De las telenovelas, al genoma: el caf¨¦ planta cara al cambio clim¨¢tico

La vida en los cafetales que ambientaban la telenovela colombiana Caf¨¦, con aroma de mujer despertaron su pasi¨®n por este mundo. La barcelonesa de origen granadino Inma Borrego es una de las que se enamoraron de ese ambiente. Hoy, algo m¨¢s de 20 a?os despu¨¦s, es una reconocida catadora que, tras estudiar ingenier¨ªa agr¨ªcola, acab¨® como responsable de calidad de una importante empresa tostadora espa?ola. Por su paladar han pasado granos de todo el mundo. ¡°El caf¨¦ de Colombia puede tener de 700 a 800 componentes arom¨¢ticos. Los de Centroam¨¦rica son m¨¢s frutales. Panam¨¢ tiene ahora uno de los mejores del mundo. Los africanos son generalmente de la especie robusta, aunque hay excepciones¡±, explica.

Inma Borrego no quiere alarmarse todav¨ªa por los efectos que algunos estudios se?alan que el cambio clim¨¢tico tendr¨ªa en muchas regiones cafeteras del planeta. Pero nadie mejor que ella sabe que se trata de un producto muy sensible y, como en el vino, cada cosecha es distinta. La planta necesita su clima tropical, una temperatura y un nivel de lluvias adecuado, adem¨¢s de altitud, dependiendo de la especie y variedad que se cultive. Todo en su justa medida. ¡°Si llueve antes, m¨¢s, menos, si hace m¨¢s calor o no, todo eso afecta a la homogeneidad y la calidad de la taza final. Pero tambi¨¦n influye la tierra, la variedad de la planta, la forma de cultivarlo, de secarlo¡±, argumenta.

En un mundo donde se consumen millones de tazas al d¨ªa es importante que los consumidores conozcan los desaf¨ªos que afrontan los productores y las comunidades en una situaci¨®n de clima cambiante. Unas 120 millones de personas dependen de esta planta en 70 pa¨ªses. Existe una fuerte evidencia de que, de no remediarlo, el aumento de las temperaturas y la alteraci¨®n de las lluvias acabar¨¢n afectando la productividad y la calidad adem¨¢s de facilitar mayor incidencia de plagas y enfermedades.

120 millones de personas dependen del caf¨¦ para su sustento repartidos en 70 pa¨ªses productores

Lo aseguran diferentes informes de organizaciones como The Climate Institute, el World Coffee Research, el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) o revistas cient¨ªficas como Plos One. Algunas advierten que el ¨¢rea global adecuada para la producci¨®n de caf¨¦ de la especie ar¨¢bica, que representa un 70% de la producci¨®n mundial, podr¨ªa verse reducida hasta en un 50% para 2050. Los mayores impactos se dar¨ªan en latitudes y altitudes bajas. Brasil y Vietnam, los dos mayores productores del mundo, ser¨ªan los m¨¢s perjudicados. Otros como Etiop¨ªa, lugar originario del caf¨¦, para fines de este siglo podr¨ªa perder entre el 40 y el 60% de las tierras aptas para su cultivo por aumentos de temperaturas de tres a cinco grados.

Los impactos tambi¨¦n ser¨ªan muy graves en Centroam¨¦rica. De hecho, ya lo est¨¢n siendo. La sequ¨ªa primero y el exceso de lluvias despu¨¦s acabaron con buena parte de la cosecha el a?o pasado. ¡°Tuvimos temperaturas que rondaban los 30 grados y eso afecta la fisiolog¨ªa de la planta y la maduraci¨®n del fruto. Hubo una ca¨ªda promedio de la productividad en la regi¨®n de entre el 15 y el 35%. El Salvador tuvo la peor cosecha en toda su historia", se?ala el hondure?o Rub¨¦n Dar¨ªo Sorto, director de una empresa productora. De seguir as¨ª, el World Coffee Research estima que para el a?o 2050, El Salvador perder¨ªa el 50% de su ¨¢rea apta para cultivo, lo mismo que Honduras alrededor del 56% o Guatemala cerca del 45%.

Este producto ya dej¨® de ser rentable para muchos caficultores centroamericanos que abandonaron sus fincas y decidieron migrar. ¡°La situaci¨®n de bajos precios, cambio clim¨¢tico y baja productividad, exacerbada ahora por una pandemia global que ha desplomado el consumo en las cafeter¨ªas, le pone much¨ªsima presi¨®n social porque muchas personas dependen del caf¨¦¡±, indica Sorto recordando que en Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala unas 320.000 familias viven de ello.

Mayores cuidados

Colombia no estar¨ªa en el peor de los escenarios. En este pa¨ªs hay 540.000 agricultores y 850.000 hect¨¢reas de cultivo repartidas a lo largo de las tres cordilleras que atraviesan el pa¨ªs. En San Calixto, un municipio orgullosamente cafetero de la zona del Catatumbo, en la regi¨®n colombiana del Norte de Santander, cerca de la frontera con Venezuela, si hay, sin embargo, preocupaci¨®n. Sus cultivos est¨¢n entre los 1.200 y los 1.600 metros de altitud. Son tierras ¨®ptimas, pero la cosecha viene este a?o un poco peor. ¡°El que aqu¨ª llamamos verano se ha alargado m¨¢s de la cuenta, desde noviembre hasta febrero, y apenas ha llovido¡±, lamenta Sim¨®n Bayona, un experimentado caficultor de la zona.

Los sancalixtenses dicen que el clima vari¨®, que llueve menos, que a?os atr¨¢s era m¨¢s fr¨ªo con temperaturas de 16 y 17 grados y hora tienen 23. ¡°El grano necesita muchos m¨¢s cuidados que antes, hay que estar muy pendiente y se nos va la vida en gastos porque hay que fertilizarlo m¨¢s. Hemos tenido granizadas, llegaron las plagas de rolla y hemos sufrido la broca, un insecto que perfora la semilla. Estamos siempre luchando por mantener el cultivo y apenas tenemos ayudas. Y eso que el caf¨¦ es agradecido tambi¨¦n porque si el precio es justo como va a ser este a?o y el clima favorece, un caficultor puede vivir dignamente¡±, dice Bayona.

El clima preocupa tambi¨¦n a la Federaci¨®n Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC), pero ellos prefieren hablar de variabilidad clim¨¢tica, m¨¢s que de cambio clim¨¢tico. ¡°Si miramos nuestros datos, los promedios de temperatura y de precipitaci¨®n de los ¨²ltimos 60 a?os aqu¨ª son los mismos, pero la frecuencia y la intensidad de los fen¨®menos de exceso de lluvia, la Ni?a, y falta de lluvia que llamamos Ni?o son mucho m¨¢s severos y eso afecta a los cultivos por lo que el agricultor tiene que estar prevenido¡±, dice Ra¨²l Jaime Hern¨¢ndez, responsable de la Direcci¨®n de gesti¨®n ambiental de la Federaci¨®n.

La entidad que representa y aglutina a los caficultores colombianos desde hace 92 a?os viene desarrollando estrategias para tener unos sistemas de producci¨®n mucho m¨¢s s¨®lidos y resilientes. En ning¨²n caso, dicen, deber¨ªan repetirse los estragos que caus¨® el fen¨®meno de la Ni?a cuando entre 2009 y 2011 llovi¨® mucho m¨¢s de lo normal y con el agua se incrementaron los problemas de roya, una enfermedad ocasionada por un hongo que acab¨® con el 45% de la cosecha. ¡°Con la variabilidad clim¨¢tica se vuelve mucho m¨¢s agresiva. Por fortuna, desde mucho antes de estos fen¨®menos, la federaci¨®n ha desarrollado diferentes variedades resistentes¡±, indica Hern¨¢ndez.

La FNC dispone de un avanzado centro de investigaciones del caf¨¦, estaciones metereol¨®gicas, un sistema de alertas tempranas y 1.500 t¨¦cnicos por todo el pa¨ªs que asesoran a los agricultores. Aseguran haber tomado las medidas para defenderse de esa variabilidad clim¨¢tica sin que se afecte la calidad. ¡°Si est¨¢n en zonas donde el clima es duro deben ponerle sombra al cultivo reforestando con ¨¢rboles, cuidar el suelo de la erosi¨®n con coberturas vegetales nobles y no hacer quemas¡±, explica Hern¨¢ndez. Si hipot¨¦ticamente subieran las temperaturas, el miedo entonces ser¨ªa a la broca, mucho m¨¢s letal en climas calientes. ¡°El riesgo ser¨ªa que se subiera el cultivo en la monta?a y no nos gustar¨ªa ni es conveniente porque estar¨ªamos yendo hacia las partes m¨¢s altas donde los ecosistemas son m¨¢s fr¨¢giles¡±, remarca.

El caf¨¦ necesita muchos m¨¢s cuidados que antes, hay que estar muy pendiente y se nos va la vida en gastos porque hay que fertilizarlo m¨¢s

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es otra de las entidades que ha venido impulsando y apoyando una serie de iniciativas en Am¨¦rica Latina para la adaptaci¨®n y mitigaci¨®n del cambio clim¨¢tico en la agricultura, incluido el caf¨¦. Para este organismo es importante respaldar la generaci¨®n de conocimiento, como puede ser la identificaci¨®n del genoma del caf¨¦ y contribuir as¨ª a desarrollar variedades mejoradas. ¡°Muchas de nuestras operaciones de pr¨¦stamo y de asistencia t¨¦cnica se orientan a incrementar la resiliencia con particular ¨¦nfasis en peque?os productores, apoyando la adopci¨®n de tecnolog¨ªas y pr¨¢cticas clim¨¢ticamente inteligentes a nivel de finca¡±, afirma Ana R¨ªos, especialista en recursos naturales y cambio clim¨¢tico del BID.

Desde Honduras, Rub¨¦n Dar¨ªo Sorto habla de cambiar el esquema de caficultura tradicional por una caficultura del siglo XXI preparada ante los retos clim¨¢ticos. Para este empresario cafetero es importante apostar por caf¨¦s de mayor calidad. ¡°Una de las medidas que tomamos fue invertir en tecnolog¨ªa de procesamiento que mejorara el producto, la inocuidad, la bioseguridad y la trazabilidad del caf¨¦ adem¨¢s de ingresar mejores precios por un caf¨¦ especial de m¨¢s alta calidad¡±, explica.

¡°Utilicemos terrazas para disminuir la erosi¨®n en los suelos, plantaciones con dise?os que eviten la escorrent¨ªa y favorezcan la infiltraci¨®n y retenci¨®n de nutrientes, busquemos variedades adaptadas al cambio clim¨¢tico, introduzcamos t¨¦cnicas de agricultura inteligente como controlar las plagas monitoreando el nivel de clorofila para identificarlas de manera temprana y tomar medidas r¨¢pidamente¡±, concluye.

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