Una buena noticia
En medio de agotadoras informaciones sobre corrupci¨®n, conflicto armado aqu¨ª y en el mundo, el hallazgo de un desaparecido se convierte en un alivio para una familia
?Hola, buenos d¨ªas!
Las noticias parecen no dar nunca un respiro. Las denuncias de corrupci¨®n en el Gobierno de Gustavo Petro, la implosi¨®n del Partido Verde, el anuncio del ELN de que seguir¨¢ con los secuestros extorsivos, el ataque del Estado Mayor Central a los soldados y a los civiles en el Cauca, la ofensiva del Ej¨¦rcito de Israel en Rafah a pesar de las advertencias de la comunidad internacional de que ser¨¢ catastr¨®fica para los civiles (van 34.700 muertos en 7 meses y contando).
A go ta mien to.
?Qui¨¦n no necesita una buena noticia?
¡°Hoy quiero darles una gran noticia y es que apareci¨® ?scar. Ya 16 a?os de esta gran b¨²squeda. Me siento emocionada¡±, dice Doris Tejada, con una mueca que no llega a ser una sonrisa completa y sosteniendo a Dar¨ªo, su esposo, que cierra los ojos y parece a punto de desmayarse de un dolor acumulado por los a?os.
Como todo en Colombia, hasta las buenas noticias tienen un reverso doloroso. En un pa¨ªs donde hay m¨¢s de 120.000 personas en el limbo a causa del conflicto armado, cuerpos a¨²n buscados por familiares que siguen tambi¨¦n en la incertidumbre ¡®siempreviva¡¯, el hallazgo de un muchacho al menos produce alivio. ¡°Pens¨¦ que este momento no se iba a dar nunca. Ahora lo que falta es la verdad y la justicia¡±, dijo con enorme esfuerzo Dar¨ªo, el padre. La ¨²ltima vez que supieron de ¨¦l fue el 16 de enero de 2008.
Es una buena noticia que tiene origen en una noticia vergonzosa. ?scar Morales Tejada era el ¨²nico de los j¨®venes mal llamados falsos positivos de Soacha cuyo cuerpo segu¨ªa sin aparecer. Es una de las 6.402 v¨ªctimas de asesinatos a manos del Ej¨¦rcito, para ser presentados como bajas en combate, que han sido admitidas por cientos de militares. Despu¨¦s de la incansable lucha de sus padres, Doris y Dar¨ªo, para que el Estado lo buscara, a finales de abril la Unidad de B¨²squeda para Personas Dadas por Desaparecidas les inform¨® que el cuerpo hab¨ªa sido identificado en un cementerio alterno de El Copey (Cesar).
Morales Tejada fue enga?ado con una promesa de trabajo y posteriormente asesinado y presentado falsamente como miembro de una banda. Los militares lo sepultaron en una fosa com¨²n. Ahora, por las declaraciones de oficiales y soldados ante la justicia, se sabe que desaparecer los cuerpos al inhumarlos como NN fue otra de las estrategias cuando los cr¨ªmenes saltaron a la prensa.
En 2020, su historia estuvo a punto de sepultarse a¨²n m¨¢s. Debido al Covid, el alcalde de la poblaci¨®n us¨® el cementerio alterno para llevar a los muertos por el virus y la Comisi¨®n Colombiana de Juristas pidi¨® a la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP) que dictara medidas cautelares para evitar que as¨ª se destruyeran las pruebas de los cr¨ªmenes y las esperanzas de los allegados a los asesinados.
De la b¨²squeda incansable de la familia de Morales podr¨ªan surgir otras ¡®buenas noticias¡¯ para m¨¢s familias de desaparecidos, porque en ese cementerio encontraron otros 61 cuerpos que se presume fueron v¨ªctimas del conflicto armado.
Otras historias
Por supuesto, el tema de la semana han sido las denuncias de corrupci¨®n en la Unidad de Riesgo y Desastres. Para quedar con el panorama completo, les recomiendo este texto sobre qui¨¦n es Olmedo L¨®pez y sus tent¨¢culos que tienen en jaque a los m¨¢s alto de la pol¨ªtica colombiana.
Sobre el mismo tema, dos tribunas de nuestros columnistas. ¡®Una oficina para robar plata¡¯, de Juan Pablo Calv¨¢s, sobre las hist¨®ricas garras de la corrupci¨®n sobre esta entidad encargada de atender los desastres en el pa¨ªs; y ¡®Corrupci¨®n en la Unidad de Riesgo: ?cu¨¢nto falta por conocer?¡¯, de Yolanda Ruiz, que pone a los lectores en perspectiva de futuro.
Un complet¨ªsimo perfil escrito por Julio Villanueva Chang sobre el colombiano Mauricio Diazgranados, primer director cient¨ªfico latinoamericano en la historia del Jard¨ªn Bot¨¢nico de Nueva York.
La columna del escritor Juan Gabriel V¨¢squez acerca del discurso de Gustavo Petro el pasado primero de mayo. ¡°Desde la tarima de la discordia, tras una queja en la que le hablaba al p¨²blico y que buscaba la pol¨¦mica, Petro pronunci¨® uno de los discursos m¨¢s divisivos y hostiles de lo que va de su gobierno; construy¨® un relato que no s¨®lo alimenta a sus bases sino, sobre todo, a sus opositores¡±, dice V¨¢squez en el texto.
Hasta la pr¨®xima semana.
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