El ¡°buf¨®n del rey¡± que seduce a los franceses (y a los Macron)
¡®Secrets d¡¯Histoire¡¯, programa divulgativo sobre grandes personajes del pasado, lleva 16 a?os en antena con un discurso que disgusta a algunos historiadores
St¨¦phane Bern, estrella televisiva en Francia, acababa de almorzar aquel d¨ªa de mayo de 2015 con un senador y sal¨ªa en su autom¨®vil del Senado cuando, sin querer, estuvo a punto de atropellar a un peat¨®n que corr¨ªa a toda prisa. Era Emmanuel Macron, entonces ministro de Econom¨ªa. El joven ministro le dijo:
¡ª?Ah, St¨¦phane Bern! Mi mujer le adora, siempre vemos Secrets d¡¯Histoire.
Macron le pidi¨® el tel¨¦fono. Quince d¨ªas despu¨¦s Bern cenaba con Emmanuel y Brigitte Macron y ah¨ª naci¨® una amistad que todav¨ªa contin¨²a. Pero hay otro aspecto significativo en aquel episodio. Y es que lo que estableci¨® la conexi¨®n, la chispa de la amistad, fuera el popular programa de televisi¨®n que St¨¦phane Bern (Lyon, 59 a?os) presenta desde 2007 en la televisi¨®n p¨²blica francesa.
Secrets d¡¯Histoire (Secretos de la Historia) es un programa mensual de cerca una hora y cuarenta minutos de duraci¨®n sobre un personaje ilustre de la historia con predilecci¨®n, aunque no solo, por los reyes y reinas del pasado de Francia. El programa mezcla la divulgaci¨®n hist¨®rica, el documental sobre castillos y lugares del patrimonio franc¨¦s y europeo y la teatralizaci¨®n de episodios hist¨®ricos con actores.
Todo esto, bajo la batuta de Bern, el m¨¢s famoso de los especialistas en Francia en el mundo de los royals y en lo alto de las personalidades televisivas m¨¢s queridas en este pa¨ªs. Un tipo siempre sonriente, comunicador nato, sin aparentes aristas ideol¨®gicas ¡ªa menos que se tengan en cuenta sus simpat¨ªas mon¨¢rquicas en la Rep¨²blica que decapit¨® a un rey¡ª y bien conectado con los poderosos, sean reyes o jefes de Estado. Para hacerse una idea del programa: en meses recientes se han podido ver Secrets d¡¯Histoire dedicados a Nostradamus, el D¡¯Artagnan real, Luis XVI o el amor entre los escultores Auguste Rodin y Camille Claudel. En el pasado han merecido el privilegio, por citar solo dos personajes relacionados con Espa?a, Isabel la Cat¨®lica y Juan Carlos I.
?El secreto de Secrets d¡¯Histoire? St¨¦phane Bern al tel¨¦fono desde M¨®naco: ¡°Es did¨¢ctico en la forma, a veces incluso l¨²dico, y ligero en todo caso. Y muy riguroso en el fondo¡±.
En Francia, la mezcla de historia y espect¨¢culo es una especialidad. El ejemplo m¨¢s conocido es el Puy du Fou, el parque de ocio con sede en el oeste de Francia, en la vieja regi¨®n contrarrevolucionaria de la Vend¨¦e, que desembarc¨® en Espa?a en 2019. Como el Puy du Fou, Secrets d¡¯Histoire ofrece la Historia al alcance de todos los p¨²blicos. Como Puy du Fou, resalta la parte ¨¦pica y dram¨¢tica del pasado. Con el Puy du Fou, comparte un parentesco est¨¦tico: los cr¨ªticos lo llamar¨¢n kitsch; otros, experiencia inmersiva. Una voluntad, en todo caso, de encarnar la Historia en personajes y escenas vivas. Hay tambi¨¦n diferencias evidentes, como la ra¨ªz ideol¨®gica del Puy du Fou, fundado por el pol¨ªtico ultraconservador Philippe de Villiers; o algo en lo que insiste St¨¦phane Bern: ¡°Yo no hago espect¨¢culo y en lo que hago no hay ninguna ideolog¨ªa¡±.
?Qu¨¦ hace exactamente St¨¦phane Bern? En el trabajo de Bern y en Secrets d¡¯Histoire se proyectan muchos debates que atormentan la Francia actual. Uno de estos debates es el del llamado ¡°relato nacional¡±, t¨¦rmino que designa el proyecto de escribir una historia m¨¢s gloriosa de Francia que pueda inspirar y aglutinar a todo a un pa¨ªs dividido. Bern rechaza el t¨¦rmino de ¡°relato nacional¡±, porque dice que lo que ¨¦l hace no es relato ni ficci¨®n ni nacional. Y es europeo tambi¨¦n. Pero algunos historiadores le ha acusado de transmitir, bajo la p¨¢tina de una historia entretenida y sonriente de reyes y reinas ¡ªlos amor¨ªos, los dramas, las luchas de poder¡ª una cierta idea de Francia y del pasado.
En un ensayo publicado en 2013 y titulado Los historiadores de guardia, un grupo de historiadores denunciaba ¡°un retorno con fuerza de [un] tipo de relato retr¨®grado e identitario¡± que pretend¨ªa ¡°fijar para siempre el relato hist¨®rico en un marco nacional y heroico¡±. El libro apuntaba sobre todo a divulgadores y autores de superventas como Lor¨¤nt Deutsch o Franck Ferrrand. Pero tambi¨¦n inclu¨ªa a St¨¦phane Bern, calificado ir¨®nicamente como el ¡°oso mimos¨ªn¡± de esta corriente, pues, seg¨²n los autores, ser¨ªa su versi¨®n m¨¢s amable y simp¨¢tica.
¡°Lo que le reprochamos no es que sea divulgativo, sino que elija temas para hablar de la historia de Francia, y no solo de Francia, que giran en torno a grandes personajes, notablemente reyes y reinas, en detrimento de una visi¨®n m¨¢s social y, digamos, m¨¢s republicana de la Historia¡±, dice por tel¨¦fono Christophe Naudin, coautor de Los historiadores de guardia. Este historiador considera que el argumento de fondo de los programas de Bern es que la edad de oro de Francia es la monarqu¨ªa, que son los grandes personajes, y no el pueblo, los que han hecho su Historia, y que la Revoluci¨®n ¡°es un momento de violencia y p¨¦rdida de referencias¡±. ¡°Tiene derecho a pensarlo¡±, contin¨²a, ¡°pero lo que se le reprocha es el lugar que ocupa en los medios franceses¡±. Naudin, sin embargo, a?ade un matiz: ¡°Desde que publicamos el libro, ha habido cap¨ªtulos de Secrets d¡¯Histoires interesantes y tengo la impresi¨®n de que ha tenido un poco en cuenta las cr¨ªticas¡±.
¡°Yo parto del principio¡±, dice Bern, ¡°de que la historia puede explicarse por medio de historias que nos resultan familiares, historias sobre la vida de personas que han compartido con nosotros las pasiones humanas, que son el amor, el poder y el dinero. Esto es as¨ª desde Julio C¨¦sar hasta Nicolas Sarkozy¡±. Su obsesi¨®n es que se interese por la historia el gran p¨²blico y en particular los j¨®venes. ¡°?Yo nunca he dicho que sea un historiador! ?Soy un contador de historias!¡±.
?Reaccionario? ¡°Bajo el pretexto de que hablamos de reyes, reinas y personajes ilustres de nuestra historia se considera que esto es reaccionario, pero si usted mira el programa, en ning¨²n momento hago pol¨ªtica, ni digo lo que yo pienso. Nadie puede adivinar mis opiniones. Pongo la misma empat¨ªa para hablar de[l revolucionario] Danton que de Luis XIV¡±. Cuando se le pide que se defina ideol¨®gicamente, responde: ¡°Ante todo soy dem¨®crata. Me gusta la alternancia¡±. Explica sus simpat¨ªas mon¨¢rquicas por sus or¨ªgenes luxemburgueses. ¡°En el plano de la sociedad¡±, a?ade, ¡°soy m¨¢s bien de centroizquierda: he militado por el matrimonio homosexual y contra el racismo y el antisemitismo¡±. Hace unos a?os pos¨® junto a su compa?ero en la portada de la revista Paris Match.
Otro reproche que se le ha hecho ha sido el de su cercan¨ªa al poder. Qui¨¦n sabe, quiz¨¢ en un Secrets d¡¯Histoire dentro de cien a?os, o su equivalente, aparezca St¨¦phane Bern cuando se hable de la corte del rey Macron.
¡°Soy el buf¨®n del rey¡±, declara. ¡°El buf¨®n es el que pod¨ªa decir todo a condici¨®n de ser divertido, y era lo que garantizaba su impunidad. No soy un cortesano, y el presidente lo sabe¡±.
Macron, tras conquistar el poder en 2017, le encarg¨® una misi¨®n no remunerada para preservar el patrimonio en Francia. Hoy las conversaciones entre ambos versan sobre esta misi¨®n oficial, pero tambi¨¦n discuten sobre cuestiones como las ¨¦olicas (Macron a favor; Bern en contra). Y a veces habla, con Emmanuel pero sobre todo con Brigitte, de Secretos de la Historia.
¡°?l tambi¨¦n me hace comentarios¡±, puntualiza Bern. ¡°Siempre amables¡±.
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