El oscurantismo en los servicios de inteligencia colombianos se perpet¨²a en la era Petro
Carlos Ram¨®n Gonz¨¢lez asume el liderazgo de una Direcci¨®n Nacional de Inteligencia cuya misi¨®n y responsabilidades generan dudas
Casi nadie sabe, a ciencia cierta, cu¨¢l es el faro misional de la Direcci¨®n Nacional de Inteligencia (DNI) en Colombia. Carlos Ram¨®n Gonz¨¢lez, viejo aliado del presidente Gustavo Petro desde los d¨ªas en la insurgencia en el M-19, asumi¨® el 23 de febrero el liderazgo del organismo creado por el expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018) para coordinar y ejercer control sobre las distintas agencias de seguridad del Ej¨¦rcito, la Fuerza A¨¦rea o la Polic¨ªa. Desde entonces, poco o nada se ha avanzado en la tarea de delinear con claridad las funciones de uno de los grandes agujeros negros del sistema democr¨¢tico colombiano, de acuerdo con las seis fuentes consultadas para este reportaje.
Gonz¨¢lez, que ven¨ªa de dirigir el Departamento Administrativo de la Presidencia, recibe el testigo de otro conocido de los d¨ªas en la clandestinidad: el fil¨®sofo Alberto Casanova. Los dos funcionarios comparten varios rasgos en com¨²n, como el gusto por desarrollar su trabajo con tanto sigilo como determinaci¨®n. Casanova, de hecho, estuvo al frente de la seguridad del presidente y fue responsable de las operaciones especiales de la guerrilla urbana del M-19. Su llegada a la DNI en agosto de 2022 vino con una remoci¨®n importante de personal experimentado, mandos medios, as¨ª como la adquisici¨®n de sofisticados y costosos equipos de interceptaci¨®n.
Su pasado insurgente, sumado a un perfil etiquetado de hura?o y escurridizo, trunc¨® durante m¨¢s de a?o y medio la comunicaci¨®n con los encargados de inteligencia en cada una de las otras ramas de las fuerzas de seguridad colombianas. En junio del a?o pasado, el presidente Petro public¨® en su cuenta de X: ¡°Creen que un fil¨®sofo estudiado en Alemania puede interceptar tel¨¦fonos¡±, en referencia a se?alamientos de la prensa. Y hace unos d¨ªas durante la posesi¨®n de Carlos Ram¨®n Gonz¨¢lez orden¨® al nuevo director abstenerse de utilizar la agencia para ¡°vigilar¡± a reporteros, jueces y ¡°mucho menos a congresistas¡±.
Una orden que sent¨® m¨¢s dudas que alivio en un pa¨ªs inmerso en uno de sus picos m¨¢s agudos de polarizaci¨®n pol¨ªtica. En sectores de la derecha se habl¨® de una red de escuchas electr¨®nicas sin ning¨²n sustento. El acad¨¦mico Mauricio Jaramillo Jassir explica que para el oficialismo ha resultado muy inc¨®modo encontrar el camino para orientar la inteligencia, una actividad que hist¨®ricamente tuvo en la mira a la oposici¨®n de izquierda: ¡°No tienen a civiles preparados para cumplir estas tareas. Est¨¢n en un sector que desconocen, desde la cabeza del Ministerio de Defensa¡±.
Jaramillo asegura que el petrismo, en teor¨ªa, ha buscado ¡°cambiar el sentido y visi¨®n de la inteligencia¡± en Colombia desde una visi¨®n cl¨¢sica a ¡°una nueva doctrina de seguridad humana, centrada en la protecci¨®n de los ciudadanos, o seguridad integral¡± y as¨ª romper con la vieja neurosis contrainsurgente de la Escuela de las Am¨¦ricas. Para Armando Borrero, veterano experto en temas de seguridad, nada de esto se ha cumplido y, por el contrario, se presiente una gran desorganizaci¨®n interna: ¡°Es una agencia muy opaca, que no ha tenido ninguna publicidad, y donde a duras penas se conoce a qui¨¦n nombran de director y nada m¨¢s¡±.
Algunos analistas sostienen, por ejemplo, que el desmonte de una parte del personal en el ¨¢rea estrat¨¦gica de la agencia ejecutado por Casanova hace m¨¢s de un a?o y medio fue muy problem¨¢tica, porque rompi¨® con el hilo conductor labrado a lo largo de los a?os por especialistas t¨¢cticos o estrat¨¦gicos que ya ten¨ªan el ¡®saber hacer¡¯ incorporado. Descabezar esas unidades, reiteran, es muy grave porque los reemplazos en el organigrama toman tiempo y no son tan usuales en casi ning¨²n pa¨ªs del mundo. Pero el debate en un pa¨ªs atribulado por la violencia como Colombia tiene tanto de ancho como de largo.
Jaramillo Jassir, historiador y analista, recuerda: ¡°Sacar a un funcionario con 20 a?os de experiencia no es pr¨¢ctico en casi ning¨²n ministerio porque se trata de gente que conoce muy bien el terreno¡±. Precisa, sin embargo, que basta con una revisi¨®n somera al perfil de algunos de los miembros de la agencia para percatarse de que m¨¢s de uno ha estado vinculado al asesinato extrajudicial de civiles inocentes, los mal llamados ¡°falsos positivos¡±, o en otros casos arrastran con historiales brumosos desde su paso por las peores ¨¦pocas del ya desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), que fue desmantelado por Santos y en cuyo reemplazo se cre¨® la DNI.
¡°Ahora nadie recuerda la operaci¨®n Andr¨®meda, cuando un grupo de oficiales intercept¨® y grab¨® de forma ilegal el proceso de paz con las FARC. Ah¨ª sali¨® toda la c¨²pula de inteligencia. Mayores generales, brigadieres generales, coroneles con una hoja de vida brillante¡±, a?ade Jaramillo. Y remata: ¡°Yo creo que lo de ahora es una remoci¨®n m¨¢s entendible. Pero lo que s¨ª veo es a un aparato de inteligencia desbordado. De poco sirve aspirar a una inteligencia m¨¢s civil, m¨¢s pacifista, m¨¢s respetuosa de los derechos humanos, en un pa¨ªs que sigue sometido a un escenario de plomo y m¨¢s plomo¡±.
Una fuente que pidi¨® respetar su anonimato dada su cercan¨ªa con los militares se refiere incluso a una ¡°caja negra¡± cuando habla de la DNI, al que conoce por dentro. Argumenta que all¨ª hay un alto nivel de ideologizaci¨®n que la convierte en una incubadora de la derecha m¨¢s radical dentro de las fuerzas de seguridad del Estado. Una sumatoria de problemas notables en este cuatrienio para agentes reacios a abordar cualquier enfoque novedoso, que se aleje de la desconfianza cerril hacia todo lo que se asocie con la izquierda o el socialismo.
Andr¨¦s Preciado, experto en seguridad de la Fundaci¨®n Ideas para la Paz, anota que la llegada de Carlos Ram¨®n Gonz¨¢lez le dar¨¢ mayor visibilidad pol¨ªtica al sigiloso DNI, pero lamenta que no tenga la ¡°experiencia tem¨¢tica. Hay que reconocerlo¡±. Apunta que su misi¨®n ser¨¢ tratar de coordinar, finalmente, las instancias de inteligencia del pa¨ªs, acompa?ado por una nueva Fiscal¨ªa. ¡°Es decir, lograr un sistema que sea eficiente, que sea efectivo, en especial para los planes de la paz total, que a¨²n requiere mucho trabajo en la caracterizaci¨®n de los grupos armados con los que se est¨¢ negociando¡±, remata.
Sobre los proyectos pol¨ªticos para cambiar el enfoque del sistema se muestra cauto y advierte de que son planes que deben ser sometidos antes a ¡°mucha discusi¨®n p¨²blica y tem¨¢tica¡±. M¨¢s a¨²n en un contexto en el que la violencia no cesa, especialmente en zonas rurales de frontera, y en el que la amenaza del crimen internacional, con la sombra de carteles mexicanos, hondure?os y albaneses planea sobre otras zonas del pa¨ªs.
Todos los analistas coinciden en que el antiguo DAS, que fue desarticulado tras vulnerar todo tipo de derechos a trav¨¦s de chantajes siniestros, alianzas con mercenarios o interceptaciones ilegales, era, al menos, una agencia identificable para la sociedad civil: ¡°Usted en el aeropuerto se encontraba en migraci¨®n con detectives del DAS que le tomaban el pasaporte. O la gente ten¨ªa que ir a sacar su pasado judicial a la sede del centro¡±, afirma Jaramillo Jassir. Con el DNI, concluye, las cosas son a otro precio: ¡°Nadie sabe en qu¨¦ est¨¢n. Nadie ejerce control pol¨ªtico. Parte del oscurantismo nace del hecho de que no ha habido un derrotero claro en una pol¨ªtica de inteligencia fragmentada e ineficiente¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y aqu¨ª al canal en WhatsApp, y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.