El olvidado monumento a la paz de Colombia en la ONU tiene una segunda oportunidad con Petro
Kusikawsay, el segundo de los monumentos contemplados en el acuerdo con las FARC e instalado en Nueva York, no lleg¨® a ser inaugurado en el Gobierno Duque
Con la llegada al poder de Gustavo Petro, Colombia vuelve a hablar de paz despu¨¦s del par¨¦ntesis que signific¨® el Gobierno de Iv¨¢n Duque. El presidente, que se posesion¨® hace poco m¨¢s de un mes, viaja este domingo a Nueva York para participar por primera ocasi¨®n como jefe de Estado en la Asamblea General de la Organizaci¨®n de Naciones Unidas. All¨ª, en el jard¨ªn de las esculturas de la sede de la ONU, podr¨¢ cruzarse con la obra Kusikawsay, el segundo de los tres monumentos elaborados con el metal fundido de las armas de la extinta guerrilla de las FARC que estaban contemplados en el acuerdo de paz que ya cumple m¨¢s de cinco a?os.
El destino del arsenal rebelde emergi¨® varias veces como un punto de fricci¨®n en los di¨¢logos de La Habana. Tanto, que el hist¨®rico pacto habla de ¡°dejaci¨®n¡± de armas en lugar de ¡°entrega¡±, por insistencia de las FARC. Los negociadores pactaron que la ONU recibir¨ªa el armamento, despu¨¦s ser¨ªa destruido y con ese metal se levantar¨ªan tres monumentos. Uno en Bogot¨¢, que es Fragmentos, el ¡°contramonumento¡± ideado por Doris Salcedo; otro en la sede de la ONU en Nueva York, que nunca ha tenido una ceremonia de presentaci¨®n; y el tercero en Cuba, sede de los di¨¢logos, que no se ha puesto en marcha debido al deterioro de las relaciones entre Bogot¨¢ y La Habana durante la Administraci¨®n Duque.
El monumento de Nueva York tuvo un proceso particular, m¨¢s engorroso y con mayores restricciones t¨¦cnicas, que incluy¨® una convocatoria p¨²blica en el ocaso del Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018). Se la gan¨® el artista Mario Opazo (Tom¨¦, Chile, 53 a?os), quien lleva m¨¢s de 30 a?os radicado en Colombia y es profesor de la Universidad Nacional. Con siete toneladas de munici¨®n construy¨® Kusikawsay, que quiere decir ¡°vida nueva y venturosa¡± en lengua quechua. Es una suerte de canoa ind¨ªgena, un cayuco, que sale del suelo como un proyectil.
¡°Toda la po¨¦tica tiene que ver con la manera como nuestras culturas ancestrales, y otras culturas globales, se encuentran o coinciden en una noci¨®n de muerte como otra vida, como una vida venturosa, de bienestar; el m¨¢s all¨¢ como una dimensi¨®n a la que hay que irse en un veh¨ªculo, en una nave¡±, explica Opazo en una conversaci¨®n con EL PA?S en la mesa de la cocina de su apartamento, en Bogot¨¢. ¡°Me siento m¨¢s colombiano que chileno¡±, dice el artista sin ning¨²n asomo de acento. ¡°Yo particip¨¦ en la convocatoria como un ciudadano al que le estaba doliendo el estado de guerra colombiano¡±.
Toda la ejecuci¨®n de la obra se realiz¨® antes del primer a?o del periodo de Duque. Luego la irrupci¨®n de la pandemia trastoc¨® cualquier plan. Pero all¨ª no acabaron los retrasos. Kusikawsay tuvo que sortear un sinn¨²mero de trabas burocr¨¢ticas y log¨ªsticas para su traslado e instalaci¨®n en Nueva York. Opazo cuenta que, despu¨¦s de haber hecho visitas preparativas, dur¨® siete meses pidiendo una foto de la escultura emplazada al Ministerio de Cultura, pero nunca lleg¨®. La primera imagen la vio por Instagram, hasta que finalmente visit¨® Nueva York el pasado abril.
Duque fue elegido con el respaldo de los sectores que se opusieron a las negociaciones, y sus cuatro a?os en la Casa de Nari?o se consumieron sin que se realizara ning¨²n tipo de ceremonia. El ahora expresidente, de hecho, se ausent¨® de la mayor¨ªa de las grandes citas relacionadas con la paz. No fue al acto de instalaci¨®n de la Comisi¨®n de la Verdad, en noviembre de 2018, ni a la entrega p¨²blica de su esperado informe final, un conmovedor evento el pasado julio al que s¨ª fue Petro, para entonces presidente electo. Duque tampoco fue a la inauguraci¨®n de Fragmentos, en diciembre de 2018, y nunca se le escuch¨® una referencia a los otros dos monumentos.
En un marcado contraste, la llegada de Petro ofrece una segunda oportunidad para los monumentos a la paz de Colombia. Desde la propia campa?a, el mandatario de izquierdas se ha propuesto darle un nuevo impulso a la fr¨¢gil implementaci¨®n del acuerdo con las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, hoy convertidas en el partido pol¨ªtico Comunes, y retomar los di¨¢logos con el ELN, la ¨²ltima guerrilla activa en el pa¨ªs. Tambi¨¦n avanzar en una pol¨ªtica de sometimiento a la justicia para otros grupos criminales como parte de su ambiciosa b¨²squeda de la ¡°paz total¡±.
Petro tambi¨¦n ha mostrado que le da gran valor a lo simb¨®lico desde su propia toma de investidura, en la que orden¨® llevar la espada de Bol¨ªvar. Tambi¨¦n planeaba que en la ceremonia tuviera un papel ¡®La paloma de la paz¡¯, la escultura que Fernando Botero don¨® al Gobierno Santos y que sali¨® desterrada de la Casa de Nari?o al Museo Nacional durante el cuatrienio de Duque. Las trabas del gobierno saliente lo impidieron, pero Petro en cualquier caso la volvi¨® a instalar en el palacio de gobierno antes de cumplir su primer mes como presidente: ¡°otra vez en su lugar¡±, escribi¨® en sus redes sociales para acompa?ar una foto junto a la regordeta paloma blanca de pico dorado.
El propio Santos, ganador del Nobel de Paz, le solicit¨® en un reciente evento p¨²blico al nuevo canciller, ?lvaro Leyva, quien tambi¨¦n particip¨® en los di¨¢logos de La Habana, que inaugurara la obra que se encuentra en los jardines de la ONU, adem¨¢s de impulsar el tercer monumento en La Habana. A Mario Opazo ya lo han buscado desde sectores afines al nuevo gobierno, aunque la agenda oficial del presidente la pr¨®xima semana en Nueva York no contempla, de momento, ning¨²n acto con Kusikawsay.
Cuando visit¨® el monumento en abril, al artista le impact¨® verlo a pocos metros de un fragmento del Muro de Berl¨ªn. ¡°Las presencias que hay en ese espacio se refieren a acontecimientos muy significativos de la historia contempor¨¢nea del mundo, de la Segunda Guerra Mundial a la Perestroika, acontecimientos que est¨¢n en la memoria de toda la humanidad¡±, reflexiona Opazo. ¡°Y uno de esos se refiere al proceso de paz en Colombia¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.