La preocupaci¨®n por el aumento de los suicidios se dispara en las zonas de reclutamiento forzado
Seg¨²n la Defensor¨ªa del Pueblo, el temor a terminar en la guerra es una de las amenazas asociadas al suicidio de j¨®venes ind¨ªgenas
La alerta que se encendi¨® hace al menos dos a?os por una epidemia de suicidio entre j¨®venes ind¨ªgenas en el Choc¨®, en el Pac¨ªfico colombiano, se est¨¢ extendiendo a la regi¨®n amaz¨®nica, a cientos de kil¨®metros y tres cordilleras de distancia. Los reportes de Medicina Legal dan cuenta de 38 suicidios en esa zona del pa¨ªs entre enero y abril de este a?o, 19 de ellos en Putumayo y 12 en Caquet¨¢, dos de los departamentos con m¨¢s reportes de reclutamiento forzado ante la Defensor¨ªa del Pueblo. Ocho eran menores de edad. Tambi¨¦n se presentaron cuatro suicidios en Guaviare y tres m¨¢s en Vaup¨¦s, donde la mayor parte de la poblaci¨®n es ind¨ªgena.
Aunque las estad¨ªsticas no precisan cu¨¢ntos de esos suicidios corresponden a habitantes de pueblos nativos, la Defensor¨ªa advierte que el temor al reclutamiento forzado que ejercen grupos ilegales con el fin de aumentar su capacidad militar es una de las principales amenazas asociadas al suicidio de j¨®venes pertenecientes a estas comunidades.
El vicedefensor del Pueblo, Luis Andr¨¦s Fajardo, sostiene que los adolescentes ind¨ªgenas son los que m¨¢s corren el riesgo de ser reclutados. ¡°Esa mayor probabilidad se da fundamentalmente porque para los grupos armados estos j¨®venes tienen mayor resistencia a las enfermedades, cuentan con mayor fuerza f¨ªsica y pueden dominar los caminos que hay en la selva. Esa adaptaci¨®n al ambiente selv¨¢tico y hostil de los lugares por donde se mueven estos grupos los hace m¨¢s buscados¡±, denuncia Fajardo en di¨¢logo con EL PA?S.
El pasado mes de mayo, cuatro j¨®venes ind¨ªgenas del Putumayo fueron asesinados en l¨ªmites entre Caquet¨¢ y Amazonas mientras intentaban huir del frente Carolina Ram¨ªrez del Estado Mayor Central, una disidencia de las extintas FARC que los hab¨ªa reclutado. El crimen no solo impuls¨® al presidente de la Rep¨²blica, Gustavo Petro, a suspender el cese al fuego bilateral con esa agrupaci¨®n en la retaguardia que tiene este grupo en cuatro departamentos amaz¨®nicos, sino que puso en evidencia los problemas de seguridad que todav¨ªa golpean a esa zona.
La Organizaci¨®n Nacional de los Pueblos Ind¨ªgenas de la Amazon¨ªa Colombiana (OPIAC) comparte la preocupaci¨®n de la Defensor¨ªa y reclama la atenci¨®n urgente del Estado. ¡°Los j¨®venes enfrentan una situaci¨®n en la que no encuentran salida. Por un lado, los grupos armados ilegales los persiguen; por otro lado, acuden a las instituciones y no obtienen respuesta. Eso lleva a condiciones dif¨ªciles de frustraci¨®n, de no poder hacer realidad sus proyectos y a casos de suicidio¡±, lamenta ?scar Daza, coordinador de Derechos Humanos de la organizaci¨®n ind¨ªgena.
Amazonas y Vaup¨¦s fueron los departamentos con ¨ªndices m¨¢s altos de mortalidad por suicidio en 2020 con tasas cercanas a 20 casos por cada 100.000 habitantes frente a una nacional de 5,96, de acuerdo con el panorama de eventos en salud p¨²blica que public¨® el Instituto Nacional de Salud (INS) en noviembre de 2022.
Parad¨®jicamente, esos departamentos presentan una menor carga de enfermedades que otros por trastornos mentales como ansiedad y depresi¨®n. Eso sugiere que, o bien otros problemas inciden en el suicidio, o hay barreras estructurales, geogr¨¢ficas o econ¨®micas, que impiden intervenciones oportunas en esas condiciones de salud mental. Esto se traduce en desenlaces fatales y evitables, seg¨²n el informe.
La tasa de mortalidad por suicidio en Amazonas se ha incrementado desde 2018 hasta llegar a ser la m¨¢s alta de todos los departamentos, mientras en Vaup¨¦s ha bajado levemente. Astrid Arrieta, psiquiatra del hospital San Antonio de Mit¨², atribuye esa reducci¨®n al fortalecimiento de programas de atenci¨®n en salud mental en zonas rurales. Adem¨¢s del conflicto, otros factores como el desarraigo cultural pueden afectar a los j¨®venes cuando se trasladan hacia zonas urbanas en busca de una mejor vida, lejos de la violencia.
¡°Puedes tener j¨®venes ind¨ªgenas lejos de su familia con trastornos depresivos, que hacen que sean m¨¢s impulsivos por una confrontaci¨®n con la realidad. La pobreza tambi¨¦n influye. La forma de comunicarse de ellos es diferente, de expresar su tristeza o depresi¨®n, pero no significa que no sientan¡±, afirma Arrieta, expresidenta de la Asociaci¨®n Colombiana de Psiquiatr¨ªa.
El suicidio en regiones afectadas por el reclutamiento forzado con comunidades ind¨ªgenas se empez¨® a manifestar en Choc¨®. En 2021, art¨ªculos period¨ªsticos de medios como El Espectador y Cerosetenta daban cuenta de por lo menos 22 suicidios en pueblos ember¨¢ durante el primer semestre de ese a?o. Los casos estaban presuntamente relacionados con la presencia de grupos armados y las constantes violaciones a los Derechos Humanos.
Dos a?os despu¨¦s, el panorama en esa regi¨®n del Pac¨ªfico no ha cambiado. En lo corrido de 2023, la Mesa de los Pueblos Ind¨ªgenas del Choc¨® ha reportado 22 casos de suicidio entre su poblaci¨®n. ¡°Hemos visto casos en que en una familia se han suicidado dos personas, dos hermanos, o la mam¨¢ y el hijo¡±, revela Irma Cabrera, representante de Gobierno ancestral, una de las organizaciones que conforman esa mesa regional.
Parte del problema, dice la l¨ªder ind¨ªgena, es la falta de una respuesta diferencial que reconozca sus costumbres y creencias. ¡°Es necesario que podamos coordinar con las instituciones una sanaci¨®n territorial en los resguardos ind¨ªgenas para que los sabios y mayores se encarguen de armonizar y sanar el territorio de modo que esta situaci¨®n no se siga presentando¡±, expresa Cabrera.
La poblaci¨®n ¨¦tnica ha estado hist¨®ricamente en el centro del conflicto armado en Colombia. En su informe final, la Comisi¨®n de la Verdad indic¨® que el uso de comunidades ind¨ªgenas como escudos, el reclutamiento, el desplazamiento o el confinamiento forzados se han expresado no solo en las estad¨ªsticas, sino en cambios culturales. ¡°Los suicidios, especialmente entre los j¨®venes en distintos grupos ¨¦tnicos, son expresi¨®n de sufrimiento social y no solo problemas o reacciones individuales¡±, indica el informe.
El suicidio se convirti¨® en una conducta asociada a la sensaci¨®n de desesperanza, seg¨²n relatos que recoge el documento. ¡°Vimos que una parte era la depresi¨®n, la tristeza, el no poder andar libre, el no poder salir a pescar, cazar, no estar en fiesta, la alegr¨ªa... no tener recursos, porque no ten¨ªan c¨®mo salir a vender su producto para generar ingresos. Con eso ten¨ªa que ver que anduvieran deprimidos, porque los ember¨¢ siempre hemos sido muy libres, nos gusta caminar mucho, nos gusta ir de un r¨ªo a otro, nos gusta ir a visitar a nuestra familia, la convivencia, y eso no se permit¨ªa¡±, detalla el testimonio de un l¨ªder Ember¨¢ Dobid¨¢.
En la Amazon¨ªa era com¨²n que los padres y madres enviaran a sus hijos e hijas a ciudades capitales o a pa¨ªses fronterizos para protegerlos del reclutamiento. En oportunidades, terminaban enfrentando otros tipos de violencia como discriminaci¨®n, o explotaci¨®n sexual o laboral.
En otro relato, un excombatiente ind¨ªgena de las FARC en el Vaup¨¦s narr¨® a la Comisi¨®n que los j¨®venes reclutados eran enviados a diferentes frentes y asignados a operaciones en las que muchos fallecieron. Los grupos armados les hac¨ªan medir uniformes y botas, los entrenaban y luego los distribu¨ªan en unidades de combate. La mayor¨ªa eran ni?os y ni?as entre los 12 y los 15 a?os.
Otro de los hallazgos de la Comisi¨®n fue la existencia de 17 corredores del conflicto en macroterritorios ¨¦tnicos donde se han concentrado confrontaciones de grupos armados en disputa por zonas estrat¨¦gicas para el desarrollo de econom¨ªas il¨ªcitas como el narcotr¨¢fico. Uno de ellos es el corredor sur, interconectado por los r¨ªos Caquet¨¢, Putumayo y Amazonas, el cual facilita la conexi¨®n con Ecuador, Per¨² y Brasil, pa¨ªses fronterizos.
¡°Este macroterritorio ¨¦tnico permaneci¨® bajo el control de las FARC-EP hasta la firma del Acuerdo de Paz. A partir de 2021, llegaron el frente Carolina Ram¨ªrez y los Comandos de la Frontera, amenazando a la poblaci¨®n y oblig¨¢ndola a vender la pasta base de coca a un ¨²nico comercializador. Los nuevos grupos est¨¢n integrados por exguerrilleros, exparamilitares, delincuentes comunes e incluso exmilitares vinculados al narcotr¨¢fico¡±, explica el informe final.
Se calcula que entre 1990 y 2017 hubo 1.796 ni?os, ni?as y j¨®venes ind¨ªgenas v¨ªctimas de reclutamiento forzado, en contextos de profunda pobreza y abandono estatal. Los casos fueron atribuidos, en su mayor¨ªa, a las extintas FARC, seguidas del ELN y agrupaciones paramilitares. Los departamentos m¨¢s afectados fueron Cauca, Choc¨®, Meta, Vaup¨¦s y Guaviare.
Despu¨¦s de d¨¦cadas de violencia, tanto los suicidios como los reclutamientos forzados siguen amenazando a las comunidades ind¨ªgenas. ¡°Los pueblos ind¨ªgenas hist¨®ricamente han estado sometidos a diferentes factores que los han llevado a la reducci¨®n de su autonom¨ªa, a que vayan desapareciendo las culturas propias. Dentro de ellos, est¨¢ el reclutamiento. La guerra ha hecho que los pueblos ind¨ªgenas se aproximen m¨¢s a la desaparici¨®n f¨ªsica y cultural¡±, se?ala Daza, el coordinador de Derechos Humanos de la OPIAC.
En 2009, la Corte Constitucional declar¨® que existe riesgo de exterminio f¨ªsico y cultural de los pueblos ind¨ªgenas en Colombia. Organizaciones que representan a estas comunidades han advertido que al menos 72 de 115 pueblos, es decir, el 62%, est¨¢n en riesgo de desaparici¨®n, cita el informe final de la Comisi¨®n de la Verdad.
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