El ¡®plan pistola¡¯ del Clan del Golfo: la violencia marca el arranque del Gobierno de Petro
El imparable asesinato de polic¨ªas supone un problema may¨²sculo para el nuevo Gobierno, que deber¨¢ atender los efectos de la pol¨ªtica de seguridad de Iv¨¢n Duque
Gustavo Petro recibe un pa¨ªs en llamas. Las Autodefensas Gatinanistas de Colombia (AGC o Clan del Golfo, como las denomina el Estado colombiano) han desplegado en el ¨²ltimo mes un plan, imposible de contener, para atentar contra polic¨ªas. Han muerto al menos 36 este a?o, la mayor¨ªa durante el mes que acaba de terminar. Los atacan a plena luz de d¨ªa, desde motocicletas. Muchas de las v¨ªctimas apenas empezaban su carrera en la instituci¨®n. Un plan pistola, como se conoce a la orden de un grupo armado de asesinar sistem¨¢ticamente a miembros de la fuerza p¨²blica, es un t¨¦rmino conocido en Colombia porque no es la primera vez que ocurre, pero ahora aparece justo antes del inicio de un nuevo Gobierno que ha abierto la puerta a posibles acercamientos con todas las organizaciones armadas bajo su apuesta de ¡°paz total¡±.
Ya no est¨¢n los capos que ordenaban matar polic¨ªas para declararle la guerra al Estado. Pablo Escobar y el Cartel de Medell¨ªn lo hicieron en la d¨¦cada de los noventa y cientos de polic¨ªas fueron asesinados. Aunque el Clan del Golfo, como lo hac¨ªa Escobar, paga por cada uniformado muerto, sus intenciones son otras.
Luis Fernando Trejos, profesor de la Universidad del Norte y experto en conflicto, explica que hay varias hip¨®tesis sobre las acciones de las AGC que marcan el final del Gobierno de Iv¨¢n Duque y se presentan como un reto que debe atender con urgencia el Ejecutivo de Petro. ¡°El plan pistola extendido en varios territorios del pa¨ªs busca mostrar un reposicionamiento de cara a la llegada del nuevo gobierno para llevar adelante una interlocuci¨®n pol¨ªtica, que demanda un reconocimiento por parte de quien est¨¦ en el poder. Pero tambi¨¦n se puede leer como una acci¨®n retaliativa ante golpes que ha sufrido la organizaci¨®n, como ha ocurrido antes¡±.
En noviembre del a?o pasado, el presidente Duque anunciaba el ¡°fin¡± del Clan del Golfo tras la captura de alias Otoniel. Dec¨ªa entonces que solo quedaban unos ¡°reductos¡± para que la organizaci¨®n dejara de existir, pero no fue as¨ª. Desde entonces el grupo armado ha demostrado no solo que existe sino que tiene la capacidad de confinar municipios enteros, como lo hizo en mayo, o que tiene c¨®mo activar un plan para matar. ¡°La del Gobierno Duque fue una estrategia fallida porque aplicaron las mismas pol¨ªticas que se usaron durante la seguridad democr¨¢tica [implementada por los gobiernos de ?lvaro Uribe], que ten¨ªan como pilar atacar objetivos de alto valor estrat¨¦gicos: capturar o matar. No se comprendieron las particularidades de las AGC, que ya han demostrado que con cada golpe se fortalecen¡±, opina el profesor Trejos.
El plan del gobierno saliente ha sido efectivo para abrir noticieros y llenar titulares de prensa, pero -dice el experto- cada vez que se celebra en Bogot¨¢ la muerte o captura de un cabecilla de alguna organizaci¨®n armada, en las regiones lloran. ¡°Esas viejas estrategias de seguridad han sido ineficientes para atajar a esas nuevas formas de organizaci¨®n de los grupos armados, que no responden a estructuras homog¨¦neas, y que tampoco, como se dice equivocadamente, son paramilitares¡±.
Trejos asegura que usar una misma estrategia para todas las bandas sucesoras del paramilitarismo ha sido poco ¨²til. Mientras en algunas zonas organizaciones como Los Ratrojos o Los Coste?os han tomado el control, las AGC se han extendido por casi todo el pa¨ªs.
En una investigaci¨®n publicada por la revista Contexto, Trejos y el tambi¨¦n investigador Reynell Badillo hacen una radiograf¨ªa hasta ahora poco conocida de estas organizaciones. Sobre las AGC aseguran que, contrario al discurso oficial, est¨¢n lejos de circunscribirse ¨²nicamente al crimen y que se trata de una organizaci¨®n con pretensiones pol¨ªticas. Tienen estatutos, himno y una relaci¨®n con la poblaci¨®n que va m¨¢s all¨¢ de la b¨²squeda de rentas. ¡°Debe desmontarse la idea errada de que lo pol¨ªtico y lo criminal son esferas antag¨®nicas. El hecho de que su metarrelato pol¨ªtico-ideol¨®gico no sea tan extendido no significa que no desplieguen actividades pol¨ªticas. Al establecer normas de comportamiento que regulan sus interacciones con las comunidades, est¨¢n construyendo ¨®rdenes sociales. Y esas ¨®rdenes son pol¨ªticas, as¨ª como parte de su discurso y sus documentos internos¡±, se?alan los autores en un extenso informe sobre el desaf¨ªo que representa el Clan del Golfo.
Una carta enviada hace unos d¨ªas por varios grupos armados al gobierno que est¨¢ por llegar volvi¨® a poner sobre la mesa el debate de una negociaci¨®n con ellas, que piden un proceso parecido al que han tenido organizaciones como las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y las FARC. Las acciones del ¨²ltimo mes buscan demostrar que si el pa¨ªs busca la paz total, la promesa central de Petro, ellos no se pueden quedar por fuera.
Francisco Daza, investigador de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n, dice que el Clan del Golfo intenta demostrar control territorial y unidad. Aunque uno de sus l¨ªderes m¨¢s visibles, alias Otoniel, fue extraditado, siguen operando unidos y en todo el pa¨ªs. ¡°La pol¨ªtica de seguridad se debilit¨® tanto durante los ¨²ltimos cuatro a?os que incluso la fuerza p¨²blica est¨¢ desprotegida. La pol¨ªtica del gobierno saliente no fue la mejor, los grupos armados crecieron y el pa¨ªs queda con la urgencia de encontrar una soluci¨®n¡±, se?ala Daza.
A las prioridades de Iv¨¢n Vel¨¢squez, que desde el pr¨®ximo domingo ser¨¢ el ministro de Defensa, se ha sumado como un actor tan importante como el ELN, opina el investigador. ¡°En materia de seguridad, el reto ya no es solo retomar los di¨¢logos con la guerrilla, tambi¨¦n est¨¢ por delante el desaf¨ªo de no repetir los errores del pasado frente a las organizaciones criminales y lograr llenar esos espacios que han estado abandonados, sin presencia estatal, desde la desmovilizaci¨®n de las FARC¡±.
La pr¨®xima semana Duque ya ser¨¢ expresidente, pero los problemas de su pol¨ªtica de seguridad se quedan. El Gobierno de Gustavo Petro enfrenta un reto may¨²sculo frente a la violencia, que esta vez tom¨® por blanco a los polic¨ªas y recuerda las peores ¨¦pocas de la guerra de Pablo Escobar contra el Estado.
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