Multitudinaria protesta en Colombia: la oposici¨®n sale a la calle para rechazar las pol¨ªticas de Petro

El cielo de la ic¨®nica Plaza de Bol¨ªvar, en el coraz¨®n hist¨®rico de Bogot¨¢, est¨¢ repleto de palomas que no tienen donde aterrizar. El espacio que suelen ocupar los centenares de p¨¢jaros se ha llenado de miles de personas api?adas como sardinas. Visten la camiseta de la selecci¨®n nacional de Colombia, alzan banderas tricolores y algunas de Israel, sujetan carteles con mensajes en contra del comunismo y del presidente Gustavo Petro, cantan ¡°?Fuera Petro!¡± y esperan con ansias frente al Capitolio, donde algo parece estar por suceder. A las dos en punto de la tarde, la senadora uribista Mar¨ªa Fernanda Cabal emerge con una bandera en la mano, acompa?ada de Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez, la vicepresidente del exmandatario de derecha Iv¨¢n Duque. La gente enloquece. Todos entonan el himno nacional, que sigue con un c¨¢ntico de ¡°?Dios y Patria! ?Dios y Patria!¡±.

As¨ª termin¨® una marcha que llev¨® este domingo a m¨¢s de 80.000 personas a salir a las calles en Bogot¨¢, seg¨²n la Secretar¨ªa de Gobierno de la capital. Protestas simult¨¢neas que se realizaron en una decena de ciudades m¨¢s convocaron a por lo menos 400.000 colombianos ¨Dla gran mayor¨ªa en Medell¨ªn, donde cifras oficiales se?alan que hubo m¨¢s de 300.000 manifestantes¨D. La escena en la Plaza de Bol¨ªvar fue el punto m¨¢s ¨¢lgido ¨Dy m¨¢s uribista¨D de una marcha pac¨ªfica y tranquila, que gran parte de la ma?ana pareci¨® una enorme caminata en familia, y en la que participaron ciudadanos con casi todo tipo de quejas sobre Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda en la historia moderna de Colombia. Las reformas que ha propuesto, las negociaciones con los grupos armados ilegales, sus cambios de gabinetes y su relaci¨®n con la vecina Venezuela: ninguna de sus pol¨ªticas se parec¨ªa a salvo de las cr¨ªticas este domingo.

La reforma de la salud

La manifestaci¨®n empez¨® cuatro horas antes, a las 10 de la ma?ana. Bajo una ligera lluvia y entre el aroma de la cocina a le?a de los ind¨ªgenas ember¨¢ que llevan meses viviendo en el Parque Nacional, se juntaron los primeros miles de manifestantes. Los c¨¢nticos de ¡°Fuera Petro¡± comienzan. Un vistazo r¨¢pido revela que decenas de miles m¨¢s vienen del norte, la zona m¨¢s pr¨®spera de la capital, por la tradicional carrera S¨¦ptima. Entre la multitud, con su bata blanca de odont¨®logo puesta, est¨¢ V¨ªctor Rinc¨®n. ¡°Estoy aqu¨ª para oponerme a la nefasta reforma a la salud. Es malo para el futuro del pa¨ªs. La salud en Colombia es de las mejores de Latinoam¨¦rica¡±, dice. ¡°Tambi¨¦n me opongo a la impunidad que propone Petro a los grupos armados ilegales¡±, a?ade y se va caminando.

Son quejas que se repetir¨¢n una y otra vez durante la marcha. Unas cuadras m¨¢s adelante, cerca a la sede del Ministerio de Salud, una ola de batas blancas baja la S¨¦ptima. Los m¨¦dicos llevan carteles que dicen ¡°No a la reforma de la salud¡± y ¡°Las EPS [Entidades Promotoras de Salud] han salvado la vida de millones de colombianos¡±. El presidente Petro propuso reformar el sistema de salud, eliminando las EPS en la pr¨¢ctica, para que sea el Estado quien contrate y gire el dinero directamente a las cl¨ªnicas y hospitales. As¨ª cambiar¨ªa el coraz¨®n de un esquema creado en 1993 con el argumento de que resultar¨ªa en un uso m¨¢s eficiente de los recursos p¨²blicos. Muchos doctores no est¨¢n de acuerdo y, por eso, convocaron esta marcha junto con la oposici¨®n uribista.

Juan David Linares es secretario ejecutivo de la Asociaci¨®n Colombiana de Gastroenterolog¨ªa. Sostiene un cartel en contra de la reforma de salud, que est¨¢ pr¨¢cticamente muerta en el Congreso, mientras camina hacia la Plaza de Bol¨ªvar. ¡°Las reformas quieren acabar con el bienestar de las clases pudientes y de las clases menos favorecidas. Estamos en contra de las modificaciones que quiere hacer Petro. Este presidente quiere acabar con todo lo que se ha construido en los ¨²ltimos 30 a?os¡±, sostiene. Mientras pasa enfrente de la Pontificia Universidad Javeriana, dice que al menos 50 de los unos 400 miembros activos de la asociaci¨®n est¨¢n en la manifestaci¨®n. Todos, explica, convocados por la Asociaci¨®n Colombiana de Sociedades Cient¨ªficas, el gremio sombrilla de los m¨¦dicos. Minutos m¨¢s tarde, un vocero de esta organizaci¨®n, Rub¨¦n Luna, afirma que ellos quieren participar de las reformas que haga el Gobierno. Seg¨²n ¨¦l, no se les ha dado esa oportunidad.

Un juicio pol¨ªtico

La lluvia amaina y la multitud sigue caminando. Frente al Museo Nacional pasa una corriente de colombianos de todo tipo: padres con hijos peque?os en carritos, grupos de jubilados con perros bien portados, una mujer que usa camisa que dice ¡°100% Cabal¡±, un se?or con un cartel que se lee ¡°Petro terrorista¡±. De golpe una voz en un meg¨¢fono resalta del caos controlado. ¡°?Gracias Colombia, estamos haciendo historia!¡±, grita Henry Rodr¨ªguez. El hombre lleva una chaqueta naranja y est¨¢ sentado en una carroza que arrastra una moto. Con un tono m¨¢s fuerte que el de los doctores, explica que representa a la reserva de las Fuerzas P¨²blicas y que est¨¢n protestando porque est¨¢n inconformes ¡°con todas las medidas que ha tomado el Gobierno, pero sobre todo por la inseguridad¡±. ¡°Exigimos un juicio pol¨ªtico. Con Petro la democracia est¨¢ en riesgo¡±, declara.

¨D?Por qu¨¦ cree que la democracia est¨¢ en riesgo?

¨DPorque se est¨¢ hablando de tocar la Constituci¨®n. Es lo ¨²ltimo que queremos.

¨D?Se refiere a la Asamblea Constituyente que ha propuesto el presidente?

¨DS¨ª. Petro est¨¢ buscando la reelecci¨®n. Eso no se puede permitir.

Justamente, Petro ha explicado que la Asamblea Constituyente que ha propuesto, entre otros temas, abordar¨ªa la implementaci¨®n de los acuerdos de paz de 2016, una reforma judicial, un reordenamiento territorial y el cambio clim¨¢tico, pero no una posible reelecci¨®n. ¡°No tengo intenci¨®n de reelegirme y no impulsar¨¦ una constituyente en ese sentido¡±, afirm¨® en entrevista con El Tiempo, publicado el pasado 18 de mayo.

La carroza de Rodr¨ªguez se pierde en la muchedumbre mientras van pasando miles de personas con otras quejas sobre Petro. Algunos carteles lo acusan de sobrepasar los topes electorales durante su campa?a en 2022 ¨Dhecho por el que el Consejo Nacional Electoral lo investiga¨D, otros dicen se oponen a la reforma pensional, otros a la laboral, otros dicen que es un terrorista, otros que no tiene cerebro; parece que sobran las razones para marchar.

Los uribistas

Ya casi a las puertas de la Plaza de Bol¨ªvar, Celmira Aponte sostiene una pancarta enorme marcada con la frase del d¨ªa: ¡°Fuera Petro. Fuera Petro¡±, el c¨¢ntico que todos repiten de tanto en tanto. Explica que ha venido con su esposo, su hermano y varios amigos. La contable de 62 a?os es una aglomeraci¨®n de todas las cr¨ªticas que se escuchan en esta marcha. ¡°Tenemos que protestar contra todas las pol¨ªticas de Petro, que son nefastas. Tanto las m¨¢s chiquitas hasta las m¨¢s grandes¡±, asegura.

Al ser preguntada por cu¨¢les medidas les disgustan m¨¢s, responde con una lista de al menos 10. Habla de pensiones, de petr¨®leo, de transporte, del campo, de la agricultura; claramente no est¨¢ contenta con el mandatario. ¡°El mejor presidente que hemos tenido fue [?lvaro] Uribe, fue excelente durante su primer mandato¡±, agrega, revelando su posici¨®n de derecha. Cuando termina la entrevista, se acerca su esposo, un hombre de cara redonda y amable, que presenta una queja que se escuchar¨¢ mucho en los pr¨®ximos minutos: ¡°Nos van a destruir como Venezuela, Cuba, todos los pa¨ªses de izquierda¡±.

Bajo un cielo ya despejado y un caliente sol bogotano, la multitud llega por fin a la ic¨®nica Plaza. Mientras entran, aplauden a un grupo de tres polic¨ªas que est¨¢n parados en las edificaciones del Palacio de Justicia, la sede de los m¨¢s altos tribunales del pa¨ªs y un lugar ic¨®nico, pues fue tomado en 1985 por un comando del M19, la guerrilla en el que milit¨® durante a?os Gustavo Petro. Los uniformados responden con sonrisas t¨ªmidas; como quien no sabe qu¨¦ hacer. Los c¨¢nticos de los manifestantes se ponen cada vez m¨¢s agresivos: ¡°?Petro, bandido, el pueblo est¨¢ ofendido!¡±, ¡°?Esta es la ruta, para sacar a ese hijueputa!¡±.

Frente al Capitolio, una pareja que ha venido juntos habla, precisamente, de sacar a Petro del poder. Fernando Guti¨¦rrez explica que es oficial retirado de la Fuerza A¨¦rea, y habla con la autoridad de un militar experimentado. A su lado, su esposa Nuria Grisales, dice que tiene 58 a?os, que su marido ¡°tiene un par m¨¢s¡±, y se r¨ªe. ¡°Petro es una persona mentirosa. Una persona que no cumple. Lo que est¨¢ tratando de hacer es convertir a Colombia en una Venezuela, y eso no lo vamos a permitir¡±, declara el hombre.

¨DUstedes estaban cantando sobre sacar a Petro, ?creen que eso es posible?

¨DSi est¨¢ unido todo el pueblo colombiano, lo podemos lograr. Porque somos m¨¢s los buenos que los malos.

¨D?Por qu¨¦ sienten que es necesario hacerlo?

¨DPor las decisiones de ¨¦l. Propone las reformas y si no se las aceptan las hace por decreto. ?Es un dictador!

Momentos despu¨¦s, salen Cabal y Ram¨ªrez a saludar. Los Guti¨¦rrez se emocionan, como miles m¨¢s, que cantan con ellas, que gritan ¡°?Fuera Petro!¡± con ellas. Son las 2.15 de la tarde y gran parte de los manifestantes ya han partido para sus casas, muchos antes de que las pol¨ªticas de derecha asumieran un rol protag¨®nico. A unos pocos pasos del Congreso, un hombre sostiene un letrero con una frase que define bien el sentimiento general de los que quedan en la Plaza: ¡°Quiero un nuevo ?lvaro Uribe V¨¦lez¡±.

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