La tele y el verano
Me acuerdo de esa ¨¦poca en la que los pol¨ªticos se iban de vacaciones y la tele se llenaba de programas fresquitos, los plat¨®s y los micr¨®fonos repartidos entre las playas y las fiestas populares
El reloj del horno marca las 13.38. Espero a que las patatas cocidas se enfr¨ªen antes de hacer la ensalada. Enciende la tele de la cocina el menor de la casa, que me recuerda que Teledeporte es el canal n¨²mero 30. Me pone la cabeza como una lavadora en pleno centrifugado habl¨¢ndome del plan del d¨ªa. Hay tiro ol¨ªmpico, a ver qu¨¦ pasa con la selecci¨®n de baloncesto femenina, qu¨¦ mal vamos con el f¨²tbol, qu¨¦ pasar¨¢ con Nadalcaraz. Yo no quiero decirle que a sus preocupaciones le doy una importancia relativa, porque tengo que hacer la comida, y revisar que no se me olviden los suplementos vitam¨ªnicos, el l¨ªquido de las lentillas y no s¨¦ cu¨¢ntas cosas m¨¢s antes de irnos de vacaciones. Que, como siempre, llevar¨¦ tres neceseres de los que luego s¨®lo utilizar¨¦ uno, que me acuerdo de mi madre cuando dec¨ªa aquello de: ¡°Hay vacaciones para todos menos para las mujeres¡±. Volver¨¦ a acordarme de ella y de esa frase cuando ajuste la s¨¢bana bajera de la cama en la que dormir¨¦ las dos pr¨®ximas semanas. ¡°Mam¨¢, dime que habr¨¢ wifi, porque yo tengo que seguir los Juegos¡±, me dir¨¢ la criatura. Le responder¨¦ que lo confirme con su padre.
Mi cabeza se reparte entre la comida, las maletas y la comparecencia del d¨ªa de Pedro S¨¢nchez para hacer balance del curso. Me acuerdo de esa ¨¦poca en la que los pol¨ªticos se iban de vacaciones y la tele se llenaba de programas fresquitos, los plat¨®s y los micr¨®fonos repartidos entre las playas y las fiestas populares. Las verbenas, los nuevos sabores de helado, las pieles quemadas de ahora, los melanomas del futuro.
Cuando acabemos de comer, mientras descubro que los aciertos en el tiro ol¨ªmpico se resumen en que el disco se convierta en polvo color rosa Barbie, mirar¨¦ la ingente cantidad de bultos que necesitamos para dos semanas fuera de casa. Y entre todos ellos habr¨¢ uno, el m¨¢s peque?o e imprescindible para la convivencia familiar de estos tiempos. El ordenador, con las pel¨ªculas y las series reci¨¦n descargadas para evitar perturbaciones. Para que una familia digital como la nuestra pueda seguir viendo The White Lotus y Hacks, las pel¨ªculas por si llueve o simplemente hay cansancio. Como si llev¨¢ramos poco. Como si no hubiera tele en el apartamento. La tele en la que veremos tambi¨¦n los JJ OO. ?D¨®nde tendr¨¢n memorizado Teledeporte?
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