Las claves del juicio que enfrenta ?lvaro Uribe por manipulaci¨®n de testigos
El proceso judicial inici¨® en 2018, cuando la Corte Suprema abri¨® una investigaci¨®n formal al expresidente, pero la g¨¦nesis se remonta varios a?os atr¨¢s
El proceso penal que tiene al expresidente ?lvaro Uribe en el banquillo de acusados tiene matices dignos de un drama pol¨ªtico: denunciantes que pasan a ser denunciados, pugnas de poder, narrativas enfrentadas y un desenlace que a¨²n es incierto. En 2010, al finalizar su segundo periodo presidencial, el actual escenario era impensado. Uribe contaba con niveles de aprobaci¨®n del 80% tras un mandato caracterizado por una lucha frontal contra las guerrillas y en el que surgi¨® su m¨¢s grande sombra, el esc¨¢ndalo de miles de civiles asesinados a manos de militares y que es conocido como ¡°falsos positivos¡±. Hoy, la realidad es diferente. La izquierda ocupa la Casa de Nari?o con Gustavo Petro, un viejo cr¨ªtico suyo, y el ya menos popular expresidente enfrenta un juicio por tres delitos y hechos ocurridos cuando ya no era mandatario. Estas son las claves del proceso que tiene a un expresidente colombiano en un juicio por penal por primera vez en m¨¢s de medio siglo.
De denunciante ante la Corte Suprema a acusado por la Fiscal¨ªa
El primer antecedente del caso data de febrero de 2012, cuando Uribe denunci¨® al pol¨ªtico de izquierdas Iv¨¢n Cepeda, entonces representante a la C¨¢mara por el Polo Democr¨¢tico, ante la Corte Suprema de Justicia. Seg¨²n el exmandatario, Cepeda hab¨ªa visitado varios centros de reclusi¨®n para conformar un ¡°cartel de falsos testigos¡± en su contra, ofreci¨¦ndoles beneficios a cambio de que lo relacionaran falsamente con grupos paramilitares. El caso permaneci¨® quieto hasta que, en septiembre de 2014, Cepeda llev¨® a cabo un debate en el Congreso contra Uribe, quien se hab¨ªa posesionado como senador del Centro Democr¨¢tico solo meses atr¨¢s. All¨ª mencion¨® que ten¨ªa en su poder testimonios que involucraban al expresidente con la creaci¨®n del Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). La respuesta de Uribe fue inmediata. Sali¨® del Capitolio, cruz¨® la Plaza de Bol¨ªvar y lleg¨® al Palacio de Justicia. All¨ª ampli¨® a la denuncia de 2012.
El vuelco que vendr¨ªa cuatro a?os despu¨¦s tomar¨ªa por sorpresa a todo el pa¨ªs. En febrero de 2018, la Corte anunci¨® que archivaba la acci¨®n presentada por Uribe y, a la vez, que abr¨ªa una investigaci¨®n al expresidente tras concluir que hab¨ªa indicios de que era ¨¦l ¡ªy no Cepeda¡ª quien trataba de torcer el testimonio de antiguos paramilitares. Las pruebas recopiladas, incluyendo interceptaciones telef¨®nicas, apuntaban a que el exmandatario particip¨® ¡°en el dise?o y ejecuci¨®n de un plan orientado a desviar la atenci¨®n de la justicia¡± sobre los se?alamientos en su contra y a responsabilizar de cr¨ªmenes a Cepeda. La indagaci¨®n ser¨ªa por los delitos de soborno en actuaci¨®n penal y fraude procesal.
En agosto de 2020, en medio de la pandemia, la misma Corte aument¨® la tensi¨®n: orden¨® la detenci¨®n preventiva de Uribe, argumentando que podr¨ªa entorpecer las pesquisas judiciales si continuaba en libertad. La derecha uribista acus¨® a los magistrados de persecuci¨®n pol¨ªtica, la izquierda festej¨® la determinaci¨®n. Uribe, por consejo de sus abogados, dimiti¨® del Senado y as¨ª dej¨® de ser aforado. Su causa judicial pas¨® entonces a ser competencia de la Fiscal¨ªa General de la Naci¨®n, liderada desde inicios de ese a?o por Francisco Barbosa. La apuesta del l¨ªder del Centro Democr¨¢tico era obtener un trato m¨¢s favorable, pues Barbosa era el mejor amigo de estudios universitarios del presidente de la ¨¦poca, el uribista Iv¨¢n Duque, quien lo postul¨® para el cargo. La l¨®gica era sencilla. Uribe esperaba benevolencia por parte del amigo de su pupilo. Y ten¨ªa raz¨®n.
A lo largo de los siguientes a?os, Barbosa le asign¨® el caso a varios subalternos suyos. Primero a Gabriel Jaimes, quien solicit¨® a un juez que le permitiera precluir (cerrar) el caso, alegando que no exist¨ªan motivos suficientes para endilgar un delito a Uribe. No tuvo ¨¦xito. Su reemplazo, Javier C¨¢rdenas, fracas¨® en el mismo intento. Otros dos fiscales estuvieron a cargo, pero se apartaron del caso sin concretar ninguna actuaci¨®n. En enero pasado, a falta de dos meses para que Barbosa cumpliera su periodo al mando de la Fiscal¨ªa, el expediente aterriz¨® en el despacho de Gilberto Villarreal. A diferencia de sus colegas y antecesores, el jurista defini¨® que llevar¨ªa a Uribe a juicio y adicion¨® un tercer delito, el de soborno, a la acusaci¨®n.
Un fraude procesal y dos sobornos distintos
Villarreal acus¨® formalmente a Uribe de tres delitos distintos: soborno en actuaci¨®n penal, fraude procesal y soborno. Lo hizo por hechos que ocurrieron entre 2017 y 2018. En todos particip¨® el abogado Diego Cadena, quien actuaba bajo ¨®rdenes de Uribe, encargado de contactar a exparamilitares y que por esto enfrenta su propio proceso judicial. La discusi¨®n probatorio es si les ofreci¨® beneficios ilegales a cambio de otorgar testimonios favorables al expresidente, y si lo hizo con la aprobaci¨®n de ¨¦ste. La Fiscal¨ªa dice que s¨ª a las dos cuestiones. ¡°El doctor Uribe V¨¦lez determin¨® al abogado Diego Javier Cadena Ram¨ªrez para que directamente o por interpuesta persona, entregara y/o prometiera dinero u otras utilidades a seleccionados testigos de hechos delictivos, para que faltaran a la verdad o la callaren total o parcialmente en las actuaciones penales aludidas¡±, se lee en el escrito de acusaci¨®n presentado por el fiscal.
El primer exparamilitar que Cadena contact¨® fue Carlos Enrique V¨¦lez, alias V¨ªctor, en julio de 2017. El abogado le ofreci¨® prebendas para que firmara una carta dirigida a la Corte Suprema en la que desment¨ªa a su exjefe en las AUC, Pablo Hern¨¢n Sierra, quien hab¨ªa asegurado que Uribe ayud¨® a fundar el Bloque Metro. El texto de la misiva tambi¨¦n se refer¨ªa a un supuesto encuentro con Cepeda, en el que el congresista le promet¨ªa protecci¨®n y otras d¨¢divas. La carta, con la firma de V¨¦lez, fue uno de los documentos que Uribe anex¨® a la denuncia de 2012 contra Cepeda. Cuando la Corte archiv¨® esa denuncia y abri¨® una investigaci¨®n al expresidente, Cadena volvi¨® a buscar a V¨¦lez, pidi¨¦ndole que escribiera un nuevo documento. V¨¦lez accedi¨® y dos exparamilitares m¨¢s, Jhon Jaime C¨¢rdenas, alias Fosforito, y Fauner Jos¨¦ Barahona, alias Racum¨ªn, tambi¨¦n firmaron. En el proceso penal contra Cadena, V¨¦lez ha admitido que eran declaraciones falsas y que varios de sus familiares recibieron dinero como pago por su testimonio falso.
El otro exparamilitar involucrado es el testigo estrella Juan Guillermo Monsalve, condenado por secuestro. En febrero de 2018, mientras se encontraba recluido en la c¨¢rcel La Picota de Bogot¨¢, Monsalve fue abordado para que se retractara de sus previas declaraciones en las que afirmaba que el Bloque Metro se cre¨® en una propiedad de la familia del expresidente. Recibi¨® mensajes de texto de su amigo Carlos Eduardo L¨®pez, alias Caliche; presiones de su compa?ero de celda, Enrique Pardo Hasche; y se reuni¨® con Cadena. En todas esas aproximaciones le pidieron que grabara un video y firmara documentos desmintiendo su acusaci¨®n, adem¨¢s de culpar a Cepeda de estar detr¨¢s de un complot para ligar al exmandatario con el paramilitarismo. ¡°A cambio de esa declaraci¨®n falaz, Cadena, con autorizaci¨®n del Dr. ?lvaro Uribe, y sin cobrarle honorarios, prometi¨® a Monsalve iniciar una acci¨®n de revisi¨®n por un proceso penal que en su contra se hab¨ªa adelantado, mejores condiciones en su reclusi¨®n, y que, s¨ª p¨²blicamente ped¨ªa seguridad para ¨¦l y para su familia, ellos apoyar¨ªan su solicitud ante el competente¡±, explica el escrito de acusaci¨®n.
Monsalve acept¨® escribir una carta. Bajo la gu¨ªa de Pardo, redact¨® un escrito pidi¨¦ndole disculpas al expresidente y expresando su arrepentimiento. Se lo entreg¨® a su esposa, Deyanira G¨®mez, no sin antes aclarar al final del documento que ¡°aquellas manifestaciones las hab¨ªa efectuado por la presi¨®n que sobre ¨¦l ejercieron los se?ores Cadena y Pardo Hasche, enviados por el expresidente¡±. G¨®mez radic¨® la misiva en el tribunal.
La presentaci¨®n de documentos que faltaban a la verdad e induc¨ªan en error a los magistrados, as¨ª como el ofrecimiento de dinero y otros beneficios a los testigos, son las razones por las que la Fiscal¨ªa imputa a Uribe los delitos de fraude procesal y soborno en actuaci¨®n penal. El nuevo delito de soborno, a?adido por el fiscal Villarreal, se constituye despu¨¦s de que Cadena contactara a Hilda Ni?o, una exfiscal condenada por corrupci¨®n, y se comprometiera a garantizarle beneficios a cambio de que inculpara al exfiscal general Eduardo Montealegre y al ex vicefiscal general Jorge Perdomo, quienes lideraron la instituci¨®n entre 2012 y 2016, de actuar il¨ªcitamente para vincular a Santiago Uribe (hermano del expresidente) con grupos paramilitares. Ni?o trabaj¨® en la Fiscal¨ªa bajo la subordinaci¨®n de Montealegre y Perdomo, por lo que la denuncia ten¨ªa sentido.
Los ¨²ltimos cartuchos de la defensa
El abogado defensor del expresidente, Jaime Granados, pidió ante una juez la nulidad del proceso, pero le fue rechazada el pasado 24 de mayo. Sin embargo, ese mismo día presentó un recurso de queja en contra esa decisión, que será resuelto por el Tribunal Superior de Bogotá. También cuestionó la imparcialidad del fiscal Villarreal y le solicitó que se recuse del proceso, señalando que ocupó cargos de importancia en la Fiscalía —fue director seccional de fiscalías en San Gil (Santander) y fiscal delegado ante la Sala Penal del Tribunal Superior de Bucaramanga— durante los años de Montealegre y Perdomo, acreditados como víctimas en el proceso gracias a que Villarreal incorporó un delito adicional a la acusación.
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