El cambio de estrategia de Petro para superar el inc¨®modo freno de su agenda de Gobierno
Ante el atasco legislativo, el Ejecutivo de izquierdas apela a decretos y resoluciones para adelantar su programa en sectores aquejados por m¨²ltiples crisis, como el energ¨¦tico y la salud
El presidente Gustavo Petro ya lo hizo siendo alcalde de Bogot¨¢. Ahora, en una se?al de pragmatismo pol¨ªtico salpicado con algo de impotencia, vuelve a apelar a la aprobaci¨®n de sus reformas por la v¨ªa de los decretos. Un cambio de estrategia arriesgado para sortear los obst¨¢culos legislativos, cuando el Ejecutivo carece de mayor¨ªas en el Congreso y las cuentas no le cuadran por lo pronto. Tambi¨¦n una f¨®rmula para imponer su l¨ªnea, sin concertaci¨®n ni debate, frente a una serie de actores privados que prestan servicios p¨²blicos b¨¢sicos en sectores con serias urgencias financieras como el energ¨¦tico o la salud.
Se trata, en ¨²ltimas, de una muestra m¨¢s de la cacofon¨ªa entre el mandatario y una parte del poder pol¨ªtico y econ¨®mico con el que no ha alcanzado una tregua o un punto medio para negociar la hoja de ruta. Petro, explica el analista pol¨ªtico Le¨®n Valencia, insiste en privilegiar el componente p¨²blico en la prestaci¨®n de los servicios b¨¢sicos. Y su propuesta descarta m¨¢s reformas de acupuntura a un modelo que durante las ¨²ltimas tres d¨¦cadas deleg¨® esa tarea en empresas privadas que han canalizado cuantiosos recursos p¨²blicos, como las Empresas Prestadoras de Servicios en Salud (EPS) o las compa?¨ªas energ¨¦ticas.
Ese es el nudo central de un contexto marcado, en especial, por el miedo y la aprehensi¨®n del sector privado, desde donde llegan mensajes apocal¨ªpticos de un posible ¡°apag¨®n energ¨¦tico¡± o ¡°caos total en la transici¨®n al nuevo modelo de salud¡±: ¡°El debate no ha salido de una espiral argumental que simplifica todo en que lo p¨²blico es corrupto e ineficiente o que la v¨ªa privatizada est¨¢ agotada y es inviable porque se gu¨ªa ¨²nicamente en la b¨²squeda de la rentabilidad¡±, se?ala Le¨®n Valencia. En la misma l¨ªnea, el polit¨®logo Andr¨¦s D¨¢vila a?ade que los prejuicios han excedido las posibilidades de encontrar un an¨¢lisis sosegado y que ninguno de los escenarios m¨¢s catastr¨®ficos se han cumplido por lo pronto.
Mientras la discusi¨®n de los 143 art¨ªculos de la reforma a la salud avanza en c¨¢mara lenta por el Congreso, el Gobierno explora otras alternativas para adelantar sus planes de reforzar el papel de la esfera p¨²blica en el sistema. Por lo pronto ha intervenido EPS como Famisanar, AsmetSalud o Saviasalud, tres entidades asfixiadas por las deudas y que suman unos 6,7 millones de afiliados. A juicio de diversos expertos se trata de un recurso para administrar los circuitos de unas entidades que desaparecer¨ªan con la aprobaci¨®n de la reforma y que son objeto de evidente descr¨¦dito en el oficialismo.
Las empresas y los gremios se sienten ninguneados. Un sentimiento acentuado por cierto bloqueo en los canales de comunicaci¨®n entre los ministerios y los gremios. Otro asunto que en Administraciones pasadas cont¨® con mayor fluidez. Lo confirman desde el gremio energ¨¦tico, por ejemplo, donde uno de los abordajes del presidente Petro se ha centrado en tratar de regular los topes de los recibos de la luz a trav¨¦s de un fallido decreto. El Consejo de Estado suspendi¨® en marzo esa facultad, que desde 1994 corresponde a la Comisi¨®n de Regulaci¨®n de Energ¨ªa y Gas (CREG) y no al Ejecutivo.
El n¨²cleo de aquel decreto buscaba amortiguar el peso de las deudas contra¨ªdas por los usuarios con las energ¨¦ticas durante la pandemia. En ese entonces, el Gobierno de Iv¨¢n Duque (2018-2022) instaur¨® una medida de emergencia para que los colombianos pudieran diferir el pago de la energ¨ªa. Sin embargo, lo hizo bajo riesgo de dejar expuestas a un pu?ado de fr¨¢giles comercializadoras que nada m¨¢s salir de la crisis sanitaria se vieron enfrentadas al incremento del costo de la energ¨ªa por la llegada de las sequ¨ªas de ¡®El Ni?o¡¯.
El eje de Petro, una vez m¨¢s, se inclin¨® hacia la opci¨®n de la intervenci¨®n estatal. Y aunque ya ha abierto un canal de cr¨¦dito con beneficios para inyectarle liquidez a una treintena de energ¨¦ticas en aprietos, en su cuenta de X no ha dejado pasar la oportunidad para criticar a las empresas generadoras de energ¨ªa que participan en la Bolsa de Valores de Colombia a trav¨¦s de una ¡°actividad especulativa¡±. Francisco Guti¨¦rrez San¨ªn, doctor en Ciencias Pol¨ªticas, considera que el presidente est¨¢ haciendo ¡°lo que cualquier otro pol¨ªtico pr¨¢ctico har¨ªa, y es estudiar todas las opciones que tiene a la mano y no poner todos los huevos en la misma cesta¡±.
Las facultades presidenciales en Colombia, a?ade Le¨®n Valencia, son muchas y le dan recursos a Gustavo Petro: ¡°El problema es que hoy no tiene un equipo de abogados veteranos y perspicaces para que le organicen los decretos y las facultades¡±. Para el fundador de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n, el presidente podr¨ªa gobernar los pr¨®ximos tres a?os con un grupo de juristas que le se?alen ¡°d¨®nde est¨¢n las grietas para prescindir del tr¨¢mite en el Congreso¡±.
No obstante, para Guti¨¦rrez San¨ªn las fricciones entre el Gobierno de izquierdas y los privados en realidad no giran en torno al modelo del sistema, sino a la posibilidad de que el Estado finalmente ¡°pueda cumplir una funci¨®n regulatoria que hab¨ªa abandonado completamente en ¨¢reas fundamentales del pa¨ªs donde se manejan montos de financiaci¨®n gigantescos¡±. Caben pocas dudas de que lo anterior tendr¨¢ altos costos pol¨ªticos. Pero para Valencia es el escenario m¨¢s plausible en los tres a?os que restan de Gobierno.
Primero, porque Petro no suma las mayor¨ªas en el Congreso. Y tampoco parece muy dispuesto a ceder en el eje de sus propuestas que ponen el acento en lo p¨²blico: ¡°Entonces ir¨¢ haciendo ajustes v¨ªa decretos, al tiempo que mantiene el discurso de que las ¨¦lites no lo dejaron¡±, concluye Le¨®n Valencia. Ninguno de los analistas desecha la posibilidad de que el ¡®petrismo¡¯ reconquiste en alg¨²n momento las bancadas Liberal y Verde para reconstruir una coalici¨®n m¨¢s s¨®lida en el Parlamento.
Mientras eso sucede, el polit¨®logo Andr¨¦s D¨¢vila recuerda que la v¨ªa de los decretos y otras figuras tiene sus l¨ªmites. ¡°Para eso existen el Congreso, las Cortes. Ac¨¢ lo que ha vuelto borroso todo es la ansiedad por comprender qu¨¦ es lo que est¨¢ haciendo Petro¡±. Y recuerda que en el mundo de lo concreto el ¨²nico gran ajuste que ha materializado es la reforma tributaria. La novedad radica, en su opini¨®n, en las discrepancias de un mandatario de izquierdas con unas empresas acostumbradas durante d¨¦cadas a ejercer presi¨®n para imponer sus exigencias.
Francisco Guti¨¦rrez San¨ªn, sin embargo, alerta sobre los riesgos de una ruptura en la comunicaci¨®n del Gobierno con los empresarios. ?La soluci¨®n? ¡°Yo creo que el acuerdo nacional que Petro ha propuesto podr¨ªa desactivar todos esos miedos acumulados y tender puentes. El Estado regulador y el sector privado pueden y deben convivir. El sector privado se hace realmente fuerte en los Estados donde hay regulaci¨®n estatal¡±.
Y concluye con un ejemplo: la gesti¨®n del entonces ministro de Salud de Juan Manuel Santos (2010-2018), Alejandro Gaviria, a favor de la regulaci¨®n en los precios de los medicamentos: ¡°Ese fue un logro positivo que evidencia que no son como el agua y el aceite. Esa es una falsedad hist¨®rica. Pero antes debe consolidarse la confianza y bajarle a los bufidos¡±.
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