Carlos Fernando Gal¨¢n, un alcalde conciliador para Bogot¨¢

Ahora s¨ª, como rezaba su lema de campa?a. En su tercer intento, Carlos Fernando Gal¨¢n (Bogot¨¢, 46 a?os) es desde este primero de enero de 2024 el alcalde mayor de Bogot¨¢, despu¨¦s de haber logrado reagrupar al centro pol¨ªtico para alcanzar una resonante victoria con un mill¨®n y medio de votos en las elecciones de octubre. V¨ªctima, periodista y pol¨ªtico, en ese orden, el menor de los hijos de Luis Carlos Gal¨¢n reivindica que su proyecto de vida ha sido trabajar por la capital de Colombia, una ciudad que conoce como pocos a pesar de que pas¨® su adolescencia en el exilio, despu¨¦s del magnicidio de su padre.

¡°Infortunadamente, somos un pa¨ªs donde la violencia nos ha marcado a todos¡±, conced¨ªa a este peri¨®dico al comienzo de la campa?a. Su naciente Alcald¨ªa marca tambi¨¦n el resurgir del Nuevo Liberalismo, el partido fundado en su d¨ªa por su padre. Luis Carlos Gal¨¢n era amplio favorito para llegar a la Presidencia aquel 18 de agosto de 1989, cuando fue baleado por sicarios de Pablo Escobar sobre una tarima en el municipio de Soacha, al borde sur de la misma capital que a partir de ahora gobierna Carlos Fernando. Ten¨ªa 12 a?os entonces. Luego del magnicidio, a¨²n bajo amenaza, Carlos Fernando se fue a vivir a Par¨ªs con su madre, Gloria Pach¨®n, y sus hermanos Juan Manuel y Claudio.

Su infancia estuvo marcada por campa?as pol¨ªticas, una detr¨¢s de la otra, pues Gal¨¢n padre vinculaba a sus hijos para tenerlos cerca, cuenta a este peri¨®dico su prima, la conocida libretista Juana Uribe, muy cercana a la familia. ¡°Carlos Fernando siempre fue tranquilo, introvertido, reflexivo¡±, recuerda. Hincha de Santa Fe, como buen bogotano, la pasi¨®n con la que Carlos Fernando jugaba f¨²tbol cuando estudiaba en el Pedag¨®gico, un colegio p¨²blico, la inspir¨® para escribir la famosa serie televisiva De pies a cabeza ¨Ce incluso para hacer el casting del protagonista de esa historia de un equipo de barrio, Pablo Rey, interpretado por Manuel Jos¨¦ Chaves¨C. ¡°La pol¨ªtica con un sentido de servicio sin duda viene de su pap¨¢, y de haberlo o¨ªdo mil veces decir eso¡±, relata.

Los a?os en Francia, donde acab¨® el bachillerato en un colegio p¨²blico y se hizo mayor de edad, pusieron a prueba su capacidad de adaptaci¨®n y comenzaron a forjar el talante conciliador que todos le reconocen al nuevo alcalde. De all¨ª se fue a Estados Unidos, donde estudi¨® Servicio Exterior en la Universidad de Georgetown. Cuando termin¨® la carrera se dedic¨® al periodismo, como antes lo hab¨ªan hecho sus padres. Fue corresponsal en Washington de la revista Semana, regres¨® a Colombia para trabajar en Cambio y acab¨® como editor pol¨ªtico del peri¨®dico El Tiempo.

Dio el salto a la pol¨ªtica junto a Germ¨¢n Vargas Lleras en el partido Cambio Radical, con el que lleg¨® en 2007 al Concejo de Bogot¨¢. Desde el cabildo le hizo oposici¨®n al alcalde Samuel Moreno y denunci¨® el ¡°carrusel de la contrataci¨®n¡±, que acab¨® por sacarlo del Palacio de Li¨¦vano. Al final de ese periodo, en 2011, aspir¨® por primera vez a la Alcald¨ªa; acab¨® cuarto, con el 12% de los votos. Despu¨¦s fue secretario de Transparencia en el Gobierno de Juan Manuel Santos y senador de Cambio Radical. Como director de ese partido, enfrent¨® los avales entregados a pol¨ªticos cuestionados y se los retir¨® a m¨¢s de un centenar de candidatos, pero acab¨® por salirse de la colectividad.

En su segundo intento, hace cuatro a?os, se lanz¨® por firmas a la Alcald¨ªa. ¡°Usted tiene un esp¨ªritu conciliador con el cual yo comulgo completamente¡±, le dijo entonces la periodista Marisol G¨®mez, que trabaj¨® 25 a?os en El Tiempo, al aceptar la propuesta de Gal¨¢n para encabezar su lista al Concejo. ¡°?l me atrajo con la idea de una pol¨ªtica diferente, no caer en los vicios de la pol¨ªtica tradicional, y hacer todo pensando en la gente¡±, rememora G¨®mez, que acaba de terminar su periodo y no busc¨® reelegirse. ¡°A Carlos Fernando le sirvi¨® ese paso por el periodismo para estar en contacto con el pa¨ªs real, de la manera m¨¢s integral¡±, valora.

Gal¨¢n ya hab¨ªa obtenido en 2019 m¨¢s de un mill¨®n de votos, para perder por muy poco frente a Claudia L¨®pez. Si entonces concurri¨® como independiente en una capital que se precia del peso de su voto de opini¨®n, en contraste con las maquinarias pol¨ªticas, en esta ocasi¨®n lo hizo con partido propio, gracias a un fallo de la Corte Constitucional. Carlos Fernando renunci¨® a su segundo periodo en el Concejo para impulsar al renacido Nuevo Liberalismo, pero la lista al Senado naufrag¨® junto a la coalici¨®n de centro en el ciclo electoral del 2022.

La m¨¢s contundente de las victorias se forj¨® al calor de varias derrotas. Ha aprendido a caer y levantarse de la mano de su esposa, la barranquillera Carolina Deik, con la que tiene dos hijos: Julieta, de 10 a?os, y Juan Pablo, de 4. A lo largo de este tercer intento luci¨® sereno e imperturbable, siempre enfundado en la chaqueta roja que convirti¨® en una suerte de uniforme de campa?a, sin entrar en el barro. Opt¨® por ir sumando adhesiones al ¡®Expreso Gal¨¢n¡¯, el t¨¦rmino que acu?aron para anunciar apoyos de figuras pol¨ªticas y de opini¨®n desde distintas orillas. De Cecilia Mar¨ªa V¨¦lez, ministra de Educaci¨®n de ?lvaro Uribe, a Lucho Garz¨®n, el primer alcalde de izquierdas de la capital, al que le quiere emular su pol¨ªtica Bogot¨¢ sin hambre. Ahora apunta a repetir ese dif¨ªcil equilibrio con la participaci¨®n de diversos sectores en su primer gabinete.

La polit¨®loga e internacionalista Sandra Borda, que incursion¨® en pol¨ªtica en la fallida lista al Senado del Nuevo Liberalismo que comparti¨® con Gal¨¢n y ahora ser¨¢ alta consejera para las Relaciones Internacionales de la Alcald¨ªa, destaca que ¡°Carlos Fernando ha tomado la decisi¨®n de transitar el camino mucho m¨¢s dif¨ªcil de hacer pol¨ªtica a trav¨¦s de propuestas concretas y sali¨¦ndose del juego de la polarizaci¨®n¡±, sin ataques personales a sus contendientes. ¡°?l tiene la capacidad de ponerse por encima de las diferencias para escuchar con mucha atenci¨®n lo que todo el mundo tiene que decir¡±.

La ahora exalcaldesa Claudia L¨®pez tambi¨¦n se ha mostrado elogiosa con su sucesor ¨Cy otrora adversario¨C al entregarle el testigo. ¡°Estoy segura de que este es el sue?o de su vida y que se va a lucir con el prop¨®sito de construir sobre lo construido¡±, dijo hace poco en una entrevista con este peri¨®dico. ¡°Es un hombre muy conciliador, muy tranquilo. Genuinamente trata de destacar siempre lo mejor de los otros¡±, le describi¨® tras la experiencia de haber competido con ¨¦l.

Las relaciones entre el alcalde y el presidente Gustavo Petro, con visiones y caracteres que contrastan, despiertan grandes expectativas sobre los primeros pasos de su gesti¨®n. El mandatario, adem¨¢s, se ha mostrado empecinado en soterrar un tramo de la primera l¨ªnea del metro de Bogot¨¢, a lo que Gal¨¢n se resiste, ahora con un mandato contundente. La primera reuni¨®n entre ambos despu¨¦s de los comicios se produjo a comienzos de diciembre, en el marco de la cumbre clim¨¢tica de Dub¨¢i. ¡°Tuvimos una conversaci¨®n respetuosa¡±, manifest¨® el alcalde electo. Hablaron de los costos de operaci¨®n del sistema de transporte, proyectos de educaci¨®n superior, lucha contra el hambre y atenci¨®n a la primera infancia, inform¨® Gal¨¢n, adem¨¢s del tema del metro por el que ya se sacaron chispas en campa?a.

¡°Nos tom¨® tres elecciones, muchas l¨¢grimas y muchos aprendizajes. Nos tom¨® lidiar con muchos ataques. Nos tom¨® superar miedos y volver a confiar en nosotros mismos¡±, record¨® el propio Gal¨¢n en su discurso del domingo de elecciones, el 29 de octubre, cuando obtuvo 49% de los votos, un triunfo m¨¢s amplio de lo anticipado por las encuestas que evit¨® una in¨¦dita segunda vuelta. ¡°Esas derrotas nos formaron, nos hicieron conocer m¨¢s la ciudad y estudiar m¨¢s soluciones para que todo camine como debe caminar. Llegamos. Ganamos. Ahora estamos obligados a que ganen todos¡±, prometi¨® esa noche. Tambi¨¦n deline¨® tres ejes al pedir entonces cerrar la discusi¨®n en torno al metro para sacarlo adelante, trabajar para atajar la inseguridad galopante y luchar contra el hambre en una capital que se propone recuperar la confianza.

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