Si ?lvaro Uribe y Juan Manuel Santos¡
Solo una uni¨®n de los expresidentes Uribe y Santos puede producir una candidatura fuerte para llegar con buenos augurios a la segunda vuelta presidencial de 2026
Si ?lvaro Uribe y Juan Manuel Santos no hacen las paces, nos jodemos los colombianos, porque esa es la ¨²nica manera de sacar la pol¨ªtica del pantano movedizo en que nos encontramos despu¨¦s de que el presidente Gustavo Petro resolvi¨® dedicarse a fortalecer su Pacto Hist¨®rico para la continuaci¨®n de su movimiento pol¨ªtico en el poder, en lugar de gobernar. Eso quiere decir, en pocas palabras, que el petrismo est¨¢ organizado para dar la pelea del 26 y el antipetrismo no.
Hay un mont¨®n de candidatos, y es muy probable que se repita la situaci¨®n de 2022 en la primera vuelta: el petrismo con un solo candidato y el antipetrismo con m¨¢s de cinco, y termin¨® ganando el menos apropiado para enfrentar al m¨¢s fuerte. Solo una uni¨®n de los expresidentes Uribe y Santos puede producir una candidatura fuerte para llegar con buenos augurios a la segunda vuelta presidencial. Seguir con el cuento del Acuerdo Nacional, un prop¨®sito deseable, pero igualmente chafado, es una p¨¦rdida de tiempo.
Los momentos que vivimos son en extremo preocupantes. Seg¨²n el partido de los economistas ¨Dpor boca de uno de sus alfiles m¨¢s destacados, la economista Cecilia L¨®pez Monta?o¨D, los motores del crecimiento est¨¢n en negativo, la industria en -5,9%, la miner¨ªa en -1,5%, las actividades financieras en -3% y el comercio -0,8%. La construcci¨®n crece muy lentamente en 0,7%. L¨®pez Monta?o sostiene que la brecha social inmensa ¨Dque con raz¨®n el presidente quiere cerrar¨D demanda a estas alturas de su administraci¨®n acciones que, a su vez, son imposibles con una econom¨ªa postrada. La forma de empezar a reducir de manera sostenible la pobreza y la desigualdad exige no solo recursos fiscales para financiar agresivas estrategias sociales, en educaci¨®n, salud, seguridad social y muchas m¨¢s, sino, adem¨¢s, una demanda de empleo que debe provenir de una mayor din¨¢mica en la producci¨®n de bienes y servicios.
Llama mucho la atenci¨®n la preponderancia que se han ganado las mujeres en medio de una pol¨ªtica desacreditada y aburrida, tanto como para que haya un consenso para que la sucesi¨®n presidencial sea con una mujer. Claudia L¨®pez y Mar¨ªa Fernanda Cabal ya se lanzaron al agua. Algunas de ellas ya tienen esl¨®gan. Vicky D¨¢vila: ¡°10-10-10¡å, la f¨®rmula tributaria para la reactivaci¨®n de la econom¨ªa con la homologaci¨®n de las tarifas al impuesto sobre la renta para empresas, personas y valor agregado. Laura Sarabia: ¡°El Gobierno es con el pueblo¡±. Aunque sabemos que hay muchos retos para resolver, tambi¨¦n sabemos que gobernar con el pueblo es el camino indicado. Falta Mar¨ªa Jos¨¦ Pizarro, quien para muchos ser¨ªa la candidata del Pacto Hist¨®rico.
Por lo pronto, rezar para recuperar el orden p¨²blico en el Cauca, en el Valle y en Nari?o, porque las Fuerzas Armadas no han podido con ese ataque criminal de la guerrilla en el pa¨ªs ¡°potencia de la vida¡±. La destituci¨®n del comandante del Ej¨¦rcito, general Luis Mauricio Ospina, aunque tard¨ªa, era necesaria. En esta columna hab¨ªamos pedido desde septiembre del a?o pasado su renuncia por los hechos bochornosos, escandalosos, del municipio de Tierralta (C¨®rdoba), en los que la tropa disfrazada de criminales atropell¨® a la poblaci¨®n. El nombramiento del general retirado Luis Emilio Cardozo es una prueba de que los cambios en la c¨²pula militar de 2022 fueron equivocados, pero crean la ilusi¨®n de que la estrategia militar mejore.
Todas estas graves preocupaciones ameritan un entendimiento de los expresidentes Uribe y Santos, quienes han dado prueba de su capacidad de servicio a Colombia.
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