Las futbolistas colombianas se abren paso en medio de la desigualdad

Herlinda Alegr¨ªa lleg¨® con su hija de cinco a?os tomada de la mano a la cancha de f¨²tbol del pueblo. En Villagorgona, un corregimiento en la regi¨®n Pac¨ªfico de Colombia, la acept¨® un club aficionado donde solo entrenaban hombres. Los padres de la ni?a atendieron su deseo de infancia: no quer¨ªa mu?ecos sino guayos (zapatillas) y un bal¨®n. Desde sus primeros pasos jugaba pateando el biber¨®n por los rincones de la casa. Cuando creci¨® fue desgastando, unos tras otros, los pares de zapatos en las calles destapadas del barrio. ¡°No hab¨ªa zapatos que le duraran¡±, recuerda la madre de Linda Caicedo. Empez¨® a formarse en una escuela de ni?os y hoy se destaca en la selecci¨®n subcampeona de la Copa Am¨¦rica Femenina 2022.

A sus 17 a?os, Caicedo marc¨® el gol de la victoria ante Argentina que clasific¨® a Colombia a la final. Esta morena de juego alegre re¨²ne la magia de la velocidad, rapidez mental y gambeta para confundir al oponente. La joven revelaci¨®n demostr¨® que el talento no tiene g¨¦nero y que ni sus padres, ni sus primeros entrenadores, se equivocaron al ignorar los estereotipos que han marcado al f¨²tbol femenino para abrirle camino. La selecci¨®n colombiana no solo logr¨® su tercer subcampeonato en la Copa Am¨¦rica sino el cupo al Mundial Australia-Nueva Zelanda 2023 y a los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs 2024. Las divisiones Sub-17 y Sub-20 tambi¨¦n est¨¢n clasificadas al mundial. Ha sido un a?o glorioso.

¡°Vali¨® la pena luchar, entregar tanto y sembrar hasta con l¨¢grimas de sangre¡±, sostiene Myriam Guerrero, la primera capitana de la selecci¨®n de mayores en el Sudamericano Femenino de 1998, el primero de esta categor¨ªa en el que particip¨® Colombia. El triunfo de las jugadoras es resultado del m¨¢s largo y exigente partido de sus vidas: la resistencia ante una discriminaci¨®n estructural y la b¨²squeda de igualdad. ¡°Las canchas de f¨²tbol antes eran un templo exclusivo de los hombres¡±, rememora la mujer de 58 a?os. En sus inicios, recib¨ªan camisetas de un tama?o para hombres que deb¨ªan adaptar a la medida de su cuerpo. En talento, las mujeres han sabido dar la talla.

M¨¢s de 20 a?os despu¨¦s, sin embargo, la falta de equidad no ha desaparecido por completo de las canchas. En su debut en la Copa Am¨¦rica, la selecci¨®n colombiana levant¨® sus pu?os mientras sonaba el himno nacional, en una protesta silenciosa ante la falta de condiciones dignas. Fue la primera vez que se expresaron colectivamente. Lo hicieron alzando sus brazos y no la voz por antecedentes de vetos. Jugadoras como Isabella Echeverri y Yoreli Rinc¨®n, quienes se atrevieron a hacerlo a?os atr¨¢s no volvieron a ser convocadas a la selecci¨®n. Echeverri es defensora en el club mexicano Rayadas de Monterrey y Rinc¨®n forma parte de la Sampdoria italiana.

Los hombres en el f¨²tbol colombiano ganan entre 10 y 30 veces o m¨¢s que las mujeres, como sucede en otros pa¨ªses, especialmente, de Am¨¦rica Latina. Brasil, que venci¨® 1-0 a Colombia en la final, es el ¨²nico de la regi¨®n con igualdad salarial. En Espa?a la selecci¨®n femenina puede cobrar el mismo porcentaje de premios y patrocinios que la masculina, pero la diferencia de los reconocimientos en los torneos internacionales muestra un campo todav¨ªa desnivelado.

La UEFA, por ejemplo, reparti¨® 317 millones de euros entre las selecciones masculinas en la Eurocopa de 2021 frente a los 16 millones de euros que recibir¨¢n las femeninas. Por el t¨ªtulo en la Copa Am¨¦rica, Brasil obtendr¨¢ un premio de 1,5 millones de d¨®lares. Argentina, ganador del torneo masculino, el a?o pasado, recibi¨® 10 millones de d¨®lares, casi siete veces m¨¢s.

El reconocimiento de las colombianas no solo les ha costado buen f¨²tbol. La firmeza de su car¨¢cter, como la de sus piernas en el campo de juego, las ha llevado hasta donde est¨¢n y ha despertado el fervor de un pa¨ªs que las ve como las ¡®s¨²perpoderosas¡¯. Los hist¨®ricos resultados contrastan con la t¨ªmida voluntad de los dirigentes deportivos para asegurarles condiciones serias. No ofrecen una liga s¨®lida que les garantice un salario estable. Algunas se tienen que ganar la vida con trabajos informales alejados del bal¨®n.

¡°Se necesita una liga competitiva y duradera. Esto mejorar¨ªa su rendimiento y su situaci¨®n econ¨®mica¡±, afirma Jhon Albert Ort¨ªz, director t¨¦cnico del Deportivo Cali, equipo al que pertenece Linda Caicedo. ¡°Una de las primeras tareas del ministerio del Deporte es lograr que se constituya la liga de f¨²tbol femenino¡±, se comprometi¨® recientemente el presidente electo, Gustavo Petro. Tambi¨¦n la afici¨®n en Colombia, que aplaudi¨® a la selecci¨®n dirigida por Nelson Abad¨ªa, reclama un mejor trato para las jugadoras y espera que el apoyo ganado no se disuelva en la efervescencia de la gloria.

La selecci¨®n femenina jug¨® un partido digno de final y supo enfrentar a un Brasil que se ha consagrado como campe¨®n en ocho de las nueve ediciones de la Copa Am¨¦rica. Logr¨® rematar m¨¢s veces que su fuerte rival. La colombiana Leicy Santos asegur¨® cinco pases para remate en el partido, sumando 24 durante el campeonato, el m¨¢ximo de su equipo. M¨¢s de la mitad de las futbolistas de la selecci¨®n Colombia brillan en el exterior. Santos juega en el Atl¨¦tico de Madrid.

¡°Estamos felices y tranquilas porque dimos lo mejor de nosotras. Este equipo est¨¢ en pleno ascenso¡±, expres¨® Catalina Usme, delantera y goleadora en la Copa Libertadores Femenina de 2020. Usme marc¨® gol en una victoria emblem¨¢tica ante Chile, el pasado 20 de julio. Las otras participantes que lograron las anotaciones del triunfo en cinco de seis partidos jugados, fueron Leicy Santos, Daniela Montoya, Mayra Ram¨ªrez, Manuela Vanegas, Daniela Arias y Liana Salazar. La arquera Catalina P¨¦rez tuvo una notable actuaci¨®n.

Linda Caicedo fue elegida como la mejor jugadora de la Copa Am¨¦rica 2022 y se perfila como fichaje en los clubes de Europa. ¡°C¨®mo no sonre¨ªr si somos mundialistas¡±, public¨® recientemente en sus redes sociales. Sus logros y el de sus compa?eras de equipo han hecho honor al apellido de su madre, la mujer que la llev¨® de la mano a la cancha de f¨²tbol de Villagorgona hace 12 a?os: Alegr¨ªa. Ese fue el sentimiento que invadi¨® a Colombia ante una inolvidable participaci¨®n de la selecci¨®n femenina de f¨²tbol que ha quedado para la historia.

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