La izquierda colombiana est¨¢ lejos de recuperar el poder en su basti¨®n

Nari?o, el departamento en la esquina suroccidental de Colombia, fue el primer basti¨®n de la izquierda en un pa¨ªs que no hab¨ªa sido gobernado por ella. Fueron cinco gobernadores consecutivos, 18 a?os seguidos de administraciones progresistas que se rompieron en las elecciones de 2019. Aunque Gustavo Petro arras¨® all¨ª en las presidenciales de 2022, con el 70% de los votos en primera vuelta y el 81% en la segunda, es improbable que la izquierda recupere la Gobernaci¨®n en las elecciones locales del 29 de octubre.

La alianza de m¨¢s de 10 partidos y movimientos de izquierda como Colombia Humana, Mais, el Polo Democr¨¢tico y la Uni¨®n Patri¨®tica, conocida como el Pacto Hist¨®rico, [con la que Petro lleg¨® a la presidencia] tiene un candidato a la Gobernaci¨®n, Luis Alfonso Escobar Jaramillo.

Se trata de un novato en la pol¨ªtica, con amplia experiencia en administraci¨®n p¨²blica. Este economista con doctorado en econom¨ªa ambiental naci¨® en la ciudad portuaria de Tumaco ¡ªun territorio muy afectado por la violencia¡ª. Fue director de Planeaci¨®n de la Universidad del Valle, gerente del Plan presidencial Todos Somos Pazcifico, del gobierno de Juan Manuel Santos, y secretario de Planeaci¨®n de Nari?o.

En un departamento con una zona andina muy poblada, que ha sido tradicionalmente el centro del poder, es inusual que una persona afrodescendiente y de la costa Pac¨ªfica aspire a la Gobernaci¨®n. M¨¢s cuando Escobar hace parte del movimiento Soy porque Somos, de la vicepresidenta Francia M¨¢rquez, y ha sido cercano a los consejos comunitarios afros, como ACAPA en Tumaco.

Su aspiraci¨®n comenz¨® con varios problemas. El primero, que demuestra lo dif¨ªcil de construir poder pol¨ªtico en lo local, fue el retraso en la escogencia del candidato ¨²nico de la izquierda.

Desde finales del a?o pasado hubo reuniones entre integrantes del Pacto y precandidatos para definir un mecanismo de selecci¨®n: se defini¨® una consulta que no cal¨®, luego se busc¨® un consenso y finalmente, ya en junio y cuando otras candidaturas estaban a toda marcha, se defini¨® una encuesta. Esta se realiz¨® en julio y termin¨® en un empate t¨¦cnico entre tres precandidatos. Por eso, los directivos de los partidos que integran el Pacto terminaron eligiendo entre ellos. Privilegiaron la buena imagen y las posibilidades de crecer de los aspirantes y escogieron a Escobar el 27 de julio, a dos d¨ªas del cierre de inscripciones.

Todo eso fue en detrimento de la campa?a, explica a EL PA?S la diputada del MAIS, Rosita Guevara. ¡°La novatada, la incapacidad de la dirigencia, los egos de los parlamentarios frenaron el impulso y la expectativa que tra¨ªa esta gran fuerza pol¨ªtica¡±. Coincide con ella el representante de Nari?o por el Pacto, Erick Velasco. ¡°El proceso de escogencia nos quit¨® mucho tiempo. La izquierda no toma decisiones a tiempo, se enreda por los mecanismos y debilita la fuerza. Ha sido un error hist¨®rico¡±.

El senador del Pacto Alberto Benavides explica que por esa tardanza se permiti¨® que las otras candidaturas tomaran ventaja, especialmente la del oponente de la derecha y ficha de la mayor¨ªa de partidos tradicionales, como el Conservador, el Liberal, La U y Cambio Radical, el excongresista Berner Zambrano.

Si bien la mayor¨ªa de dirigentes de la izquierda est¨¢n unificados con Escobar, incluyendo a los dos senadores nari?enses del Pacto y al representante Velasco, uno de los precandidatos m¨¢s visibles revela la molestia con lo ocurrido. Se trata de Luis Eladio P¨¦rez, un excongresista liberal que fue secuestrado por las Farc en 2001 y liberado en 2008. P¨¦rez, quien ten¨ªa el apoyo de la Uni¨®n Patri¨®tica, explica a EL PA?S que prefiere no hablar de ¡°ese triste episodio en donde el Pacto viol¨® todas las normas establecidas para otorgar los avales. Fui v¨ªctima de esa asquerosa manipulaci¨®n¡±.

Adem¨¢s de esa tensi¨®n, los dirigentes locales del Pacto en los 63 municipios del departamento no necesariamente est¨¢n alineados con Escobar. Muchos de ellos hoy est¨¢n en la campa?a de Zambrano, una muestra de que usualmente las elecciones regionales en Colombia responden m¨¢s a intereses personales y l¨®gicas clientelistas que a votos m¨¢s ideol¨®gicos o de adscripci¨®n con los partidos pol¨ªticos.

A lo anterior se suma el caos que vivi¨® el Pacto en la entrega de los avales a candidatos en todo el pa¨ªs, como ha explicado La Silla Vac¨ªa. Por un lado, eligi¨® centralizar esa entrega en Bogot¨¢ para controlar la posibilidad de que llegaran candidaturas con problemas legales o ideolog¨ªas distintas a la de la coalici¨®n ¡ªque no tiene una militancia establecida y se nutre de movimientos pol¨ªticos diversos¡ª, lo cual demor¨® el proceso. Por otro, hubo choques entre varios de los partidos y movimientos, que quer¨ªan que se priorizara a sus candidatos. Al final, eso incluso imposibilit¨® la inscripci¨®n de decenas de listas del Pacto.

En Nari?o se quedaron sin candidatos a las Juntas Administradoras Locales de Pasto, la capital, lo que los dejar¨¢ sin la base de la estructura pol¨ªtica en la ciudad. De hecho, el Pacto solo aval¨® a candidatos para 6 de las 62 alcald¨ªas.

El representante Velasco reconoce que esto redunda en una candidatura a la Gobernaci¨®n menos fuerte, pues no tendr¨¢ el apoyo de candidatos locales, incluso en las ciudades que aportan la mayor votaci¨®n. ¡°Hubo un problema administrativo grande, muchas listas a asambleas se cayeron por esas fallas. Es una cr¨ªtica y autocr¨ªtica por haber fallado con nuestros electores¡±, explica a EL PA?S.

La estrategia para ganar

El camino que tiene la izquierda para ganar en Nari?o pasa por aglutinar al otro sector ¨¦tnico importante en el departamento, los ind¨ªgenas, que est¨¢n agrupados en el movimiento de Autoridades Ind¨ªgenas de Colombia (AICO), que tambi¨¦n aval¨® a Escobar, agrupa a 32 resguardos y puso 40 mil votos al Senado en 2022. Es la primera vez que los dos pueblos ¨¦tnicos del departamento se unen en pro de una candidatura, que en este caso es fundamental para que Escobar tenga impulso en la zona andina, donde es desconocido. El reto es llevar a la campa?a a los liderazgos ind¨ªgenas que han optado por quedarse quietos o apoyar a Zambrano.

Por otro lado, Escobar espera reagrupar y reavivar los comit¨¦s pol¨ªticos del Pacto que apoyaron a Petro en las presidenciales. Esto es complejo porque el Pacto ya est¨¢ dividido en los municipios, incluso con sectores inconformes frente a la gesti¨®n de Petro. Como lo explica el senador ind¨ªgena Polivio Rosales, de AICO, ¡°hab¨ªa una expectativa demasiado grande al tener un gobierno cercano (¡­) En ese contexto la gente esperaba una respuesta m¨¢s r¨¢pida para Nari?o¡±. Se refiere a problemas como el cierre de la v¨ªa Panamericana por el derrumbe de febrero, la crisis de violencia o la de los productores de leche, el alto costo de la gasolina y la lenta implementaci¨®n del Acuerdo de Paz. Escobar argumenta que Nari?o necesita m¨¢s atenci¨®n del Gobierno y mostrar los proyectos claves incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo.

Por eso, la dirigencia del Pacto anhela un impulso directo de Petro para que Escobar logre ganar. Un aliento que esperan que llegue en forma de informaci¨®n de la gesti¨®n efectiva que ha hecho Petro en el departamento, de anuncios de nuevas inversiones y de atenci¨®n a sus problemas. Es por eso que los congresistas del Pacto llevar¨¢n al gabinete a una rendici¨®n de cuentas en Nari?o este s¨¢bado.

Los dirigentes de izquierda en Nari?o consultados coinciden en que Escobar es el candidato ideal de todo lo que representa el Pacto: progresismo, experiencia, conocimiento, imagen favorable y sin cuestionamientos, adem¨¢s de unificar el mensaje del cambio, contra la corrupci¨®n, el continuismo y la politiquer¨ªa. Pero dicen que los errores cometidos por el presidente y por su movimiento lo dejan en una carrera contrarreloj para darse a conocer y consolidar el proyecto pol¨ªtico de Petro en lo local.

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