La lenta lucha de Colombia contra la mortalidad materna se libra en Palmar de Varela
En lo corrido de este a?o se han reportado 119 muertes maternas, la mayor¨ªa en las zonas m¨¢s apartadas del pa¨ªs sin acceso a servicios m¨¦dicos. Un nuevo hospital ofrece un mejor destino a las madres y a sus beb¨¦s al estrenar una sala de partos
A las 4:12 de la madrugada, el llanto de Ariadna se escuch¨® en los pasillos del nuevo hospital. La noche anterior hab¨ªa transcurrido en calma en Palmar de Varela, un caluroso pueblo del departamento del Atl¨¢ntico, enclavado a orillas del r¨ªo Magdalena, en la Costa Caribe colombiana. Orlando R¨²a regresaba en taxi a su casa, arrastrando el cansancio del turno que acababa de terminar como operario de la empresa municipal de aseo cuando una llamada le despert¨® una mezcla de emoci¨®n y nervios en la oscuridad de la medianoche. Supo que el momento hab¨ªa llegado.
Anyelina Palmar esperaba la respuesta de su esposo, al otro lado del m¨®vil, cuando lo sinti¨® cruzar la puerta. La mujer respir¨® con un asomo de alivio al verlo llegar, justo cuando las primeras contracciones le hac¨ªan estremecer el cuerpo. ¡°Yo estaba sola con mi ni?a mayor, de tres a?os, y me empez¨® un dolor en el vientre. Ya como a la una de la ma?ana empezaron a dar m¨¢s fuertes¡±, narra la venezolana de 25 a?os, quien desde hace cinco vive en Colombia. R¨²a, el esposo, complementa: ¡°Le dije: alista todo que nos vamos enseguida¡±.
La madre vest¨ªa una liviana bata en tela de flores anaranjadas, como intentando restarle peso al dolor y sumarle color a lo que despu¨¦s se har¨ªa recuerdo. Sali¨® junto al marido aturdido por los minutos que parec¨ªan horas, rumbo a un municipio cercano donde hab¨ªan asistido a los controles m¨¦dicos durante el embarazo. ¡°Un amigo que iba pasando en motocarro me pregunt¨® para d¨®nde ¨ªbamos y le dije que si nos llevaba a Santo Tom¨¢s. Est¨¢bamos como a siete minutos¡±, recuerda R¨²a, agradecido por la suerte de cruzarse con aquel vecino.
Pero ese aliento dur¨® poco. Al llegar al centro de salud, les dijeron que estaban en obras para modernizar las viejas instalaciones. La sala de partos que estaba lista para estrenar era la del pueblo de donde ven¨ªan, Palmar de Varela. Ten¨ªan que regresar.
¡°La enfermera de Santo Tom¨¢s me aconseja: b¨²scate una moto para que lleves a tu esposa a Palmar. Salgo a buscar la moto y cuando regreso me dice que ya se la llevaron para all¨¢. ?C¨®mo va a ser!¡±, cuenta el hombre con particular acento coste?o. ¡°Llam¨¦ a una sobrina que se nos hab¨ªa unido y me dijo que la ambulancia las hab¨ªa llevado a Palmar¡±, a?ade. En menos de un suspiro, se hab¨ªa separado de su esposa y de la beb¨¦ que estaba en camino.
Aquel instante le hizo recordar a Orlando R¨²a los momentos previos al nacimiento de su primera hija, Andrea, hace tres a?os. En plena pandemia, las calles del pueblo de unos 32.000 habitantes estaban vac¨ªas y, a falta de un hospital local, tuvieron que trasladarse en ambulancia hasta Barranquilla, la capital del Atl¨¢ntico, a una hora por carretera. Esta vez, la historia era distinta. Su esposa se dirig¨ªa a un moderno hospital, a pocas cuadras de su casa.
Eran las 3:15 de la ma?ana. Orlando regresaba desde Santo Tom¨¢s, mientras Anyelina empezaba a recibir atenci¨®n m¨¦dica en el que antes era un precario centro de salud. ¡°Cuando llegamos al hospital de Palmar, el doctor enseguida me hizo el tacto, me tomaron la tensi¨®n, todo. El m¨¦dico dijo: ¡®?Ya va a parir! ?Preparen la sala de parto!¡¯ Y todo el mundo corriendo porque yo era la primera que iba a parir en ese hospital¡±, relata la mujer. ¡°Yo nunca pens¨¦ en parir ah¨ª. S¨ª me dijeron que hab¨ªa sala de partos, pero nunca pens¨¦ que ya estaba funcionando¡±, confiesa.
* * *
El m¨¦dico Javier Fern¨¢ndez, de uniforme azul claro, tampoco sab¨ªa lo que le esperaba en el turno de esa madrugada en el hospital que se hab¨ªa inaugurado un mes antes. ¡°No me imagin¨¦ que el primer parto en el nuevo hospital me corresponder¨ªa¡±, asegura el profesional de 37 a?os, 14 de ellos dedicados a atender pacientes en la incertidumbre de las unidades de urgencias.
La embarazada ingres¨® a la sala de partos, acompa?ada por la joven sobrina y dos enfermeras. ¡°Yo ten¨ªa tanto dolor que el doctor me dec¨ªa: ¡®?Vamos, vamos, que t¨² puedes!¡±, rememora Anyelina Palmar en conversaci¨®n con EL PA?S. Orlando R¨²a, el esposo, lleg¨® al hospital cuando la mujer estaba por dar a luz, un piso m¨¢s arriba de donde ¨¦l tuvo que seguir aguardando con ansias.
Fern¨¢ndez, egresado de la Universidad Metropolitana de Barranquilla, advierte sobre la complejidad de los trabajos de parto. ¡°Por mucha experiencia que se tenga, un parto exige mucha concentraci¨®n. No deja de ser tenso porque en cualquier momento puede haber complicaciones. Gracias a Dios este no fue el caso. Fue todo muy tranquilo¡±, se?ala.
Ariadna Sof¨ªa R¨²a Palmar naci¨® a las 4:12 de la ma?ana del lunes 10 de julio. Pes¨® 3.465 gramos y midi¨® 50 cent¨ªmetros. El nacimiento colm¨® de regocijo el hospital donde se escuchaba, por primera vez, el llanto de una beb¨¦. ¡°Ese es el momento m¨¢s feliz, cuando la beb¨¦ ya sale. Yo le acerqu¨¦ la ni?a a la mam¨¢ y obviamente ella estaba feliz. La ni?a llor¨® inmediatamente y ese llanto es como si te dijera ¡®Estoy bien¡¯ (risas)¡ Es un momento muy especial¡±, expresa el m¨¦dico en un tono de alegr¨ªa inocultable.
Karina Manjarr¨¦s, una de las enfermeras que ayud¨® a examinar a la reci¨¦n nacida, tambi¨¦n celebra. ¡°Fue una experiencia muy bonita porque ya eran m¨¢s de tres a?os sin recibir beb¨¦s ac¨¢ en el antiguo centro de salud que ahora es una nueva infraestructura¡±, enfatiza. El j¨²bilo qued¨® plasmado en una selfie que el equipo m¨¦dico tom¨® segundos antes de acercar a Ariadna al abrazo paciente de Orlando, su padre, que ese mismo d¨ªa cumpl¨ªa 47 a?os. ¡°La sonrisa es la tranquilidad del deber cumplido. As¨ª un m¨¦dico atienda mil partos en su vida, no van a ser iguales y cuando ya le puedes mostrar el beb¨¦ a sus padres, dices ¡®?Wow, lo logramos!¡¯. Esa satisfacci¨®n se repite cualquier cantidad de veces¡±, sostiene el m¨¦dico Javier Fern¨¢ndez.
* * *
A?os antes de aquella madrugada, Fern¨¢ndez prestaba el servicio social obligatorio en Betulia, un pueblo cafetero de Antioquia, a casi 800 kil¨®metros del lugar donde atendi¨® el parto de Anyelina. ¡°Cuando estaba haciendo mi rural, las maternas bajaban de las fincas cafeteras y ven¨ªan sin controles prenatales, sin ecograf¨ªas. Simplemente nos dec¨ªan: vengo a parir. Era muy tensionante porque sin controles, ni nada, imag¨ªnate¡±, lamenta.
El primer alumbramiento en el hospital de Palmar de Varela contrasta con los casos de gestantes que pierden la vida por falta de acceso a atenci¨®n m¨¦dica en diferentes zonas de pa¨ªs. En lo corrido de este a?o, se han reportado 119 muertes de este tipo ante el Instituto Nacional de Salud (INS) y el a?o anterior se registraron 261.
La atenci¨®n prenatal permite saber c¨®mo est¨¢ la salud de la madre y su beb¨¦, identificar riesgos y prevenir complicaciones. Sin embargo, la tasa de mortalidad materna en Colombia muestra el tama?o de un desaf¨ªo todav¨ªa por resolver con 66,7 casos por cada 100.000 nacidos vivos, lejos de la meta de 32 casos por 100.000 nacidos vivos para el a?o 2030. El 90% de estas muertes son evitables.
Seg¨²n el Ministerio de Salud y Protecci¨®n Social, el acceso inequitativo a servicios de salud afecta, principalmente, a mujeres de departamentos como La Guajira, Choc¨®, Amazonas, Guain¨ªa y Vichada, con barreras geogr¨¢ficas y altos niveles de pobreza. El ministro Guillermo Alfonso Jaramillo ha advertido que cerca de 700 de los 1.123 municipios del pa¨ªs no cuentan con hospitales, ni centros de salud. La muestra m¨¢s clara es que en algunos territorios ni siquiera existe la posibilidad de nacer, con excepci¨®n de comunidades remotas con pr¨¢cticas ancestrales de parter¨ªa.
En Atl¨¢ntico, las autoridades le apuestan a una mejora de fondo en los servicios m¨¦dicos. En total se han entregado 6 nuevos hospitales y 29 puestos de salud en corregimientos, lejos de las cabeceras municipales. ¡°El objetivo es que se presten servicios de calidad cerca a los ciudadanos, que la infraestructura cumpla con todas las normas y se pueda atender al paciente en un lugar digno¡±, explica la gobernadora Elsa Noguera.
El nuevo hospital de Palmar Varela cuenta tambi¨¦n con laboratorio, consulta externa, imagenolog¨ªa y hospitalizaci¨®n. ¡°Es un hospital que se entrega con toda la dotaci¨®n, de tal forma que cuando el paciente llegue no tengan que remitirlo por unos rayos X, por ejemplo, sino que ah¨ª mismo se pueda atender¡±, explica la secretaria departamental de Salud, Alma Solano S¨¢nchez. Las inversiones se complementan con visitas preventivas, puerta a puerta.
¡°Por a?os, la salud en diferentes territorios de Colombia ha sido muy precaria, hospitales en quiebra, falta de pago al personal, problemas en la atenci¨®n. De pronto te encuentras con un hospital moderno como este, que queda a la orilla de la carretera, al que todo el mundo puede acceder. Te sientes tranquilo porque con las herramientas que tienes puedes aportar lo mejor¡±, opina el m¨¦dico que estren¨® la sala de partos.
El nacimiento de Ariadna trae un halo de esperanza en un pa¨ªs donde abundan las noticias de violencia y corrupci¨®n, y donde no todos tienen acceso a servicios dignos de salud. El mundo conserva peque?os lugares seguros: la beb¨¦ reposa en los brazos de sus padres, muy cerca del nuevo hospital de Palmar de Varela.
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