 de junio.
Como documentalista y directora de cine, Menkes particip¨® en la votaci¨®n que tanto dio que hablar por haber relegado a El padrino o V¨¦rtigo del olimpo del celuloide. ¡°Por supuesto que vot¨¦ a Jeanne Dielman, en su d¨ªa me impact¨® much¨ªsimo, es una obra maestra cinematogr¨¢fica¡±, cuenta, y anticipando la esencia de todo lo que expone en su documental Brainwashed: sexo, c¨¢mara y poder, a?ade: ¡°Este es exactamente el problema con los par¨¢metros que definen a las ¡®obras maestras¡¯: a esos cr¨ªticos les pasa como cuando un director (hombre) de un festival (lleno de directores, productores y guionistas, todos hombres) lee tu guion y piensa: ?Me identifico con este texto? ?Esta pel¨ªcula me est¨¢ hablando? Normalmente, las pel¨ªculas que aman esos hombres blancos y heterosexuales son las que les hablan solo a ellos porque reflejan su propia experiencia. Es decir, sujetos masculinos que miran objetos femeninos. Y ese es su mundo, ?sabes? Si dicen que no entienden o han ignorado deliberadamente a Jeanne Dielman es porque no apela al que consideran su universo¡±.
Invitada en las jornadas Acci¨® Dones Visuals, en Barcelona, para proyectar su documental y ofrecer una clase magistral sobre las consecuencias de habernos educado bajo la imposici¨®n de esa mirada masculina en el cine, Menkes, adem¨¢s de haber dirigido siete pel¨ªculas (entre ellas Phantom Love o Queen Of Diamonds) lleva compaginando esta ¨²ltima media d¨¦cada su labor como profesora en el Instituto de Artes de California con la de conferenciante por casi todo el planeta.
Tras la repercusi¨®n que tuvo su ensayo El lenguaje visual de la opresi¨®n: Harvey no operaba en el vac¨ªo que public¨® en la revista Filmmaker en 2017 y ofrecer m¨²ltiples charlas sobre por qu¨¦ el caso Weinstein no fue el de una sola manzana podrida en Hollywood, decidi¨® dirigir Brainwashed. Su objetivo: analizar c¨®mo la explotaci¨®n de la mujer tanto a nivel visual (cosificaci¨®n) como profesional (peor pagadas y sin acceso a las tomas de decisi¨®n) sostiene el negocio de la industria cinematogr¨¢fica de ¨¦xito. El documental se estren¨® en 2022 en el festival de Sundance, pas¨® por la Berlinale y la ha llevado a nuevo ciclo de conferencias por todo el globo. En la pel¨ªcula, que tard¨® dos a?os en montar y en la que participan un buen pu?ado de directoras, productoras y acad¨¦micas estadounidenses, se muestran planos y secuencias de hasta 175 de esas obras maestras del canon rodadas por Scorsese, Tarantino, Godard, Kubrick o Hitchcock, entre muchos otros. Im¨¢genes que prueban una de las teor¨ªas de la cinta: si la c¨¢mara es depredadora con las mujeres, la cultura tambi¨¦n lo ser¨¢.
El cebo de la belleza
¡°Si no has visto el documental, la forma m¨¢s simple de entender esto es centrarse entre la divisi¨®n entre sujeto y objeto¡±, explica para los no iniciados sobre por qu¨¦ el cine ha sido una herramienta propagand¨ªstica de la sumisi¨®n femenina. ¡°Mucha gente sabe que a las mujeres se las cosifica, pero no suele entender que no hay objeto sin relaci¨®n con un sujeto, porque un objeto no existe solo en el vac¨ªo. Y esta es una relaci¨®n de poder. El objeto (la mujer) pierde agencia, aunque a nuestros ojos esa imagen en la que aparece nos parezca la de una mujer seductora y bella. La gran lecci¨®n de todo esto es que si t¨² deconstruyes el dise?o de planos en el cine y lo analizas visualmente, entiendes que el glamur y la belleza se han usado como un cebo para que piquemos en el anzuelo del patriarcado, para enmascarar esa relaci¨®n de poder depredadora¡±.
Brainwashed muestra por qu¨¦ a los hombres y a las mujeres no se les graba ni se les coloca igual en plano: la c¨¢mara lenta, a ellas, siempre las hipersexualiza (Halle Berry y Ursula Andress saliendo del mar como chicas Bond); mientras que, para ellos, solo es requerida en escenas de acci¨®n y violencia (la batalla de las Term¨®pilas en 300). Los hombres siempre aparecen de cuerpo entero y vestidos. Ellas, como Rita Hayworth en La dama de Shanghai, se pueden pasar casi toda la pel¨ªcula en bikini y fragmentadas en plano, en espacios sin identificar, casi on¨ªricos por su encuadre, como si no pertenecieran a este mundo.
Pasaba y contin¨²a pasando: el primer¨ªsimo primer plano del trasero asomando por el minishort de Margaret Qualley en su secuencia con Brad Pitt en ?rase una vez en... Hollywood. El mismo encuadre con la vecinita de James Stewart observando al interior de su nevera en La ventana indiscreta. El lent¨ªsimo paneo al culo de Brigitte Bardot en El desprecio. Las adolescentes saltarinas con sus pechos bamboleando en el vestuario de los cr¨¦ditos iniciales de Carrie de Brian de Palma, mientras aparecen sobreimpresos sobres sus pezones los nombres de todos los hombres que capitaneaban los distintos equipos de la pel¨ªcula. Brainwashed es un torbellino de pruebas y cifras que desmantelan lo que la cinta etiqueta como una ¡°hipnosis global del poder masculino¡± a trav¨¦s del canon cinematogr¨¢fico.
Menkes asegura que las mujeres no solo son despojadas de poder en lo visual. En lo material, siguen perdiendo. ¡°En las universidades hay paridad de hombres y mujeres como estudiantes de cine, pero, curiosamente, el porcentaje entre directoras y directores en Hollywood es de un 9% de directoras frente al 91% de hombres. Las cifras corroboran que las mujeres rara vez alcanzan puestos con poder de decisi¨®n, siguen cobrando menos cuando lo consiguen y siempre tienen menos presupuesto para sus pel¨ªculas. Y aunque ganen premios con ellas, hasta sus campa?as de promoci¨®n cuentan con una partida publicitaria m¨¢s baja que si las ha dirigido un hombre¡±, destaca.
Frente a los t¨ªmidos avances de representaci¨®n y galardonadas en los grandes festivales de la ¨²ltima era, Menkes lo tiene claro: ¡°Este debate no se ten¨ªa hace cinco a?os, pero si hay m¨¢s mujeres en Cannes es porque estar¨ªan avergonzados si hoy en d¨ªa siguieran sin incluir a ninguna en competici¨®n. No creo que se haya avanzado tanto. Una muestra a la reacci¨®n del feminismo es que en esta ¨²ltima edici¨®n de Cannes, la pel¨ªcula que ha abierto el festival, Jeanne Du Barry, estaba dirigida por una cineasta [Ma?wenn] que se muestra esc¨¦ptica con el feminismo y que ha elegido a Johnny Depp como protagonista. Con esa elecci¨®n, el director de Cannes est¨¢ haciendo ante todos una declaraci¨®n de intenciones: nos est¨¢is obligando a poner a mujeres en competici¨®n, as¨ª que esto es lo que vais a ver en la gala de inauguraci¨®n¡±.
Una nueva mirada
Pese a la irrupci¨®n de cineastas como C¨¦line Sciamma o Ana Lily Amirpour, a las que destaca como cambio de paradigma y nueva mirada en su documental, Menkes cree que estamos muy lejos de una disrupci¨®n total en la industria. ¡°Solo tienes que ver lo que ha pasado con la serie The Idol en HBO, que ha vuelto a poner el sexo en pantalla, pero de qu¨¦ forma. Ah¨ª se romantizan las fantas¨ªas de violaci¨®n y la sumisi¨®n femenina. Las mujeres, en esa serie, valen menos que el papel de v¨¢ter. Es el ejemplo perfecto de lo que est¨¢ pasando: la empez¨® grabando una directora (Amy Seimetz) y decidieron que los 60 millones de d¨®lares que hab¨ªan invertido en grabar seis episodios se tirar¨ªan para que entrase The Weeknd y Sam Levinson como nuevos directores y cambiaran todo porque cre¨ªan que la perspectiva era demasiado feminista. Tampoco sirve que su protagonista (Lily-Rose Depp) diga que est¨¢ empoderada porque ella decide exhibirse as¨ª. Eso solo prueba que han picado, de nuevo, en el anzuelo de Hollywood¡±, apunta.
Menkes asegura que con Brainwashed no pretende cancelar a ning¨²n autor u obra ni caer en el mal llamado puritanismo. ¡°T¨² puedes ver una pel¨ªcula como Toro salvaje, por ejemplo, y decir que es una pel¨ªcula bella. Es un cine muy poderoso. Pero tambi¨¦n puedes sentir un conflicto con la pol¨ªtica sexual de la cinta y la forma en la que se trata a las mujeres. ?Deber¨ªas poder decir que has entendido que reproduce la dominaci¨®n masculina mientras finge llorar la p¨¦rdida del poder patriarcal, por lo que en realidad refuerza el poder patriarcal, ?no? Esto no va de cancelar, esto es una apuesta por alcanzar una nueva toma de conciencia. Y eso, m¨¢s que empeque?ecernos, es un acto liberador que nos engrandece¡±.
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