La propuesta de la Constituyente de Petro toma el pulso a las movilizaciones
El debate sobre una asamblea improbable se dirige a reanimar el respaldo popular
Si hay un apoyo que el presidente Gustavo Petro ha buscado es el de las bases que impulsaron su elecci¨®n como el primer mandatario de izquierda en la Colombia contempor¨¢nea. Acostumbrado a defenderse de sus opositores con apasionados discursos y con movilizaciones de respaldo, perder ese apoyo es ¡ªde todos los posibles en el complejo ejercicio de gobernar¡ª lo que menos puede permitirse. Petro, quien milit¨® en su juventud en la antigua guerrilla del M-19 y tom¨® el rumbo de la pol¨ªtica desde que fue elegido representante a la C¨¢mara en 1991, ...
Si hay un apoyo que el presidente Gustavo Petro ha buscado es el de las bases que impulsaron su elecci¨®n como el primer mandatario de izquierda en la Colombia contempor¨¢nea. Acostumbrado a defenderse de sus opositores con apasionados discursos y con movilizaciones de respaldo, perder ese apoyo es ¡ªde todos los posibles en el complejo ejercicio de gobernar¡ª lo que menos puede permitirse. Petro, quien milit¨® en su juventud en la antigua guerrilla del M-19 y tom¨® el rumbo de la pol¨ªtica desde que fue elegido representante a la C¨¢mara en 1991, ha lanzado su apuesta m¨¢s arriesgada planteando la posibilidad de una Asamblea Nacional Constituyente, cuando sus reformas sociales est¨¢n a punto de hundirse en el Congreso de la Rep¨²blica. La meta es despertar al que llama un gigante dormido: el pueblo.
El jefe de Estado habl¨® por primera vez de movilizar a los suyos cuando corr¨ªa el sexto mes de su Gobierno, el 14 de febrero de 2023. Para entonces, se vislumbraba un terreno dif¨ªcil para su propuesta de reforma a la salud, la primera que present¨® de un paquete de iniciativas sociales al que despu¨¦s se sumaron la laboral y la pensional. Ninguna de las tres ha salido adelante.
Adem¨¢s de acercar los servicios a los usuarios de zonas alejadas y vulnerables, la reforma a la salud busca crear un modelo en el que el control de los servicios se centralice en el Estado. ¡°Solo si el pueblo abandona a su Gobierno es que el cambio podr¨ªa detenerse. El cambio ser¨¢ m¨¢s y m¨¢s profundo en la medida en que la mayor¨ªa de la sociedad nos acompa?e¡±, afirm¨® el d¨ªa que socializ¨® el proyecto, ante una multitud en la Plaza de Armas. M¨¢s de un a?o despu¨¦s, la reforma est¨¢ en riesgo de quedar archivada.
Despu¨¦s de ese primer llamado a las calles, el Gobierno atraves¨® un hurac¨¢n pol¨ªtico que parec¨ªa interminable: la salida de su ministro de Educaci¨®n, Alejandro Gaviria, cr¨ªtico de la reforma; un remez¨®n con el cambio de siete de los 19 ministros, incluidos los m¨¢s moderados; el fin de la coalici¨®n mayoritaria en el Congreso, por la falta de apoyo de las directivas del Partido Liberal a la propuesta. El presidente segu¨ªa aferrado a las movilizaciones como su lugar seguro. ¡°El pueblo no puede dormirse. No basta con ganar en las urnas. El cambio social implica una lucha permanente y la lucha permanente se da con un pueblo movilizado¡±, animaba en un discurso ante los sindicatos el primero de mayo de 2023, cuando empezaba a recuperar su esencia rodeado por un equipo m¨¢s cercano a la izquierda.
Tambi¨¦n busc¨® el apoyo en las calles para enfrentar el esc¨¢ndalo protagonizado por su entonces jefa de gabinete, Laura Sarabia, y el embajador en Venezuela, Armando Benedetti, quien en un acto de celos pol¨ªticos amenaz¨® con revelar secretos de la financiaci¨®n de la campa?a presidencial en la costa Caribe. La oposici¨®n decidi¨® enfrentar al presidente en su propio campo, con la convocatoria de m¨²ltiples manifestaciones.
Entrado el 2024, no cesaron las confrontaciones. El mandatario advirti¨® una supuesta ruptura institucional, argumentando que el entonces fiscal general Francisco Barbosa fraguaba una estrategia para buscar su ca¨ªda, y promovi¨® entonces una nueva movilizaci¨®n, el 8 de febrero, para exigir a la Corte Suprema de Justicia la pronta elecci¨®n del reemplazo de Barbosa. Despu¨¦s de varios intentos, el alto tribunal eligi¨® a la abogada Luz Adriana Camargo, el pasado 12 de marzo, de una terna enviada por el presidente. Pero ese mismo d¨ªa la reforma a la salud se enfrent¨® con un obst¨¢culo casi insalvable en la Comisi¨®n S¨¦ptima del Senado, donde deb¨ªa someterse al tercero de los cuatro debates que necesita para ser ley. La ponencia que propone archivar el proyecto sum¨® el respaldo de 8 de los 14 integrantes de esa comisi¨®n, lo que la dej¨® a una votaci¨®n de ver su fin.
Ese fue el detonante para que el jefe de Estado elevara la alerta entre sus filas. Tras 20 meses de Gobierno, el cambio no avanza a la velocidad a la que el presidente quisiera, y decidi¨® jugar una nueva carta, la propuesta de una asamblea nacional constituyente en la que las tribunas vuelven a tomar parte. En entrevista con el peri¨®dico El Tiempo, el mandatario neg¨® que su intenci¨®n sea reelegirse o rescatar las reformas atascadas en el Congreso, y en su lugar plante¨® seis temas de di¨¢logo. Dijo que el primer paso para la asamblea ser¨ªa ¡°organizar los comit¨¦s municipales, es decir que las organizaciones de base municipales se movilicen, se junten; convocar al pueblo a la movilizaci¨®n, a la calle, al debate, a ejercer el poder constituyente que se puede ejercer ya en unos niveles que la Constituci¨®n del 91 permite, que est¨¢n definidos como cabildos abiertos, que son mecanismos de participaci¨®n ciudadana vigentes¡±.
La senadora del Pacto Hist¨®rico, Clara L¨®pez, explica en di¨¢logo con EL PA?S que no se trata de crear nuevos comit¨¦s, sino de fortalecer los espacios de pedagog¨ªa y movilizaci¨®n que ya existen. ¡°Este tipo de organizaci¨®n es la propia de los sectores y partidos de izquierda que no fijan su movilizaci¨®n social solamente en la etapa electoral, sino que se contin¨²a un trabajo de conversaci¨®n, de aproximaci¨®n, de escucha. La conformaci¨®n de los comit¨¦s busca que m¨¢s gente se involucre¡±, se?ala.
La convocatoria, que muestra que la Constituyente es otro camino para lograr la movilizaci¨®n de las bases petristas, ha tomado forma con el llamado de las centrales obreras a marchas el pr¨®ximo 9 de abril, el aniversario n¨²mero 76 del magnicidio de Jorge Eli¨¦cer Gait¨¢n y la conmemoraci¨®n del D¨ªa Nacional de la Memoria y de Solidaridad con las V¨ªctimas del Conflicto Armado. Fabio Arias, presidente de la organizaci¨®n sombrilla Central Unitaria de Trabajadores (CUT), asegura que reiterar¨¢n el llamado al Congreso para que no hunda las reformas. ¡°Esperamos sea lo suficientemente contundente, de magnitudes significativas como las del 21 de noviembre de 2019 y del estallido social del 28 de abril del a?o 2021. Queremos decir que las cosas tienen que cambiar en el pa¨ªs, que los grupos econ¨®micos no pueden seguir de espalda al pa¨ªs, y mucho menos el Congreso de la Rep¨²blica¡±, enfatiz¨® en rueda de prensa. Frente a la posibilidad de una Asamblea Nacional Constituyente, la organizaci¨®n sindical ha precisado que ser¨¢ tema de futuras discusiones y no ha ofrecido un respaldo abierto.
Algo similar ocurre entre los pueblos ind¨ªgenas, otro de los actores que se han movilizado a favor del Gobierno. Gerardo Jumi, secretario general de la Organizaci¨®n Nacional de Ind¨ªgenas de Colombia (ONIC), indic¨® que ¡°las mingas ind¨ªgenas son el instrumento soberano que tiene el pueblo colombiano para respaldar a este Gobierno y para exigirle al Congreso de la Rep¨²blica que debe aprobar las grandes reformas¡±. El debate sobre la Constituyente no borra otras preocupaciones, como la violencia en el Cauca, uno de los tres departamentos ¡ªadem¨¢s de Valle del Cauca y Nari?o¡ª donde el Gobierno decidi¨® suspender el cese al fuego con las disidencias del Estado Mayor Central por ataques contra las comunidades ind¨ªgenas. ¡°Hacemos un llamado a los grupos armados, que respeten a la poblaci¨®n civil y recordarle al Estado que esa es su funci¨®n constitucional, respaldar a la poblaci¨®n civil¡±, agreg¨® Jumi.
Esa misma sensaci¨®n se repite en otras regiones. En Caquet¨¢, las organizaciones comunales convocadas por el Gobierno critican la que ven como insuficiente presencia en el territorio. Luis Arcadio Pardo, concejal de la oficialista Colombia Humana en el municipio de Cartagena del Chair¨¢, dice que apoyar¨ªa la idea de una Constituyente ¡°por respeto al partido¡±, pero se queja de que el Gobierno no ha mirado hacia su departamento. ¡°Por el contrario, se han aumentado las extorsiones, la zozobra. (Las disidencias de las extintas Farc) ya est¨¢n llamando hasta a residentes de barrios donde ellos ponen condiciones. El cambio ha sido inverso, ha fortalecido m¨¢s los grupos al margen de la ley en esta zona. El tigre no lo est¨¢n pintando con las rayas que son¡±, lamenta.
El analista C¨¦sar Caballero considera que las movilizaciones de respaldo al Gobierno no han sido masivas porque otros grupos fundamentales en el estallido social de 2019 y 2021, como los j¨®venes, no est¨¢n saliendo. ¡°El Gobierno est¨¢ movilizando su base de apoyo normal, que no est¨¢ creciendo, sino que se est¨¢ haciendo visible. No son movilizaciones que le hagan ganar gobernabilidad¡±, opina el gerente de la consultora y encuestadora Cifras y Conceptos.
El presidente Petro ha aprovechado esta semana su gira por tres departamentos del Caribe ¡ªC¨®rdoba, Bol¨ªvar y Sucre¡ª para reiterar su intenci¨®n de una Constituyente, que para materializarse requiere el apoyo del Legislativo y el de al menos 13 millones de colombianos, casi dos millones m¨¢s de los que lo eligieron como presidente.
¡°Este Gobierno lucha hasta donde el pueblo permita. No iremos ni un metro m¨¢s all¨¢ de donde el pueblo lo quiera. Tampoco iremos un metro menos¡±, dec¨ªa el mandatario el primero de mayo de 2023. En v¨ªsperas de las movilizaciones del 9 de abril y del primero de mayo, Petro redobla su apuesta por un apoyo popular en las calles que ha sido limitado hasta ahora.
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