El Gobierno vs la ANDI
El Ejecutivo debe aprovechar la ley de la paz total para incluir un acuerdo con los integrantes de la Asociaci¨®n Nacional de Empresarios
La relaci¨®n con Bruce McMaster ha sido muy dif¨ªcil y el di¨¢logo con el l¨ªder gremial est¨¢ interrumpido, dijo el ministro de Hacienda. Agreg¨® que ¨¦l ten¨ªa muy buena onda con otros empresarios que s¨ª tienen propuestas positivas, a diferencia del presidente de la ANDI, quien ha sido muy negativo y ¨¦l - Ocampo- no est¨¢ para reunirse ¡°con los que est¨¢n decididos meramente a criticar y a decir que somos irresponsables.¡± Como quien dice, al se?or ministro de Hacienda se le vol¨® la piedra y cuando a uno le pasa eso, se equivoca y por consiguiente, pierde. Se equivoc¨® Ocampo y no alcanz¨® a trasmitirse el programa de CM& en el que formul¨® las cr¨ªticas para que la junta de direcci¨®n general nacional de la Asociaci¨®n de Empresarios de Colombia reaccionara como tigre enjaulado para se?alar que el ¡°trabajo¡± de su presidente, Bruce McMaster (para el periodista Oscar Alarc¨®n m¨¢s parece un nombre de tarjeta de cr¨¦dito) en el marco de la discusi¨®n democr¨¢tica sobre la reforma tributaria merece todo su respaldo y le ratifica, un¨¢nimemente, su confianza; en tal virtud le extiende su mandato, anticipadamente, por un per¨ªodo adicional hasta noviembre de 2025. Por lo que el futuro de la relaci¨®n ANDI - Gobierno Nacional se ve como la del columnista y ex vicepresidente German Vargas Lleras con los ex negociadores de Colombia en el pleito con Nicaragua. Una salida ser¨ªa aprovechar la ley de la paz total, para incluir entre sus objetivos un acuerdo con los integrantes de la junta directiva del gremio m¨¢s importante de Colombia.
Ya en el pasado, 1974, se present¨® una trifulca muy parecida a la actual. Hab¨ªa tambi¨¦n una reforma tributaria gorda e innovadora y hab¨ªa un ministro de Hacienda, Rodrigo Botero Montoya, t¨ªmido pero muy respetado por su sabidur¨ªa en econom¨ªa y finanzas, enfrentado a un presidente de la Asociaci¨®n de Industriales y no hubo que acudir a ninguna ley de paz. El ministro de Hacienda era un economista de alto coturno y el presidente de la ANDI un dirigente de tuerca y tornillo que hablaba un lenguaje muy directo y se hab¨ªa convertido en verdadera estrella, dominaba los medios de comunicaci¨®n sin tener ninguna condici¨®n de propietario. Se llamaba Fabio Echeverry Correa. Nunca acept¨® ministerios y por mucho tiempo fungi¨® como el m¨¢s brillante representante del sector privado, m¨¢s all¨¢ de los industriales de quienes fue su vocero por casi veinte a?os. Le cantaba la tabla al que fuera con unas g¨®ticas de humor, originales y creativas.
A Rodrigo Botero tambi¨¦n se le vol¨® la piedra con el presidente de la ANDI por algo muy agresivo que dijo Fabio Echeverry, y resolvi¨® que no lo iba a recibir. Ante la falta de interlocuci¨®n, Echeverry con su estilo de paisa aventado, resolvi¨® golpear en la oficina del director de impuestos nacionales, un joven economista menor de treinta a?os, para que sirviera de intermediario, y ¡°en ese proceso nos hicimos buenos amigos para el resto de la vida. Aunque no siempre estuve de acuerdo con algunas de sus posiciones, como en el famoso articulito de la reelecci¨®n de Uribe¡±, dej¨® testimonio escrito Guillermo Perry, uno de los art¨ªfices del decreto ley que le dio vida a la reforma tributaria de 1974.
Seg¨²n Perry, el Presidente de la agremiaci¨®n de industriales acab¨® d¨¢ndose cuenta de que se estaban haciendo las cosas con conocimiento de causa y que ten¨ªan, de hecho, buenos argumentos.
Habr¨ªa que ver si el actual director de impuestos nacionales, Luis Carlos Reyes, tiene la capacidad y la sabidur¨ªa de Guillermo Perry para repetir la faena. El director de la ANDI est¨¢ listo. ¡°Le he expresado la voluntad de tener una conversaci¨®n fluida¡±, dijo.
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