Faltan las candidatas: los hombres dominan las elecciones en las principales ciudades de Colombia
En Bogot¨¢ y Barranquilla no hay aspirantes mujeres a la Alcald¨ªa, mientras que en Medell¨ªn y Cali tienen pocas opciones de ganar
Las mujeres estar¨¢n lejos de los principales focos de atenci¨®n en las pr¨®ximas elecciones regionales de Colombia, que se realizar¨¢n el 29 de octubre. El cierre de inscripci¨®n de candidaturas, el pasado 29 de julio, ha convertido lo que se avizoraba como una probabilidad en una certeza. No hay una mujer entre los nueve aspirantes a la Alcald¨ªa de Bogot¨¢, el segundo puesto electivo con mayor poder del pa¨ªs. Tampoco hay ninguna entre los ocho candidatos en Barranquilla, la principal ciudad del Caribe. Y la situaci¨®n apenas mejora en Medell¨ªn y Cali, las urbes m¨¢s pobladas despu¨¦s de la capital; all¨ª las candidatas se cuentan con los dedos de una mano y ninguna lidera las encuestas.
Para las principales gobernaciones no se vislumbran candidaturas femeninas fuertes. No hay ninguna aspirante mujer en Antioquia, Santander o Atl¨¢ntico, departamento que hoy administra Elsa Noguera. Asimismo, la Misi¨®n de Observaci¨®n Electoral (MOE) ha alertado espec¨ªficamente sobre la situaci¨®n de Norte de Santander, un departamento que ir¨¢ a su segunda elecci¨®n consecutiva sin candidatas mujeres a la Gobernaci¨®n. En Cundinamarca se lanz¨® la excongresista Nancy Patricia Guti¨¦rrez, que ya fracas¨® buscando ese cargo en 2015 contra uno de sus rivales actuales, el exgobernador Jorge Rey. La excepci¨®n es la veterana pol¨ªtica Dilian Francisca Toro, que es la candidata a vencer en el Valle del Cauca.
La baja presencia de mujeres ha generado sorpresa en el pa¨ªs sudamericano. No porque la exclusi¨®n sea algo nuevo ¡ªlas mujeres solo ocupan el 12% de las alcald¨ªas y el 18% de las gobernaciones¡ª, sino porque las elecciones del a?o pasado dejaron un r¨¦cord de presencia femenina en el Legislativo: la participaci¨®n de mujeres en la C¨¢mara de Representantes y en el Senado lleg¨® al 28,8%, nueve puntos m¨¢s que en 2018. Pero ahora ni siquiera habr¨¢ una candidata para liderar Bogot¨¢, ciudad que hace cuatro a?os eligi¨® a Claudia L¨®pez como su primera alcaldesa.
Las encuestas muestran dif¨ªcil la victoria de una mujer en las grandes ciudades. Diana Rojas, una exconcejala de Cali que se hizo conocida por sus denuncias anticorrupci¨®n, mide alrededor de 14% ¡ªmuy por debajo del empresario Roberto Chontico Ortiz y casi empatada con Alejandro Eder¡ª, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Centro Nacional de Consultor¨ªa (CNC) para la revista Semana y los de EcoAnal¨ªtica-Guarumo. El panorama es a¨²n peor en Medell¨ªn: la excongresista conservadora Liliana Rend¨®n, la mejor posicionada entre tres mujeres ¡ªfrente a 11 hombres¡ª, tiene n¨²meros de 3,5% y 4,2%. El sondeo del CMC incluye a Cartagena, donde la exalcaldesa Judith Pinedo, presa durante dos a?os y luego declarada inocente, aparece tercera con 8,5%. Sin embargo, no incluye a Bucaramanga, donde Consuelo Ord¨®?ez arranca con el apoyo del exalcalde Rodolfo Hern¨¢ndez, quien aspira a la Gobernaci¨®n.
Hace unas semanas, un incidente en el Club Campestre de Cali evidenci¨® las dificultades que enfrentan las candidatas. Alberto Hadad, asesor de Eder y socio del club, interrumpi¨® un almuerzo que organiz¨® Diana Rojas para conseguir apoyos y le aconsej¨® que se fuera a formar a Estados Unidos durante dos a?os. Le dijo que la alta sociedad cale?a ya ten¨ªa un candidato con experiencia y que ella pod¨ªa intentarlo en cuatro a?os. La aspirante rememora en conversaci¨®n telef¨®nica que tembl¨® mientras escuchaba la intervenci¨®n y que no se anim¨® a responder como quer¨ªa. ¡°Uno, por ser mujer, cree que tiene que salir decorosamente. Me falt¨® decirle que era un machista y que el que ten¨ªa que ir a estudiar era ¨¦l¡±, resalta.
Rojas, de 35 a?os, afirma que los empresarios y los periodistas siempre esperan que ella demuestre su experiencia. No importa que haya sido secretaria privada del exalcalde Maurice Armitage y que tenga una maestr¨ªa en Planificaci¨®n Urbana y Regional. Cuenta, adem¨¢s, que le hacen preguntas que no les har¨ªan a los hombres: su edad, sus intenciones o no de tener hijos y las opiniones de su esposo sobre su carrera pol¨ªtica. Asimismo, cree que es dif¨ªcil conseguir financiamiento porque casi todas las empresas dispuestas a contribuir est¨¢n lideradas por hombres que no la ven como una par. ¡°Mi conversaci¨®n siempre es con hombres mayores, que me ven como su hija o como su nieta. Este pa¨ªs necesita muchas m¨¢s mujeres empresarias que apoyen campa?as¡±, remarca.
Las causas
Los partidos est¨¢n en el centro de los se?alamientos por la escasez de candidatas. La acad¨¦mica Ang¨¦lica Bernal, de la Escuela Superior de Administraci¨®n P¨²blica, afirma por tel¨¦fono que las colectividades solo hacen ¡°lo que est¨¢n obligadas a hacer¡±. Ninguna ley establece medidas afirmativas para cargos en los que hay un solo ganador, como las alcald¨ªas o gobernaciones. En cambio, una norma de 2011 fija un m¨ªnimo de 30% de mujeres en las listas para competir por m¨¢s de cinco curules en instituciones colegiadas como el Congreso, las asambleas departamentales y los concejos municipales y distritales. Por eso hay tanta diferencia con respecto a los logros del a?o pasado.
Bernal agrega que esas leyes de cuotas reflejan el impulso que dieron algunas mujeres y no una voluntad pol¨ªtica de toda la clase dirigente. ¡°Sirve para ser modernos, mostrar que quieren inclusi¨®n. Pero cuando se trata de conformar una lista hacen hasta lo imposible para meter mujeres que no comprometan a los liderazgos del partido¡±, subraya. Para ella, las arbitrariedades contra las mujeres son mayores en las elecciones locales: ¡°Un padrino suele representar al partido en el municipio. Es quien da el aval y b¨¢sicamente decide no meterte. No hay reglas claras, formales, sobre c¨®mo se establecen las candidaturas¡±.
El ambiente hostil se refleja tanto en la derecha como en la izquierda, seg¨²n explica por tel¨¦fono Angela Mar¨ªa Robledo, excandidata vicepresidencial de Gustavo Petro en 2018 y autora de Feminizar la pol¨ªtica. Por un lado, cree que candidatas de derecha como Liliana Rend¨®n en Medell¨ªn son funcionales a ¡°una agenda de redenci¨®n patriarcal¡± que sintoniza con los directivos partidarios. Por otro, se?ala que la izquierda tambi¨¦n es excluyente hacia algunos reclamos del feminismo, y que ella lo ha vivido en carne propia. ¡°Yo me opuse a que el candidato en Bogot¨¢ [en 2018] fuera un hombre que tiene acusaciones de acoso y de violencia intrafamiliar. Hubo una reacci¨®n muy fuerte de muchas personas¡±, comenta en referencia a Hollman Morris.
Las expertas consultadas coinciden en se?alar la importancia que tienen las mujeres en formas de hacer pol¨ªtica que van m¨¢s all¨¢ de las campa?as electorales y las alcald¨ªas. Mencionan, por ejemplo, a las lideresas sociales que militan sus causas desde los territorios y a las que encabezan movimientos de v¨ªctimas. Pero la profesora Bernal enfatiza en el problema que significa que las trayectorias comunitarias no se traduzcan en una mayor presencia en la pol¨ªtica electoral o formal. ¡°Es all¨ª donde se toman las decisiones, donde hay un poder real¡±, subraya.
El salto de la pol¨ªtica comunitaria a la competencia electoral no es f¨¢cil. Gihomara Aristiz¨¢bal, aspirante a concejala en Medell¨ªn, cuenta por tel¨¦fono que ha tenido dificultades en encontrar candidatas para Electas, su movimiento pol¨ªtico de mujeres. ¡°Ha habido 73 a?os de brecha y violencia pol¨ªtica¡±, explica mientras se?ala que los hombres tienen m¨¢s seguridad sobre sus capacidades como gobernantes. Dice que para las mujeres es m¨¢s f¨¢cil ver el potencial ajeno y que por eso ella misma ve a otras compa?eras como las candidatas ideales a la Alcald¨ªa ¡ªaunque ellas tampoco se animen¡ª. ¡°Hist¨®ricamente nos han metido inseguridades y todav¨ªa estamos luchando con esos miedos¡±, afirma.
Estamos Listas y el problema del financiamiento
Estamos Listas, un movimiento de mujeres sin filiación política, surgió en Medellin en 2017. Tras perder el plebiscito por la paz el año anterior, más de 2.000 mujeres decidieron unirse para ocupar espacios de poder. La cuota de género era al revés, con hombres aliados que ocupaban los últimos lugares de las listas. Muchas se ilusionaron: Dora Saldarriaga conquistó un escaño en el Concejo de Medellín en 2019 y Estamos Listas obtuvo reconocimiento nacional en 2021.
La crisis comenzó en 2022, cuando el movimiento quedó endeudado tras obtener menos del 1% de los votos en las elecciones a la Cámara en Antioquia. En mayo de este año, el grupo se fracturó tras la decisión de no presentar candidaturas para el Concejo o la Asamblea de Antioquia, y salieron algunas mujeres como Ghiomara Aristizábal. La profesora Angélica Bernal señala que las mujeres fueron víctimas de un modelo de financiamiento que genera inequidad. “La gente pobre que se mete en política resulta más pobre o endeudada”, dice. “Empezaron con el pie derecho, pero sabemos que una deuda rompe procesos”, agrega.
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