El mayor gremio cafetero de Colombia busca gerente bajo la tormenta
La Federaci¨®n Nacional de Cafeteros afronta un a?o de v¨¦rtigo a ra¨ªz de una investigaci¨®n de la Contralor¨ªa por un hueco que involucra fondos p¨²blicos y que asciende a 120 millones de d¨®lares
¡°Ese proceso no ha avanzado¡±. Con este escueto mensaje resumi¨® a este diario el Ministro de Hacienda, Jos¨¦ Antonio Ocampo, el estado de elecci¨®n del nuevo gerente de la Federaci¨®n Nacional de Cafeteros, el todopoderoso gremio privado del sector en Colombia. Los hechos se remontan a mediados de diciembre, cuando el hoy exdirector Roberto V¨¦lez recibi¨® una precipitada llamada de la Secretaria Privada del presidente para comunicarle que Gustavo Petro abogaba por un relevo en el cargo que desempe?aba desde 2015.
Varias fuentes del gremio coinciden en que V¨¦lez, pereirano de 62 a?os, se erigi¨® en una figura conciliadora tras a?os de grescas y desacuerdos entre regiones productoras del centro y el sur del pa¨ªs. Pero al mismo tiempo fue el responsable de unas omisiones administrativas que hoy investiga la Contralor¨ªa General. Se trata de una auditor¨ªa fiscal por posible p¨¦rdida patrimonial en los contratos de venta de caf¨¦ a futuro, un sistema dise?ado para proteger al vendedor frente a las ca¨ªdas bruscas de precios y al comprador de las subidas repentinas, en el que se fija un precio meses o a?os antes de entregar un producto.
Seg¨²n un informe publicado en diciembre por la Contralor¨ªa, se calcula que esos contratos produjeron p¨¦rdidas acumuladas de 500 mil millones de pesos (120 millones de d¨®lares), que afectar¨ªan a dos actores. Por un lado, al Fondo Nacional del Caf¨¦, que es una cuenta parafiscal con recursos p¨²blicos del Gobierno, gestionada por la Federaci¨®n para la investigaci¨®n y comercializaci¨®n del grano en el mundo, entre otras funciones. Por el otro, centenares de peque?os caficultores y una treintena de cooperativas.
Los productores y la Federaci¨®n negociaron, entre finales de 2020 y 2021, compras de caf¨¦ a un promedio de 950.000 pesos por carga de 125 kilos. Aquellos negocios, seg¨²n la Contralor¨ªa, no quedaron establecidos en contratos firmados, sino que se acordaron por chat o de forma verbal.
Pero la cotizaci¨®n internacional del grano casi se duplic¨®, debido a las afectaciones clim¨¢ticas en las cosechas brasileras, y a la hora de entregar los sacos acordados miles optaron por incumplir con las entregas y vender por otro lado, al nuevo precio. La Federaci¨®n redobl¨® su apuesta con nuevos contratos a precios m¨¢s altos y a trav¨¦s de las mismas cooperativas que ven¨ªan atrasadas en la ejecuci¨®n de los acuerdos.
El problema no solo se agudiz¨®, sino que cre¨® una onda especulativa en el mercado. Los especialistas Eduardo Lora y Felipe Robayo la etiquetaron como ¡°La crisis del ¡®subprime¡¯ en el sector cafetero¡± en un art¨ªculo del diario financiero Portafolio que hac¨ªa alusi¨®n a la crisis de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos, que en 2008 deton¨® una crisis econ¨®mica global.
?scar Guti¨¦rrez, director de la organizaci¨®n campesina Dignidad Agropecuaria, recuerda que desde febrero de 2021 hab¨ªa lanzado advertencias sobre el ¡°tumbis anticipado¡±: ¡°Los contratos se negociaron a un precio de 1.30 d¨®lares la libra cuando los miembros de la Federaci¨®n estaban advertidos, por la informaci¨®n suministrada por uno de los gremios cafeteros m¨¢s grande de Brasil, que debido a la anormalidad clim¨¢tica iban a tener una ca¨ªda b¨¢rbara¡±.
Para Guti¨¦rrez hab¨ªa elementos suficientes para anticipar el alza en los precios: ¡°En el ministerio de Hacienda, en Planeaci¨®n, en la Federaci¨®n, estaban enterados. Incluso se saltaron la reglamentaci¨®n aprobada para la compra de caf¨¦ a futuro. Luego, cuando el precio de la libra subi¨® a 2.30 o 2.40 d¨®lares, la gente se sinti¨® enga?ada y el enredo ya fue may¨²sculo¡±.
El sentimiento de fraude en los cafetales colombianos se tradujo en una cadena de incumplimientos que llegaron hasta los compradores en la Bolsa de Nueva York, donde la Federaci¨®n se hab¨ªa comprometido a vender miles de sacos que hab¨ªa comprado. Los compradores estadounidenses exigieron la entrega del caf¨¦, o el pago de la diferencia entre el precio pactado y el que ten¨ªa en ese momento. Ah¨ª se abri¨® el gran hueco.
Como concluye Lora, ¡°esto dej¨® una ola de problemas a los cuales no se les ha hecho frente. La Federaci¨®n y el Fondo Nacional del Caf¨¦ est¨¢n embolatados. La reputaci¨®n internacional en entredicho y una cooperativa quebrada (Andes)¡±.
No resulta extra?o, pues, que la atm¨®sfera en el 90 Congreso Cafetero en Bogot¨¢, a inicios de diciembre, fuera de desconcierto. La noticia de la llamada desde la Casa de Nari?o irrumpi¨® como un vendaval pocas horas despu¨¦s de los discursos pronunciados por los ministros Ocampo, de Hacienda, y Cecilia L¨®pez, de Agricultura, que daban un parte positivo de la gesti¨®n de V¨¦lez.
Consumada la dimisi¨®n, los medios centraron el foco informativo en la reiterada injerencia del presidente en las agremiaciones privadas. En el caso de la Federaci¨®n, que aglutina a unas 550.000 familias cafeteras, con una singularidad: esa entidad privada administra fondos p¨²blicos. Desde mediados del siglo XX hay un maridaje con el Estado, que le otorga al Gobierno sillas en la junta directiva, adem¨¢s de la facultad de veto en la elecci¨®n del gerente.
Para el exministro de Agricultura y de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, esas relaciones no son motivo para justificar los canales utilizados por la administraci¨®n Petro: ¡°la Federaci¨®n Nacional de Cafeteros no es una dependencia de la Casa de Nari?o. Una caracter¨ªstica tradicional de la pol¨ªtica cafetera ha sido la concertaci¨®n con el Gobierno. Pero, naturalmente, un mensaje presidencial, pr¨¢cticamente ordenando la remoci¨®n del gerente, es ciertamente una expresi¨®n arrogante y abrasiva¡±.
Seg¨²n el cronograma previsto, el Comit¨¦ Nacional de Cafeteros se reunir¨¢ el pr¨®ximo lunes para definir la terna de candidatos que presentar¨¢ el Gobierno.
Guillermo Trujillo, empresario cafetero y columnista del diario econ¨®mico La Rep¨²blica, indica que el momento para el cambio de direcci¨®n es ¡°muy malo¡±. Recuerda que el precio de referencia de la libra de caf¨¦ en la Bolsa de Nueva York, tras un a?o r¨¦cord en 2022, viene en picada: ¡°Baj¨® casi un d¨®lar, de 2,40 d¨®lares en agosto pasado a 1,54 el 20 de enero¡±.
Explica que si bien se trata de un gremio dif¨ªcil de manejar por su tama?o y los intereses encontrados entre departamentos productores, las p¨¦rdidas por las ventas a futuro muestran un ¡°desd¨¦n administrativo¡±. Se pregunta por qu¨¦ no hubo un cupo individual m¨¢ximo por productor y porque nunca se certific¨® la capacidad de producci¨®n de cada oferente ¡°Ni siquiera hay un pagar¨¦ de por medio¡±, concluye.
Eduardo Lora coincide: ¡°La Federaci¨®n se enloqueci¨® y empez¨® a ofrecer negocios muy grandes a futuro. Y no hizo ni contratos, siquiera. Solo hay unos pactos verbales o a trav¨¦s de WhatsApp de una ligereza total. Fue un p¨¦simo manejo del riesgo por parte de un gerente que, en teor¨ªa, conoce del negocio¡±.
Encima de ese l¨ªo, la pr¨®xima administraci¨®n enfrentar¨¢ la reducci¨®n de la cosecha. Seg¨²n las estad¨ªsticas oficiales publicadas en la p¨¢gina de la Federaci¨®n, tras lograr una producci¨®n sostenida de 14 millones de sacos entre 2015 y 2019, cay¨® a 11 millones. Juan Camilo Restrepo, que ha sido asesor y gerente comercial de la Federaci¨®n, alerta sobre el panorama internacional: ¡°Se vislumbra este a?o la salida de una cosecha gigantesca en Brasil, de cerca de 62 millones de sacos, pr¨¢cticamente el 50% del consumo mundial. Eso, m¨¢s el aumento de las exportaciones de Vietnam, va a debilitar el precio. Al nuevo gerente le va a tocar estrenarse en una crisis¡±
A la espera de la designaci¨®n del nuevo timonel de la Federaci¨®n, Eduardo Lora concluye que la situaci¨®n tambi¨¦n expresa la complejidad de la arquitectura institucional del gremio. Seg¨²n el economista, hoy es un proyecto cooptado que explota al peque?o caficultor: ¡°Es un sistema de extracci¨®n rent¨ªstica para que los miembros de la federaci¨®n vivan bien y tengan recursos para pagar sus propias torpezas¡±.
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