Los nudos de las reformas de Petro a la seguridad social
Los cambios a los sistemas de salud y pensional, y a las normas laborales, prometen definir el legado del Gobierno
¡°El gasto del Estado no es para las mafias pol¨ªticas, es para la gente del pueblo. Por eso hemos planteado una reforma tributaria, una reforma de la salud y de las pensiones, una reforma del contrato laboral¡± dijo Gustavo Petro en su discurso de posesi¨®n como presidente. Sac¨® adelante la tributaria en su primer semestre, y ahora, en el segundo, ha planteado lograr lo mismo con las otras tres. Su norte es replantear todo el sistema laboral y de seguridad social de Colombia, que en su cara actual es heredero de las reformas tras la Constituci¨®n de 1991. Pero para lograrlo debe antes desatar varios nudos.
El primero es el pol¨ªtico. Aunque la reforma tributaria demostr¨® el m¨²sculo que tiene el Gobierno en el Congreso, usual en un sistema presidencialista, nada garantiza que las mayor¨ªas se mantengan de su lado. Su coalici¨®n, conformada incluso con partidos en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas como el conservador, tiene el pegamento del liderazgo presidencial y de la representaci¨®n pol¨ªtica y burocr¨¢tica. Ese v¨ªnculo fue suficiente para que apoyaran una reforma tributaria ambiciosa, pero no parta pasarla en blanco, pues el Gobierno debi¨® ceder incluso en algunas de sus banderas.
Con las reformas a la seguridad social la din¨¢mica prometer¨ªa ser similar, pero las elecciones regionales de octubre, en las que las apuestas de la izquierda compiten con las de partidos aliados, crean fuerzas centr¨ªfugas. Congresistas que tienen como base pol¨ªtica gobiernos locales, tienen motivos para alejarse del Gobierno si las fuerzas petristas amenazan electoralmente esos bastiones. ¡°El apoyo se puede encarecer¡± dice Luis Trejos, investigador de la Universidad del Norte. ¡°Se van a volver a repartir las cartas en cuanto a apoyos y oposiciones¡±.
El segundo nudo es el legislativo. Las tres reformas, en simult¨¢neo, son un plato fuerte para cualquier parlamento. Pero en este caso el Congreso tiene en su agenda otros proyectos de gran calado. De entrada, se reunir¨¢ el 6 de febrero, mes y medio antes del inicio de sus sesiones ordinarias, para empezar a discutir el plan de desarrollo del cuatrienio Petro. En los ¨²ltimos gobiernos, los planes de desarrollo se han convertido en una ley que no solo define las prioridades del Estado durante cuatro a?os, sino que incluyen medidas para todo tipo de temas y sectores, por lo que suscitan debates variados, y en ocasiones muy duros, que concentra la atenci¨®n de los legisladores.
Este semestre, adem¨¢s, el Gobierno presentar¨¢ un proyecto de adici¨®n presupuestal para definir el destino de 24 billones de pesos (unos 5.217 millones de d¨®lares), un 6% adicional al presupuesto ya aprobado que viene de recursos adicionales por la reforma tributaria y con total libertad para disponer de ¨¦l, ya que los rubros obligatorios en principio ya est¨¢n cubiertos. Y deben continuar los debates de varios proyectos que avanzaron antes de diciembre, encabezados por la reforma pol¨ªtica que promete debates fuertes por puntos como la financiaci¨®n p¨²blica de las campa?as, las reglas para crear y mantener partidos pol¨ªticos o la forma en la que se deben conformar las listas al Congreso. Como se trata de asuntos que afectan directamente a los congresistas, suelen ser objeto de mucha atenci¨®n legislativa.
Adem¨¢s vienen proyectos como la ley que determine c¨®mo ser¨¢ el proceso de sometimiento a la justicia de aquellos grupos que se acojan a la paz total y no clasifiquen como organizaciones con car¨¢cter pol¨ªtico, por lo que el Gobierno no puede hacer una negociaci¨®n; la descriminalizaci¨®n del uso adulto de cannabis; o la creaci¨®n de una jurisdicci¨®n agraria. Lograr que avance todo ello, en simult¨¢nea, es un reto mayor, para el que puede ser fundamental el trabajo del presidente del Congreso, el veterano congresista Roy Barreras, aliado fundamental de Petro que enfrenta un c¨¢ncer y ha dicho que renunciar¨¢ cuando terminen las sesiones del primer semestre.
El tercer gran nudo es m¨¢s bien una red entera: las discusiones duras que traer¨¢n de cada una de las reformas, que concentrar¨¢n debates de alta tensi¨®n que no solo afectan a sectores puntuales, sino a toda la sociedad.
En el caso pensional, el expresidente de la estatal Colpensiones Mauricio Olivera ve tres retos. ¡°En orden de importancia son la cobertura, porque solo 1 de 4 adultos mayores tienen pensi¨®n; las desigualdades entre pensionados, especialmente en el r¨¦gimen p¨²blico que administra Colpensiones y en el que reciben m¨¢s subsidios los que reciben mayores pagos; y el reto financiero, que importa aunque no sea tan grande como en otros pa¨ªses porque hay pocos pensionados (nos gastamos el 4% del PIB, contra el 14% en Francia o el 12% en Espa?a).¡±
La propuesta del Gobierno es cambiar la coexistencia de dos reg¨ªmenes que compiten entre s¨ª. En uno en el que los trabajadores aportan a una bolsa com¨²n en Colpensiones y se pensionan si cumplen los requisitos de edad y semanas cotizadas, con una mesada de un porcentaje del promedio de la base de cotizaci¨®n de los 10 a?os anteriores; en otro aportan a una bolsa individual en fondos privados, y el monto de la mesada depende de lo que haya ahorrado y los rendimientos de ese ahorro. La propuesta de Petro es que todos deban aportar a Colpensiones por ingresos de hasta 4 salarios m¨ªnimo, y de all¨ª en adelante lo hagan a los privados. Seg¨²n el director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, Oliver Pardo, el debate concreto ser¨¢ el monto de ese umbral, pues con 4 salarios m¨ªnimos el 95% de las cotizaciones ir¨ªan a Colpensiones y los fondos privados ser¨ªan inviables.
En el caso de la salud, la gran discusi¨®n est¨¢ en el futuro de las Empresas Promotoras de Salud (EPS), a las que se afilian las personas para que administren los recursos para asegurar su salud. Para el exministro de salud Augusto Gal¨¢n, ¡°lo de fondo es el aseguramiento en salud¡±. En un sentido similar, para la experta Claudia Vaca ¡°el n¨²cleo es que se eliminar¨ªan las EPS. Entonces una pregunta es qui¨¦n asumir¨ªa esas funciones; otra es c¨®mo se va a pagar la atenci¨®n primaria, los equipos territoriales, que son deseables pero son un problema presupuestal y operativo; y otra es cu¨¢l ser¨¢ el papel espec¨ªfico de las secretar¨ªas de salud territoriales¡±.
En los cambios pensionales, Fabi¨¢n Hern¨¢ndez, del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, ve un nudo grande en ¡°hasta que punto puede una empresa privada realizar actividades con trabajadores de terceros¡± para lo que ¡°definir un l¨ªmite siempre ha sido complicado¡±, y otro en que en algunos casos la Corte Suprema ha encontrado que algunas empresas usan los pactos con trabajadores no sindicalizados ¡°para dar ciertas prebendas a fin de que no se sindicalicen¡±.
A esos nudos se enfrentar¨¢n el Gobierno y el Congreso en las pr¨®ximas semanas. Su forma de desatarlos definir¨¢ si el cambio se acelera antes de las elecciones locales pero, sobre todo, un legado duradero de Petro.
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