¡®Romper el silencio¡¯: la vejaci¨®n de las futbolistas antes de S¨ªdney

Circula por las redes un v¨ªdeo en el que el que fue seleccionador espa?ol Ignacio Quereda pellizca los dos mofletes de una futbolista antes de besarla (en uno de ellos), a otra le da un tir¨®n de la oreja, a otra una colleja. Pertenece al reportaje Romper el silencio. La lucha de las futbolistas de la Selecci¨®n, un cap¨ªtulo de 2021 de la serie Informe+, que Movistar Plus+ ha vuelto a colocar, oportunamente, muy destacado en su men¨². Quereda fue mantenido durante ?27 a?os! al frente de la selecci¨®n a pesar de que nunca gan¨® nada. Estaba protegido por ?ngel Mar¨ªa Villar, que fue presidente de la federaci¨®n durante ?29 a?os! antes de ser inhabilitado por la justicia, que si no nunca se iba.

El cap¨ªtulo es breve, de 30 minutos, pero demoledor. La acumulaci¨®n de testimonios apabulla, te preguntas c¨®mo pudo pasar eso tanto tiempo. Ni Quereda ni Villar quisieron dar su versi¨®n. Entiendes que el hartazgo de las futbolistas viene de muy atr¨¢s, que responde a algo muy arraigado. Que lo que pas¨® en S¨ªdney, y lo que se dijo despu¨¦s en Las Rozas, no era m¨¢s que ¡°la gota que desbord¨® el vaso¡±, como ha dicho Jenni Hermoso, el colmo de una ¡°cultura manipuladora, hostil y controladora¡±, tambi¨¦n en sus palabras. Las de la Roja son ahora campeonas del mundo, y eso las ha empoderado. Durante mucho tiempo, sin ¨¦xitos de los que presumir, se las ha tratado con condescendencia y prepotencia, cuando no con abuso manifiesto, en una instituci¨®n que rebosa testosterona y prejuicios. Qu¨¦ no pasar¨¢ en el deporte aficionado o escolar.

Quereda soltaba a las seleccionadas lindezas como ¡°t¨² lo que necesitas es un macho¡± o ¡°vaya plaza de toros que tienes¡±. Sol¨ªa dirigirse a ellas como ¡°chavalitas¡±, aunque a las catalanas las llamaba ¡°polacas¡±. Era obligado, vaya usted a saber por qu¨¦, tener las puertas abiertas en los dormitorios durante la concentraci¨®n. Muchas coinciden en que disfrutaba humillando a las deportistas. A Vicky Losada le dijo, tras sentarla en el banquillo por un error: ¡°Siempre ser¨¢s una mediocre y nunca llegar¨¢s a nada¡±.

Sostenido en el tiempo, el maltrato se convierte en el marco dominante. Las seleccionadas por primera vez ve¨ªan c¨®mo se comportaba el t¨¦cnico con las veteranas y lo interiorizaban. Al ¨²nico Mundial para el que se clasific¨® el equipo nacional de Quereda, en Canad¨¢ en 2015, llegaron con tres d¨ªas de antelaci¨®n, para jugar con jet lag, sin haber estudiado a los rivales ni haber jugado amistosos preparatorios.

Lo tremendo es que la continuidad del entrenador nunca se discuti¨®, a pesar de que se conoc¨ªan sus m¨¦todos y sus pobres resultados. Se advirti¨® reiteradamente a sus jefes. La rebeli¨®n de las ahora campeonas del mundo contra una tradici¨®n vejatoria no es la primera ni la segunda: es la cuarta. Antes del comunicado de Futpro del pasado viernes, antes del mot¨ªn de las 15 de hace un a?o que pagaron tan caro la mayor¨ªa de firmantes, hubo dos enfrentamientos de las futbolistas con Quereda. En 1996, las jugadoras escribieron (a bol¨ªgrafo sobre un folio del hotel Wisby en Suecia) que no soportaban m¨¢s la intimidaci¨®n, el abuso de autoridad, el ataque continuado a su autoestima. Quereda, dec¨ªan las jugadoras, ¡°menosprecia el f¨²tbol femenino en general por ser un desconocedor de esta parcela¡±. Villar rompi¨® la carta. Mar¨ªa Teresa Andreu, la mujer que hab¨ªa construido el f¨²tbol femenino en la federaci¨®n, se posicion¨® con las jugadoras, choc¨® con el intocable Quereda y acab¨® tirando la toalla en 1998.

El fiasco en Canad¨¢ en 2015 (un punto en tres partidos) fue la puntilla. Vero Boquete, la estrella de aquella generaci¨®n, jugaba en equipos extranjeros m¨¢s profesionales, en ese momento en el PSG, y cuenta que le resultaba deprimente volver a una selecci¨®n con m¨¦todos at¨¢vicos. Del Mundial, dice, ¡°me queda la espina de no haber disfrutado tanto¡± por culpa del ambiente t¨®xico. Tras ese torneo lleg¨® la segunda carta, hecha p¨²blica. Quereda se neg¨® inicialmente a dimitir, pero se quit¨® de enmedio, sin dar explicaciones, y lleg¨® Jorge Vilda. Con otro estilo, pero muy decidido a tomar represalias contra las rebeldes, entonces como hace un a?o. En 2017, Villar fue encarcelado e inhabilitado; tras ¨¦l lleg¨® Luis Rubiales. Hizo falta que las futbolistas ganaran un Mundial para que su fuerza haya removido todo. La pregunta es si esta vez s¨ª se podr¨¢ decir, de una vez por todas, que se acab¨®.

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