Proteccionismo populista
El Gobierno de Gustavo Petro cree que frenando las importaciones de veh¨ªculos podr¨¢ fortalecer la industria local. Sin embargo, Colombia no podr¨¢ competirle a nadie y el consumidor va a terminar pagando m¨¢s por carros que ya son costosos
El Gobierno Petro, a trav¨¦s de su ministro de Comercio, Industria y Turismo, ha decidido terminar el Acuerdo de Complementaci¨®n Econ¨®mica firmado en 2017 entre Colombia y Brasil. Mediante este esquema, Colombia ten¨ªa acceso, desde 2019, hasta a 45.000 unidades libres de aranceles. La excusa es ¡°dinamizar la industria local y adem¨¢s llevarla a ser una industria fuerte en t¨¦rminos de exportaci¨®n. Esto a diferencia de pol¨ªticas industriales del pasado que buscaban alejar al mercado nacional, de manera casi indefinida, de la competencia extranjera¡±. A?adi¨® el ministro, ¡°lo que se busca aqu¨ª es lograr las econom¨ªas de escala en la producci¨®n de veh¨ªculos, y especialmente veh¨ªculos el¨¦ctricos¡±.
En otras palabras, quieren volver al antiguo esquema de la sustituci¨®n de importaciones, cuyo par¨¢metro central consist¨ªa en proteger la industria nacional durante un tiempo para que esta se desarrollara, y posteriormente abrirla al mundo y competir de t¨² a t¨² con las grandes potencias. En otras palabras, este Gobierno se imagina que frenando las importaciones Sofasa, la ¨²nica de las ensambladoras hist¨®ricas que queda, va a poder incrementar su producci¨®n disminuyendo a la vez el costo por unidad, logrando en unos a?os (no dicen, por supuesto, cu¨¢ntos) competir con los gigantes del mundo.
El resultado ser¨¢ muy diferente. En primer lugar, Colombia podr¨¢ competirle a nadie, se va a atrasar a¨²n m¨¢s en su capacidad tecnol¨®gica (no habr¨¢ carros el¨¦ctricos colombianos) y, adem¨¢s, el consumidor colombiano va a terminar pagando m¨¢s por los carros que ya, actualmente, son excesivamente costosos. ?Por qu¨¦ ser¨¢ as¨ª?
La apertura del a?o 91, en lo que respecta a la industria manufacturera, fue bastante agresiva. Se bajaron aranceles a todos los bienes, llevando a un reordenamiento de firmas (incluyendo muchas quiebras) cuyos sobrevivientes son hoy empresas poderosas capaz de competir con grandes firmas extranjeras. Ejemplos actuales son Alquer¨ªa y Alpina. Pero en el sector manufacturero hubo una excepci¨®n, la industria de automotriz. Est¨¢ se sigui¨® protegiendo.
Con la llegada de los TLC, ya en el siglo XXI, se les dio algo menos de una d¨¦cada para adaptarse y enfrentarse a la competencia que eventualmente llegar¨ªa al pa¨ªs con un arancel igual a cero. Pero lo que no hab¨ªan hecho en m¨¢s de una d¨¦cada, no lo har¨ªan en otros ocho a?os. As¨ª, la Compa?¨ªa Colombiana Automotriz (los Mazda) primero, y Colmotores (los Chevrolet) despu¨¦s terminaron sus operaciones de ensamble en el pa¨ªs. Sofasa qued¨® sola luchando contra lo inevitable.
Ahora, el Gobierno Petro busca posponer lo inevitable. Una f¨¢brica (muy) peque?a en el mundo produce unos 200.000 veh¨ªculos anuales. Seg¨²n notas de prensa, en 2023 Sofasa ensambl¨® en su planta de Envigado 34.712 varios modelos de autom¨®viles. En la planta de Colmotores, que alguna vez visit¨¦, ensamblar varios modelos implicaba parar operaciones para poder ajustar la producci¨®n a uno y otro modelo. Una ineficiencia m¨¢s.
En la planta de Hyundai en Ulsan, Corea del Sur, produjeron (que no es lo mismo que ensamblar), en 2023, 5.600 carros¡ al d¨ªa. Es decir, en una semana producen lo que Sofasa en un a?o. Y de paso, ya que el ministro habl¨® de carros el¨¦ctricos, ampliaron dicha planta para producir 200.000 carros el¨¦ctricos al a?o.
El problema es pues, de escala. La definici¨®n es relativamente simple. A medida que produzca m¨¢s carros en una planta, el costo promedio por unidad ser¨¢ cada vez menor. Si produce pocos, la escala es baja, siendo que el costo unitario ser¨¢ muy alto. En Colombia, con una escala tan peque?a, la industria sobrevivi¨® sus ineficiencias porque en la aduana se encarece la competencia v¨ªa aranceles. As¨ª, mientras un carro importado (de un pa¨ªs sin acuerdo comercial) puede pagar el 35% de arancel, las ensambladoras pagan 0% por el CKD, la plataforma sobre la que ensamblan el veh¨ªculo. A¨²n con esos sobrecostos, los veh¨ªculos importados, por la escala de producci¨®n, pod¨ªan competir con los nacionales.
El problema para industria dom¨¦stica fue que, a medida que los acuerdos de libre comercio entraron en vigor, la protecci¨®n desapareci¨® y la supervivencia misma se vio amenazada. En otras palabras, sale m¨¢s barato importar un carro Mazda de Jap¨®n producido en una planta con gran escala, que producirlo en Colombia, con alt¨ªsimos costos promedios de producci¨®n. Es importante anotar que, si bien la empresa sufre, los consumidores se benefician. Los aranceles pueden facilitar la supervivencia del producto nacional, pero las ineficiencias en su proceso productivo hacen que el precio de venta sea muy alto. Es por la baja escala de nuestro mercado que el mismo carro en Estados Unidos o Europa cuesta menos para los ricos consumidores de all¨¢ que para el usuario colombiano.
?Estaban condenadas a desaparecer las importadoras? No, si hubiesen aprovechado los acuerdos de libre comercio generando escala en la producci¨®n. Valga decir que las empresas individualmente lo intentaron, pero seg¨²n mi punto de vista solo hab¨ªa un camino. La idea ser¨ªa generar escala produciendo las 200.000 unidades de un ¨²nico modelo. Seguramente se vender¨ªan 7.000 unidades de ese modelo en nuestro pa¨ªs. S¨ª, el carro m¨¢s vendido en Colombia, el Renault Duster, vendi¨® 7.017 unidades en 2023, cifras que en el contexto mundial son parte del error estad¨ªstico.
Tenemos acuerdos comerciales (de una u otra forma) con pr¨¢cticamente toda Am¨¦rica Latina, Estados Unidos y Canad¨¢. Ah¨ª, seguramente nos dir¨ªan los empresarios, nos perjudic¨® otro concepto con el que Colombia no ha podido lidiar nunca. No somos competitivos, ya no en la firma, sino como pa¨ªs. Sacar un producto al competido mercado externo es excesivamente costoso, y mucho del esfuerzo por generar escala se rompe con camiones que tardan d¨ªas para llevar el producto al puerto, puertos que adem¨¢s son peque?os e ineficientes.
Imponer aranceles y encarecer las importaciones, por tanto, no va a generar ninguna escala de producci¨®n. Entre otras, porque habr¨¢ retaliaci¨®n. En un Gobierno ¡°del cambio¡± se esperar¨ªa una visi¨®n global del problema: apoyar ante la casa matriz la producci¨®n de un ¨²nico modelo, generar las condiciones para atraer la inversi¨®n necesaria para generar esa escala que nunca hemos tenido, vender y explotar al m¨¢ximo los tratados de acuerdo comercial, adem¨¢s de mejorar y desarrollar la infraestructura necesaria para exportar. Si nos enfocamos exclusivamente en las v¨ªas terciarias, argumentando que las autopistas 4G ¡°son para los ricos¡±, simplemente vamos en sentido opuesto. La medida solo favorece el discurso populista, pero no ayuda en nada al desarrollo del sector, menos del pa¨ªs.
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