La oposici¨®n t¨¦cnica
En los dos a?os del gobierno de Gustavo Petro, desde todos los sectores se ha descubierto una nobleza de esp¨ªritu, t¨¦cnica y profesional que da esperanza para lo que viene
Hemos redescubierto a los abogados. En la actualidad los vemos como fieros defensores de la arquitectura institucional del pa¨ªs. Ellos conocen las columnas estructurales del edificio colombiano y la capacidad de aguante contra los sismos, cada tuerca y cada tornillo, cada art¨ªculo y cada inciso.
Los abogados se han empleado a fondo para enfrentar a un gobierno destructor como el actual. Nos pregunt¨¢bamos qui¨¦n ten¨ªa los planos de Colombia; les hemos pedido que los saquen y los revisen, y, por sobre todo, les hemos rogado que refuercen todo, de los cimientos para arriba. No vaya y sea que el se?or Petro termine siendo exitoso en tumbar una columna clave y se nos venga abajo el edificio, con todos nosotros adentro.
Los demandantes de normas como la nociva tributaria de 2022, el abuso contra la CREG, el nuevo C¨®digo Electoral, la creaci¨®n del Ministerio de la Igualdad, entre muchas otras, han hecho un gran servicio al pa¨ªs. Los magistrados de las altas cortes, los consejeros de Estado, los magistrados investigadores del Consejo Nacional Electoral que en su momento optaron por la seriedad y el rigor en sus fallos, y por ponerse del lado de la institucionalidad, en lugar de optar por la genuflexi¨®n al gobierno, han sido h¨¦roes para recordar por muchas d¨¦cadas. El criterio, el car¨¢cter y el tes¨®n de cientos de abogados los ha convertido en la primera l¨ªnea de defensa del pa¨ªs.
Otro contingente que ha revelado tambi¨¦n un poder eficaz de defensa y ataque son los periodistas y editorialistas. No pasa un d¨ªa en el que no aprendamos algo, bien sea de informaci¨®n o de an¨¢lisis, tanto en la prensa escrita, la radio, la TV, las redes sociales, o que nos llega a trav¨¦s de chats de expertos o amigos. Desde los formatos m¨¢s sesudos de textos t¨¦cnicos, hasta los memes m¨¢s divertidos o dolorosos. Mucha gente buena y sabia nos asiste en la labor de revelar equivocaciones, esc¨¢ndalos, corrupciones o componendas. Quitan el velo a las palabras melifluas del r¨¦gimen detr¨¢s de las que se esconden intenciones de destruir y socavar. Bravo por los bravos de los medios y los comentaristas.
Los ingenieros, los m¨¦dicos, los financieros, los economistas y profesionales de muchas ramas son normalmente t¨¦cnicos de n¨²meros, ecuaciones, gr¨¢ficas, modelos matem¨¢ticos, argumentos dif¨ªciles para los legos, sobre problemas cr¨ªticos como la construcci¨®n de carreteras, las concesiones, la explotaci¨®n minera, la oferta de gas, la regla fiscal, la ejecuci¨®n del presupuesto, en avance del PIB, los impuestos y la eficiencia de la econom¨ªa, la sostenibilidad de los sistemas de salud y pensiones, la atenci¨®n de los enfermos y la remuneraci¨®n de los doctores, el costo de los medicamentos, los electrones y las mol¨¦culas de hidrocarburos, en fin.
En cada uno de esos campos han surgido defensores aguerridos que han firmado cartas al presidente y sus ministros, o comunicados para evitar que las declaraciones simplonas y altisonantes del jefe de estado y sus activistas elevados a cargos de alto nivel acaben con todo.
Los exministros de salud firmaron cartas sesudas; los m¨¦dicos tambi¨¦n; las asociaciones de profesionales del petr¨®leo han hecho lo propio y nos han advertido qu¨¦ puede pasar si sigue la agresividad contra los hidrocarburos; los expertos en miner¨ªa han defendido contra la moda del anti-extractivismo, una cepa intelectual que posa de iluminada pero no entiende de qu¨¦ est¨¢n hechas sus casas, sus carros y sus computadores, las tuber¨ªas que les llevan agua, y los cables que les llevan luz, o las torres de transmisi¨®n por las que se viajan los trinos anti-miner¨ªa. As¨ª sucesivamente, los expertos, profesores y exfuncionarios han salido al ruedo con pedagog¨ªa y en defensa de lo p¨²blico, la institucionalidad, y el fuero privado, como en el caso de las inversiones forzosas a los ahorros en los bancos.
Los expertos de todas las profesiones han estado a la altura al reconocer que, adem¨¢s de sus ecuaciones, deben participar en el debate p¨²blico, ense?arnos que s¨ª hay un orden esencial en cada sector de la econom¨ªa, y que es crucial un rigor y un dise?o t¨¦cnico y cient¨ªfico para que haya agua, luz, gas, buses, aviones, clases, camas, combustibles l¨ªquidos, leche y pan.
No ser¨¢ por las ideas a medio cocinar del gobierno que vamos a reemplazar d¨¦cadas de dise?o t¨¦cnico, que sustentan todo lo que vemos, lo que se produce y se consume, lo que se vende en los mercados y lo que necesitamos cada d¨ªa.
Hay que darle cr¨¦dito tambi¨¦n a la oposici¨®n pol¨ªtica, tanto a la abierta como la soterrada. Hay mucha pol¨ªtica ¨²til, tanto en el discurso contestatario en el congreso, como en la marrulla del qu¨®rum y en los vicios de tr¨¢mite de las leyes. El congreso y muchos partidos han sabido arrastrar los pies para neutralizar mucha cosa mala que se quer¨ªa aprobar. Ll¨¢menla t¨¦cnica legislativa. Tambi¨¦n all¨ª se ha defendido lo que hay que defender.
Claro est¨¢, ha habido mucho oportunismo, alcahueter¨ªa, genuflexi¨®n y aprovechamiento del poder del gobierno por mucha gente que se ha plegado y justificado, entendiendo o no para donde iba realmente la direcci¨®n del Estado. A¨²n hay personas que dan cr¨¦dito a una nueva constituci¨®n; debaten si Petro debe o no ser reelecto. A eso han llegado.
Cu¨¢l ha sido el papel de las Fuerzas Armadas en la defensa t¨¦cnica de la institucionalidad. Han sido avasalladas de distintas maneras. Con estoicismo se han aferrado a su filosof¨ªa civilista, sus protocolos de jerarqu¨ªa, obediencia debida y respeto democr¨¢tico. As¨ª debe ser. Muchos de ellos deben maldecir pasito y contar los d¨ªas. Pero duele hasta los tu¨¦tanos ver los mapas de avance de las guerrillas, los paramilitares y los criminales, copando municipio tras municipio. Arrancando ni?os y ni?as de las manos de sus padres campesinos, esclaviz¨¢ndolos, poniendo un fusil en sus hombros, ense?¨¢ndoles a odiar y a matar, en una vereda tras otra. Cu¨¢ndo va a parar eso. Cu¨¢ndo vamos a retomar el pa¨ªs.
De eso saben los militares. Pero pol¨ªtica y jur¨ªdicamente mente los han maniatado, para darle rienda suelta a maleantes de todas las pelambres. No estamos haciendo la tarea en la seguridad. La inmovilidad militar cuesta y costar¨¢ mucho a Colombia. Es tal vez el frente en que el se?or Petro y los suyos nos han ganado la batalla.
En suma, en estos dos a?os se ha descubierto una nobleza de esp¨ªritu, t¨¦cnica y profesional que da esperanza para lo que viene. Miles de personas han librado batallas en defensa de lo que hay que defender, y lo que se debe conservar, similares a las de la selecci¨®n de f¨²tbol en el partido contra Uruguay, con minor¨ªa num¨¦rica y frente a un oponente avasallador.
El actual gobierno resulta un laboratorio intenso de defensa conjunta de la pol¨ªtica p¨²blica. Es mucho lo que los expertos han hecho escribiendo art¨ªculos de prensa, enviando cartas, demandando normas y escribiendo fallos. Eso se ha hecho con relativa eficacia, para desagrado del gobierno.
Vienen aun cientos de batallas, en las que nos enteraremos de qu¨¦ es Colombia y qu¨¦ quedar¨¢ de ella cuando pase este gobierno.
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