La deforestaci¨®n en Colombia disminuye: se redujo en un 10% en 2022, seg¨²n el Gobierno

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La deforestaci¨®n en Colombia es uno de los temas que m¨¢s preocupa a ciudadanos y ambientalistas del pa¨ªs. Tras la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y la antigua guerrilla de las FARC, la cifra lleg¨® a un pico m¨¢ximo en 2016, cuando se borraron 178.597 hect¨¢reas de bosque en el pa¨ªs, aumentando un 44% en comparaci¨®n a 2015. Pero la tendencia parece empezar a cambiar. Seg¨²n cifras estimadas y preliminares anunciadas en la ma?ana del 16 de mayo por la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, la deforestaci¨®n disminuy¨® en Colombia en un rango que est¨¢ entre el 5 y -10% en 2022, si se compara con lo que ocurri¨® en 2021.

¡°La cifra exacta va a estar en junio de este a?o, cuando se terminen de procesar todas las im¨¢genes satelitales¡±, asegur¨® la ministra. ¡°Y nos llevar¨ªa a una cifra similar a lo que se ten¨ªa antes del Acuerdo de Paz¡±. Aunque las mayores mejor¨ªas se dieron en la Amazonia, regi¨®n que ven¨ªa sufriendo de una deforestaci¨®n implacable, no fue as¨ª para toda Colombia. En alerta a¨²n est¨¢ Putumayo, Catatumbo, Norte del Pacifico y la Serran¨ªa de San Lucas.

¡°El programa de contenci¨®n de deforestaci¨®n, que qued¨® en el Plan Nacional de Desarrollo, incluye 28 n¨²cleos de deforestaci¨®n de Colombia, y 22 de los 28 est¨¢n en la Amazonia¡±, se?al¨® Muhamad.

Un ojo de c¨ªclope en la Amazonia

Hist¨®ricamente, uno de los puntos m¨¢s alarmantes de deforestaci¨®n, es lo que se conoce como el Arco Amaz¨®nico, zona que incluye los departamentos de Meta, Caquet¨¢, Guaviare y Putumayo. Y all¨ª, precisamente, es donde parece que el escenario comenz¨® a mejorar. Muhamad explic¨® que la deforestaci¨®n ha ca¨ªdo en Guaviare (-35%), Caquet¨¢ (-31%) y Meta (-25%). ¡°La deforestaci¨®n en esta regi¨®n, suele darse en el ¨²ltimo trimestre y el primer trimestre de cada a?o, por eso era muy importante trabajar en el ¨²ltimo trimestre del a?o 2022 para tratar de mitigar la deforestaci¨®n¡±, dijo la ministra.

Sin embargo, las buenas noticias no fueron las mismas para Putumayo, donde la deforestaci¨®n igualmente aument¨® un 26%. Seg¨²n la ministra, mientras en los otros tres departamentos el principal motor de la p¨¦rdida forestal es el acaparamiento de tierras y a donde se lleg¨® con acuerdos de conservaci¨®n ambiental y con la estrategia de la paz total, en el Putumayo no se ha llegado con una pol¨ªtica s¨®lida. ¡°Tampoco hay conversaci¨®n respecto a la ¡®paz total¡¯, por ser otros grupos los que dominan all¨ª el territorio¡±.

Si se suman los datos de todo el Arco Amaz¨®nico, eso indicar¨ªa que en esa zona la deforestaci¨®n cay¨® entre un 15% y un 25% entre el a?o 2021 y 2022, seg¨²n los datos preliminares del Gobierno.

Muhamad tambi¨¦n explic¨® que las buenas cifras en el Amazonas se deben a un cambio en la pol¨ªtica, en especial en Parques Nacionales Naturales (PNN). Antes, y durante el Gobierno Iv¨¢n Duque, el eje de la pol¨ªtica de deforestaci¨®n era la Campa?a Artemisa, durante la cual se judicializ¨® a varios campesinos por ese delito, pero se cre¨® conflicto en el territorio. Actualmente, el enfoque pas¨® a ser de acuerdos de conservaci¨®n con las comunidades, sin tener que sacarlas del territorio, lo cual, seg¨²n la ministra, est¨¢ dando buenos frutos. ¡°Obviamente estamos buscando la diferencia de los grandes acaparadores de tierra y de los campesinos arraigados¡±, afirm¨®.

Durante el primer trimestre de 2022, por ejemplo, en los doce parques nacionales que est¨¢n en la Amazonia se llegaron a deforestar 9.260 hect¨¢reas de bosque, mientras que, para el mismo periodo de tiempo del 2023 la cifra apenas lleg¨® a 393 hect¨¢reas. En algunos PNN clave v¨ªctimas de la deforestaci¨®n, las cifras tambi¨¦n son mejores: en Tinigua se disminuy¨® en 5.209 hect¨¢reas, en la Macarena fue de 2.496 hect¨¢reas menos, mientras que en Chibiriquete y en Picachos cay¨® en 671 y 296 hect¨¢reas, respectivamente. En total, sumando los 12 parques, se trata de una reducci¨®n 8.869 hect¨¢reas.

¡°Sin embargo es un trabajo permanente, y esto no es un canto de victoria porque las tendencias pueden revertirse, y hay que seguir trabajando¡±, concluy¨® Muhamad.