100 a?os de Marlon Brando, una divinidad en s¨ª mismo
En el centenario de su nacimiento, TCM dedica los mi¨¦rcoles del mes a las pel¨ªculas de un actor inigualable, que representa tanto la rebeld¨ªa como la pol¨¦mica, tanto la genialidad como el desapego hacia su profesi¨®n
Marlon Brando. Su solo nombre basta. De muy pocos se puede decir algo similar. Brando es Brando. En la segunda d¨¦cada del nuevo siglo, los ¨ªdolos de la pantalla son Timoth¨¦e Chalamet o Zendaya. El signo de los tiempos. De malos tiempos.
Brando represent¨® en el cine el inconformismo y la rebeld¨ªa. Tambi¨¦n la genialidad actoral. Eran los a?os cincuenta del pasado siglo. Quiz¨¢ hace una eternidad, pero solo en la vida real, mucho menos importante que la vida de la pantalla. Rod¨® su primera pel¨ªcula, Hombres, con 26 a?os y la segunda, Un tranv¨ªa llamado deseo, lo convirti¨® de i...
Marlon Brando. Su solo nombre basta. De muy pocos se puede decir algo similar. Brando es Brando. En la segunda d¨¦cada del nuevo siglo, los ¨ªdolos de la pantalla son Timoth¨¦e Chalamet o Zendaya. El signo de los tiempos. De malos tiempos.
Brando represent¨® en el cine el inconformismo y la rebeld¨ªa. Tambi¨¦n la genialidad actoral. Eran los a?os cincuenta del pasado siglo. Quiz¨¢ hace una eternidad, pero solo en la vida real, mucho menos importante que la vida de la pantalla. Rod¨® su primera pel¨ªcula, Hombres, con 26 a?os y la segunda, Un tranv¨ªa llamado deseo, lo convirti¨® de inmediato en un referente interpretativo. Antes ya hab¨ªa despuntado en las tablas del teatro, reci¨¦n salido de la legendaria escuela de interpretaci¨®n Actor?s Studio, donde se empap¨® de las t¨¦cnicas del ¡®m¨¦todo Stanislavski¡¯ de la mano de mitos como Stella Adler y Lee Strasberg. Por sus aulas pasaron estrellas como Montgomery Clift, James Dean, Steve McQueen, Paul Newman, Robert DeNiro, Al Pacino, Julie Harris y Sissy Spaceck. Pero en el momento de la eclosi¨®n de Brando, en 1956, James Dean llevaba muerto un a?o y Paul Newman despuntaba con Marcado por el odio aunque, durante varios a?os, sus interpretaciones tomaron como modelo el estilo actoral de Brando.
S¨ª, Brando es Brando. El 3 de abril de 2024 hubiera cumplido 100 a?os, y con tal motivo, TCM le dedica una retrospectiva con algunas de sus pel¨ªculas. Es cierto que en su filmograf¨ªa abundan las pel¨ªculas mediocres, en las que se embarcaba sin motivos razonables, pero tambi¨¦n hay muchas obras maestras y otras tantas cimas actorales. Domin¨® las pantallas con suficiencia en los a?os cincuenta y, parcialmente, en los sesenta, y trabaj¨® con los cineastas m¨¢s grandes de su tiempo. ?Hasta lo dirigi¨® Charles Chaplin en la a¨²n incomprendida La condesa de Hong Kong! Y, cuando su figura parec¨ªa diluirse, llegaron en 1972 El padrino y El ¨²ltimo tango en Par¨ªs, dos trabajos al alcance de unos pocos genios, de unos pocos elegidos. Desde entonces, y hasta 1979, solo un par de pel¨ªculas irrelevantes hasta que llegase Apocalypse Now, en la que ¨²nicamente unos minutos en la pantalla sirvieron para ver de nuevo al m¨¢s grande. Tan grande, que su sola presencia hac¨ªa explotar la pel¨ªcula en una febrilidad inimaginable.
De Brando se he dicho, y casi siempre con toda la raz¨®n, que era un actor descuidado, incluso prepotente, aficionado a la improvisaci¨®n. Francis Ford Coppola lo supo muy bien en Apocalypse Now, pese a que el resultado apagase las calamidades sufridas. Desde esa pel¨ªcula hasta su ¨²ltima obra en 2001 solo pueden rese?arse filmes indignos de su talento. Mediocridades a las que contribuy¨® el propio Brando con su progresivo desinter¨¦s hacia el cine y su acercamiento a los honorarios desmesurados. ?Tir¨® su carrera a la basura? Bien, si hubiera sido un actor preocupado por su carrera, s¨ª, desde luego. Pero a Brando lo que le importaba era Brando.
El canal TCM repasa algunas de sus mejores pel¨ªculas en un ciclo que se desarrolla durante todos los mi¨¦rcoles del mes de abril. Supone un perfecto acercamiento a la obra del actor porque incluye pel¨ªculas maravillosas y otras que no lo son tanto. La cita comienza de buena manera el d¨ªa 3, en que el canal emite Reflejos en un ojo dorado, un asfixiante drama con John Huston como director, Rebeli¨®n a bordo, un cl¨¢sico del cine de aventuras con Brando en todo su esplendor, y Superman, la obra por la que el actor cobr¨® unos honorarios desmesurados, hist¨®ricos, por aparecer poco m¨¢s de diez minutos en pantalla. El resto de los mi¨¦rcoles de mes, TCM se llenar¨¢ de pel¨ªculas, como el d¨ªa 10, que re¨²ne La condesa de Hong Kong y ?Viva Zapata! y Un tranv¨ªa llamado deseo, las dos pel¨ªculas que rod¨® a las ¨®rdenes de Elia Kazan. El d¨ªa de la despedida, el mi¨¦rcoles 24, llegar¨¢, entre otras, Julio C¨¦sar, donde Mankiewicz convirti¨® a Brando en la mejor encarnaci¨®n del Marco Antonio de Shakespeare que pueda imaginarse un cin¨¦filo. En esos tiempos, era mucho m¨¢s que un actor. Era la electricidad interpretativa con forma humana, la divinidad en s¨ª mismo. Su mon¨®logo ante el pueblo de Roma supone una cima estelar, sideral, de la interpretaci¨®n en el cine. Supone uno de los estallidos de genialidad m¨¢s absolutos de la historia de la imagen en movimiento. S¨ª, Brando es Brando. En estos tiempos, conviene no olvidarlo.
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