Gustavo Petro, un presidente en busca de partido
El Pacto Hist¨®rico, la variopinta coalici¨®n de izquierdas que lo llev¨® al poder, enfrenta el reto de fusionarse en un solo partido o exponerse a desaparecer
Gustavo Petro ha sido, en muchos momentos, un pol¨ªtico sin partido. Despu¨¦s de militar en la Alianza Democr¨¢tica M-19, heredera de la guerrilla a la que perteneci¨® en su juventud, traseg¨® como congresista, alcalde de Bogot¨¢ y candidato presidencial por un pu?ado de partidos y movimientos ¨CV¨ªa Alterna, Polo Democr¨¢tico Alternativo, Progresistas o Colombia Humana¨C. El primer presidente de izquierdas de la Colombia contempor¨¢nea lleg¨® a la Casa de Nari?o hace un a?o y medio de la mano del Pacto Hist¨®rico, una variopinta coalici¨®n de fuerzas progresistas que no es en el sentido m¨¢s formal un partido pol¨ªtico. Esa alianza, y la propia bancada de Gobierno, ahora se enfrenta a una crisis existencial en el (todav¨ªa) largo camino a las pr¨®ximas elecciones.
El pobre resultado del oficialismo en los comicios regionales de octubre, que dejaron en evidencia las fisuras de la coalici¨®n, ha precipitado el debate. ¡°Mi propuesta es que el Pacto Hist¨®rico que ha elegido 1.083 concejales y 39 diputados en el pa¨ªs se configure en un solo partido pol¨ªtico¡±, escribi¨® el propio Petro este mi¨¦rcoles en X, su canal de comunicaci¨®n favorito, en respuesta a un mensaje que planteaba la necesidad de relanzar la idea de un Frente Amplio. ¡°Conjuntamente con otros partidos y fuerzas entre las que destaco al partido Verde, al Liberal y a los sectores social cristianos, a las fuerzas sociales, ¨¦tnicas y populares del pa¨ªs¡±, escribi¨® el mandatario, el partido surgido del Pacto Hist¨®rico podr¨ªa configurar ese Frente Amplio para defender el actual Gobierno ¡°y avanzar hacia el gran triunfo en Congreso y Presidencia en el a?o 2026¡å.
M¨¢s all¨¢ de las menciones de la Alianza Verde y el Partido Liberal ¨Csocios del Gobierno que contemplan la posibilidad de declararse en independencia¨C, el presidente se decanta inequ¨ªvocamente en su mensaje por el llamado que ya han hecho varias de las voces m¨¢s visibles del Pacto Hist¨®rico, como la senadora Mar¨ªa Jos¨¦ Pizarro, el representante David Racero o Gustavo Bol¨ªvar, que qued¨® tercero en su fallida aspiraci¨®n a la Alcald¨ªa de Bogot¨¢. ¡°Ante el rotundo fracaso en la entrega de avales por parte del Pacto Hist¨®rico y sus partidos, o se unifican las personer¨ªas jur¨ªdicas en una sola y se definen mecanismos democr¨¢ticos para escoger candidatos, o desaparecemos¡±, alertaba Bol¨ªvar en julio. ¡°Dif¨ªcil poner de acuerdo 13 partidos, 51 congresistas y dirigentes nacionales y regionales¡±, se lamentaba desde entonces, meses antes de su derrota en las urnas.
La senadora Pizarro, muy cercana a Petro, al punto de que fue la encargada de ponerle la banda presidencial en la ceremonia de posesi¨®n, ha asumido el liderazgo en ese debate. ¡°Si algo nos demostraron las elecciones de octubre, es que separados es mucho, much¨ªsimo m¨¢s dif¨ªcil avanzar¡±, se?ala. El Pacto Hist¨®rico ven¨ªa de ser la fuerza m¨¢s votada al Congreso, en un resultado in¨¦dito para la izquierda, y de catapultar a Petro al poder. Pizarro admite que hay una tarea pendiente para recomponer la moral y trabajar en torno a la cohesi¨®n de las fuerzas progresistas para sacar adelante las reformas que se proponen y consolidar los avances de las izquierdas ¨Cque tradicionalmente se han caracterizado por su tendencia a la fragmentaci¨®n¨C. ¡°En unidad, nosotros hemos logrado mayores ¨¦xitos que en la dispersi¨®n¡±, enfatiza a EL PA?S. ¡°La izquierda, el progresismo, deber¨ªa ser un bloque cohesionado, unido, con fuerza al interior del Frente Amplio. Ese es el rumbo que hemos propuesto¡±.
A esa reflexi¨®n se suma una realidad jur¨ªdica, atravesada por las normas para los partidos y los umbrales electorales necesarios en Colombia para mantener la personer¨ªa jur¨ªdica por separado (el 3% de los votos v¨¢lidos). El Pacto Hist¨®rico no puede volver a coaligarse despu¨¦s de haber obtenido en su conjunto m¨¢s del 15% de los votos v¨¢lidos en las ¨²ltimas elecciones (roz¨® el 20%). Para Pizarro, el escenario se reduce a dos opciones: ¡°Que cada uno de los 13 partidos vaya por separado, mermar la representaci¨®n de las izquierdas y arriesgar la personer¨ªa jur¨ªdica de todos; o fusionarnos en un solo partido¡±, con mecanismos robustos y s¨®lidos de democracia interna. ¡°Tenemos que preguntarnos si queremos seguir siendo una fuerza mayoritaria, o por lo menos amplia, en el Congreso de la Rep¨²blica, o fuerzas marginales como ¨¦ramos en el pasado¡±.
Lo que mantiene unido al Pacto Hist¨®rico es Petro, se?ala el analista Yann Basset, profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad del Rosario. ¡°Evidentemente, terminado el periodo de Petro es muy dif¨ªcil que todas estas fuerzas se mantengan juntas, porque si no tienen el objetivo com¨²n de apoyar a este Gobierno probablemente se van a dividir sobre much¨ªsimas cuestiones¡±, apunta. Lo ¨²nico que las podr¨ªa mantener unidas a pesar de s¨ª mismas, razona, es la perspectiva de perder la personer¨ªa jur¨ªdica si no se la juegan por una fusi¨®n. ¡°La izquierda colombiana es reacia a la organizaci¨®n, y ahora se les vuelve una cuesti¨®n de vida o muerte¡±, concluye.
Los mayores reparos vienen de partidos peque?os que temen acabar diluidos. Algunos de los socios, como el Movimiento Alternativo Ind¨ªgena y Social, MAIS, o la Fuerza de la Paz, el partido de Roy Barreras, ya se han mostrado en contra de la idea. La discusi¨®n, adem¨¢s, se ha visto enrarecida por los riesgo que dejan los vac¨ªos jur¨ªdicos en torno a las coaliciones, una figura que no ha acabado de ser reglamentada, como ilustr¨® la nulidad en la elecci¨®n de dos senadores del Pacto ¨CC¨¦sar Pach¨®n y Alexander L¨®pez¨C por incurrir en doble militancia debido a que en la campa?a de 2022 apoyaron a candidatos que no eran de su propio partido.
¡°Entendemos las din¨¢micas propias de cada partido, las reticencias, las caracter¨ªsticas identitarias, entendemos que no es una decisi¨®n f¨¢cil¡±, plantea la senadora Pizarro, que califica esa confluencia de fuerzas como ¡°un proceso de cocci¨®n a fuego lento¡±, con desaf¨ªos que requieren di¨¢logo y esfuerzo. ¡°Lo m¨¢s importante es que ha suscitado debate¡±, apunta sobre la propuesta de unirse. ¡°Si no tomamos las decisiones m¨¢s acertadas, si no estamos a la altura de los tiempos, sencillamente vamos a retroceder en lo que tanto nos cost¨® ganar¡±, concluye.
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