El placer que no engorda, no enferma y no es pecado
En 2025 el caf¨¦ se puede convertir en una interesante herramienta diplom¨¢tica latinoamericana ante la entrante Administraci¨®n Trump
Se acab¨® este a?o y nos deja respuestas y tambi¨¦n preguntas. Los analistas de todo tipo nos dir¨¢n qu¨¦ fue lo mejor y qu¨¦ lo peor y nos predir¨¢n elocuentemente lo que traer¨¢ el 2025. Unos acertar¨¢n y otros nos contar¨¢n luego el porqu¨¦ de sus desatinos.
Estados Unidos, por su parte, empieza un ciclo que los pesimistas llamar¨¢n desastroso y nos explicar¨¢n que la Administraci¨®n Trump es de bullies globales, mientras que otros nos dir¨¢n que por fin el pa¨ªs va a recuperar su grandeza perdida en los ¨²ltimos a?os. Ya veremos quienes tienen raz¨®n y quienes no. Lo cierto es que ¡ªa diferencia de la vez pasada¡ª Trump ha dejado de ser un celebrity metido en pol¨ªtica, a ser un l¨ªder pol¨ªtico con un pasado de celebrity. Y en este contexto, independientemente de la opini¨®n que se tenga de ¨¦l, la migraci¨®n ilegal, especialmente de pa¨ªses latinoamericanos, casi todos productores de caf¨¦, seguir¨¢ en la primera p¨¢gina de las discusiones.
Es que el caf¨¦ tiene muchas caras. Jerry Seinfeld es uno de los mejores comediantes de los Estados Unidos. Salt¨® a la fama con la exitosa comedia Seinfeld, que se produjo entre 1989 y 1998. Buena parte de la serie suced¨ªa en una cafeter¨ªa o coffee shop. M¨¢s adelante, en 2012, cre¨® Comedians in Cars getting Coffee, o ¡°Comediantes en Autos tomando Caf¨¦¡±, en una plataforma de streaming. En ¨¦l, Seinfeld desarrolla conversaciones con otros comediantes sobre diversos temas como sus vidas y sus carreras, en forma muy casual, siempre alrededor de una taza de caf¨¦. M¨¢s recientemente, en una entrevista con Jimmy Fallon, dec¨ªa Seinfeld que ¡°el caf¨¦ es la parte m¨¢s importante de la vida humana. Cuando llegues al final de esta vida, antes de pasar a lo que sea que siga, creo que es muy posible que tu ¨²ltimo pensamiento sea: ese fue un buen caf¨¦¡±, para a?adir luego que ¡°el caf¨¦ es lo ¨²nico que est¨¢ 100% de tu lado. Cada d¨ªa. Cada taza¡±.
Su forma de hablar ¡ªgr¨¢fica y humor¨ªstica¡ª en realidad refleja lo que para muchos de nosotros es una taza de caf¨¦. El momento de paz de la ma?ana, la ocasi¨®n de hacer sobremesa con la familia o compartir con los amigos, un caf¨¦ helado en el verano o el famoso Kaffee und Kuchen ¡ªcaf¨¦ y pastel¡ª una verdadera instituci¨®n para los alemanes o en cualquier caf¨¦ en Viena y, hoy por hoy, en el mundo.
Adem¨¢s del placer que nos da el aroma y sabor del caf¨¦ ma?anero, o un espresso o cortadito despu¨¦s del almuerzo o a media tarde conversando con amigos, ahora la Administraci¨®n de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), incluy¨® al caf¨¦ dentro de su lista como alimento saludable. Es decir que, oficialmente, ahora el caf¨¦ tiene el sello de healthy. Y no es que no supi¨¦ramos por m¨²ltiples estudios que ese maravilloso grano tostado y molido, proveniente de ?frica (de Yemen o de Etiop¨ªa, seg¨²n a quien se le pregunte), era saludable. Pero el aval gubernamental del gobierno del mayor consumidor de caf¨¦ del mundo, es una buena noticia.
Lo saludable y social del caf¨¦, sin embargo, no se queda en quienes solo lo toman. Las comunidades que lo producen son ¡ªen su gran mayor¨ªa¡ª peque?os productores dispersos en m¨¢s de 60 pa¨ªses, con cultivos promedio menores a dos o tres hect¨¢reas. El caf¨¦ es un gran generador de tejido social. En Colombia, por ejemplo, estudios muestran que en las comunidades tradicionalmente cafeteras, la intensidad del conflicto armado fue menor. Las personas que lo producen son buenas, enamoradas de lo que hacen y de su tierra, aunque a veces el cultivo dif¨ªcilmente les da para vivir.
Y es que no todo es color de rosa. La cadena de valor es altamente inequitativa: mientras otros eslabones, como tostadores, comercializadores, cadenas de cafeter¨ªas, etc., obtienen una muy buena rentabilidad, el ingreso de los productores no les permite a muchos prosperar. El cambio clim¨¢tico tambi¨¦n hace de las suyas, afectando la producci¨®n y por ende el ingreso de los cafeteros, especialmente de la especie Ar¨¢bica, cosechada mayormente en Am¨¦rica Latina.
La volatilidad de los precios del caf¨¦ verde ¡ªgenerada entre otros por las condiciones clim¨¢ticas que afectan la producci¨®n¡ª dificulta a¨²n m¨¢s las cosas. La forma como se vende una gran parte del caf¨¦ en el mundo es a futuro, es decir, con acuerdos en que la industria compra a un precio acordado hoy, pero la entrega por el productor y el pago se realizan en una fecha futura que tambi¨¦n se acuerda. Grandes movimientos en el precio hacen muy dif¨ªcil que el productor ¡ªy su comprador¡ª puedan programar adecuadamente. A manera de ejemplo actual, si bien en este momento el precio por libra de caf¨¦ ar¨¢bica est¨¢ por encima de 3,20 d¨®lares, hasta el primer trimestre de 2024 estuvo por debajo de $2 y en febrero de 2020, antes de la pandemia, el precio estaba alrededor $1. Tambi¨¦n sucede lo opuesto. Es excelente que el productor reciba el mejor precio posible. Pero ojal¨¢ esta fuera la constante y no el resultado coyuntural de factores externos.
En Am¨¦rica Latina, desde Brasil hasta M¨¦xico, pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses producen caf¨¦. Algunos en el Caribe tambi¨¦n. A su vez, el mapa de la migraci¨®n ilegal desde Colombia hacia el norte, coincide en buena parte con pa¨ªses cafeteros. Y, si bien es dif¨ªcil tener estad¨ªsticas exactas, muchos de los migrantes ilegales de pa¨ªses como Guatemala, El Salvador u Honduras, vienen de zonas cafeteras. ?No ser¨¢ que una parte de la soluci¨®n, si la Administraci¨®n Trump quiere reducir el n¨²mero de migrantes, es acompa?ar las medidas que vaya a tomar con apoyos a los pa¨ªses productores de caf¨¦, especialmente a las comunidades que producen el grano?
Donald Trump no toma caf¨¦, ni es latinoamericano. Pero Marco Rubio, su secretario de Estado, s¨ª lo es, y seguramente en su casa el caf¨¦ se disfruta cada d¨ªa, por su origen, por el ancestro colombiano de su esposa y por la importancia econ¨®mica, social y pol¨ªtica del grano en la regi¨®n, que ¨¦l seguramente entiende.
Rubio es un conocedor de los temas internacionales y especialmente latinoamericanos y tiene una historia familiar de dificultades y ¨¦xito como hijo de inmigrantes cubanos. Es, adem¨¢s, el latinoamericano con el cargo m¨¢s alto en la historia y ya ha sido precandidato presidencial, y sin duda tiene aspiraciones de lanzarse de nuevo. Por eso, puede ser un buen interlocutor para Am¨¦rica Latina. Como miembro de la creciente comunidad latinoamericana que representa hoy casi el 20% de la poblaci¨®n de Estados Unidos, no es exagerado decir que el nuevo secretario de Estado se juega su futuro pol¨ªtico en los pr¨®ximos cuatro a?os. En todo el pa¨ªs: no solo con los cubano-americanos y no solo en la Florida.
Como dec¨ªamos al principio, este es un a?o de retos y sobrar¨¢n las predicciones y correcciones. Lo que definitivamente no es una predicci¨®n, sino una realidad, es que el caf¨¦ ¡ªadem¨¢s de todos sus dem¨¢s beneficios¡ª se puede convertir en una interesante herramienta diplom¨¢tica latinoamericana. El caf¨¦ no solo debe ser sano para quien lo procesa o se lo toma: tambi¨¦n lo debe ser para quienes lo producen.
No quiero cerrar esta columna sin enviar mis mejores deseos por un 2025 lleno de felicidad y prosperidad a mis lectores, pero especialmente a quienes producen nuestro caf¨¦ de cada ma?ana en nuestra regi¨®n y en el mundo, y particularmente a los de mi Colombia natal.
Se dice popularmente que todo lo que da placer engorda, enferma o es pecado. Todo, a diferencia del caf¨¦, que da gran placer, pero no engorda, no enferma y no es pecado. ?Feliz y Pr¨®spero 2025!
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