Una sentencia marca la renovada importancia de la restituci¨®n de tierras
El Gobierno da amplio despliegue a una decisi¨®n judicial que devuelve tierras a seis familias que reclamaban su propiedad en los terrenos donde se desarrolla un nuevo puerto sobre el mar Caribe
La imagen de un grupo de campesinos reclamantes de tierras y empresarios en la Casa de Nari?o, el palacio presidencial de Colombia, anunciando juntos una decisi¨®n judicial que se las devuelve despu¨¦s de treinta a?os, es simb¨®lica en un pa¨ªs donde miles de personas han sido despojadas de tierra. El fallo judicial, que anunciaron este mi¨¦rcoles, restituye tierras a campesinos que reclamaban su propiedad en terrenos donde se planea un puerto sobre el mar Caribe e inaugura una forma de resoluci¨®n que reconoce a las v¨ªctimas y, al mismo tiempo, despeja el camino para la construcci¨®n de la obra.
Para el Gobierno de Gustavo Petro, que anunci¨® la decisi¨®n en cabeza del Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, este es un ¡°paso importante en una regi¨®n como Urab¨¢, hist¨®ricamente conflictiva y signada de sangre¡± y un mensaje para la paz total no solo por la reparaci¨®n a las v¨ªctimas sino por el acuerdo al que llegaron los campesinos y los empresarios para avanzar en el puerto que dar¨ªa empleo a miles de habitantes de Turbo, en Antioquia. El impulso en darle relevancia muestra tambi¨¦n que la restituci¨®n, tema que fue central en el discurso del Gobierno de Juan Manuel Santos, vuelve a la agenda de Colombia con renovado impulso.
La sentencia de un juez de restituci¨®n de Turbo (Antioquia) reconoce la condici¨®n de v¨ªctimas de seis familias de ese municipio, cuyos padres y parientes fueron despojados y asesinados por grupos paramilitares y agentes del Estado en 1997. Ordena que les hagan una ¡°restituci¨®n por equivalente¡±, es decir, que les entreguen un predio en propiedad de similares caracter¨ªsticas al que ped¨ªan en restituci¨®n; pero tambi¨¦n admite a la Sociedad Portuaria Turbo Pisis¨ª como ¡°propietario interviniente¡±, porque hab¨ªa comprado los predios con buena fe.
¡°Quiere decir esto que reconoce que ni la empresa Pisis¨ª tuvo responsabilidad en esos hechos de violencia de 1997, ni las v¨ªctimas eran falsas v¨ªctimas, sino de carne y hueso. Sus familiares fueron asesinados, y sus ni?os y ni?as violentados, desaparecidos, desplazados y despojados de la tierra donde se va a construir el puerto¡±, explic¨® Gerardo Vega, director de la Agencia Nacional de Tierras, que antes de asumir el cargo represent¨® legalmente a v¨ªctimas de la regi¨®n.
Las v¨ªctimas tuvieron las primeras palabras. ¡°Venimos de un territorio que por d¨¦cadas ha sido sometido como laboratorio de guerra. Somos sobrevivientes del exterminio contra la Uni¨®n Patri¨®tica¡±, dijo Vanderley Quintero, representante de los campesinos. Para ella es una medida que apunta a la reparaci¨®n y la reconciliaci¨®n despu¨¦s de a?os de haber sido estigmatizados y perseguidos por intentar recuperar sus tierras. ¡°Con este tipo de iniciativas es posible enviarle un mensaje a la sociedad colombiana, a los empresarios, que sepan que pueden ayudar a indemnizar, que cooperen con el Estado dentro de su responsabilidad o corresponsabilidad social¡±.
Construir un nuevo puerto para Turbo ha sido un sue?o por d¨¦cadas en esta regi¨®n, una de las m¨¢s afectadas por un conflicto armado que a¨²n est¨¢ vivo. ¡°Es algo hist¨®rico que las v¨ªctimas y nosotros, como empresarios, nos hayamos puesto de acuerdo para desarrollar este tipo de proyectos. Creo que en Colombia nunca se hab¨ªa dado y esperamos que este desarrollo sirva para la paz total, porque nosotros vamos a generar aproximadamente 5.000 empleos¡±, dijo Te¨®filo Lemos, fundador de la empresa que construir¨¢ el puerto.
Para el Gobierno de Petro, la paz total pasa por la reforma agraria. Recientemente, la ministra de agricultura anunci¨® la titulaci¨®n y formalizaci¨®n de 680.000 hect¨¢reas a campesinos y esperan entregar al menos tres millones de hect¨¢reas. Ahora, mientras en algunas regiones del pa¨ªs se producen invasiones de tierras y choques, buscan mostrar iniciativas como las de Urab¨¢ para reducir el conflicto.
¡°Que esta regi¨®n conflictiva ubique una relaci¨®n distinta, sim¨¦trica y respetuosa entre el sector privado y aquellos que han sido permanentemente afectados por la violencia, es un mensaje para grupos armados como las Autodefensas Gaitanistas (o Clan del Golfo, que operan en ese territorio). Estas v¨ªctimas representan la posibilidad de que ellos se vinculen y transiten al Estado de Derecho. El ejercicio de la fuerza ilegal y de poder que tejen en estos territorios empieza a ser y a mostrarse innecesario¡±, dijo Rueda, al hacer un llamado a otros grupos armados.
El Alto Comisionado anunci¨® que, hasta ahora, al menos diez organizaciones armadas y de crimen organizado han ¡°expresado su disposici¨®n a ser parte de la paz total¡±, entre ellas las disidencias de las FARC, como el llamado Estado Mayor Central; la Segunda Marquetalia, las AGC o Clan del Golfo; algunas oficinas del crimen de varias ciudades y las Autodefensas de la Sierra Nevada de Santa Marta. ¡°Cada grupo, con su propia identidad y naturaleza y motivaci¨®n, est¨¢ expresando su disposici¨®n a ser parte de la paz total. En esta fase de exploraci¨®n se les ha pedido no matar, no desaparecer, no torturar y vamos avanzando¡±, dijo.
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