El bulo transf¨®bico que evidencia las dificultades para combatir la desinformaci¨®n en Colombia
Grupos antiderechos difundieron a finales de septiembre que el Gobierno de Gustavo Petro iba a promover cirug¨ªas de cambio de sexo y terapias hormonales para ni?os. Un mes despu¨¦s, tras impregnar el debate p¨²blico, una de las l¨ªderes reconoce que el se?alamiento era falso
A finales de septiembre, los grupos antiderechos en Colombia vieron una oportunidad perfecta para una nueva campa?a de mentiras, tergiversaciones y manipulaciones contra el movimiento LGBT. Una circular de la Superintendencia de Salud informaba a las cl¨ªnicas y los hospitales sobre sus obligaciones para garantizar los derechos de la poblaci¨®n trans. No hab¨ªa nada nuevo: era un documento burocr¨¢tico que recopilaba la jurisprudencia de la Corte Constitucional y varios decretos del Ejecutivo. Sin embargo, influencers y pol¨ªticos utilizaron un inciso sobre las necesidades especiales de las infancias trans para crear un bulo sobre c¨®mo el Gobierno de Gustavo Petro iba a ¡°hormonizar¡± y ¡°castrar ni?os¡±. Un mes despu¨¦s, la campa?a est¨¢ lejos de ser derrotada. Se mantiene fuerte, contin¨²a causando da?os a las infancias trans y evidencia las dificultades de la sociedad para combatir la desinformaci¨®n.
El ruido comenz¨® el 23 de septiembre, tres d¨ªas despu¨¦s de la publicaci¨®n de la circular. El activista cristiano Jonathan Silva asegur¨® en X que el documento habilitaba las terapias de hormonas para ni?os de tres a?os, pese a que estos tratamientos no comienzan hasta la adolescencia tard¨ªa. ¡°El Gobierno de Gustavo Petro quiere promover el cambio de sexo en los ni?os desde los tres a?os¡±, dijo. El peri¨®dico El Colombiano, por su parte, public¨® un art¨ªculo con un titular enga?oso: ¡°Circular de la SuperSalud habla de garantizar esterilizaci¨®n quir¨²rgica y afirmaci¨®n de g¨¦nero a ni?os y ni?as trans¡±. Cit¨® a Silva respecto a las presuntas extralimitaciones del Gobierno y no aclar¨® que en Colombia los tratamientos para infancias trans no incluyen cirug¨ªas de cambio de sexo ¡ªpara quienes lo soliciten, hay apoyo psicol¨®gico desde la ni?ez temprana, bloqueadores en la pubertad y tratamientos hormonales en la adolescencia tard¨ªa¡ª.
La influencer Camila Rojas lleg¨® unas horas despu¨¦s. Replic¨® el art¨ªculo de El Colombiano y denunci¨® que ¡°el globalismo¡± usaba a los ni?os como experimento. Seg¨²n ella, todo es parte de una maniobra del empresario h¨²ngaro-estadounidense George Soros para amasar fortunas con el auge de estos tratamientos, pese a que la poblaci¨®n trans es ¨ªnfima y utiliza medicamentos no exclusivos a ellos ¡ªun bloqueador de hormonas, por ejemplo, se puede usar para tratar la pubertad precoz¡ª. La senadora cristiana Lorena R¨ªos y el liberal Miguel ?ngel Pinto se sumaron a la denuncia sobre la presunta extralimitaci¨®n del Gobierno y citaron al superintendente de Salud, Luis Carlos Leal, a una sesi¨®n de control pol¨ªtico en el Congreso. Aprovecharon para catapultar la frase ¡°Con los ni?os no te metas¡±, el eslogan de un proyecto de ley que busca prohibir los tratamientos a infancias trans y que hace eco al ¡°Con mis hijos no te metas¡± de otra campa?a de desinformaci¨®n contra la poblaci¨®n LGBT, una que afect¨® a la refrendaci¨®n v¨ªa plebiscito del acuerdo de paz con las FARC en 2016.
En el medio de la confusi¨®n, qued¨® instalada la idea de que la circular promov¨ªa la hormonizaci¨®n y las cirug¨ªas a una edad temprana. El 27 de septiembre, el superintendente dio una entrevista a Blu Radio y dedic¨® la mayor parte del tiempo a desmentir las presuntas esterilizaciones. ¡°Las ¨®rdenes [de la circular] lo que tienen es un grupo integral [de profesionales] capaz de acompa?ar a cada uno de los ni?os desde el momento en el que requieran atenci¨®n o un v¨ªnculo con el sistema de salud. En ning¨²n momento ordena que a los tres a?os haya castraciones qu¨ªmicas o procedimientos quir¨²rgicos o cualquier tipo de barbaridades que han mencionado de una manera inescrupulosa algunos congresistas¡±, coment¨®. ¡°Acompa?ar el proceso con un grupo interdisciplinario no significa que en la primera consulta se programe una cirug¨ªa o se haga un tratamiento hormonal¡±, agreg¨®.
El presidente intervino a principios de octubre, luego de que los grupos antiderechos convocaran a una marcha para el s¨¢bado 19, de nuevo con la consigna ¡°Con los ni?os no te metas¡±. ¡°Los abogados democr¨¢ticos de Colombia deben denunciar a todas estas personas que con mentiras llenan de odio a ciudadanos y ciudadanas desprevenidos. El delito de odio y la discriminaci¨®n existen¡±, remarc¨® Petro. No sirvi¨® m¨¢s que para darle alas a los contradictores, que se victimizaron y explotaron la oportunidad de ubicar al petrismo como el enemigo. ¡°No le tenemos miedo. No nos vamos a dejar amedrentar ni silenciar. Vamos a salir a marchar contra la ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±, respondi¨® Rojas, que aprovech¨® para reiterar la idea de que el Gobierno promov¨ªa hormonizaciones y cirug¨ªas de cambio de sexo ¡°a partir de los 13 a?os¡±.
El tono de p¨¢nico moral aument¨® d¨ªa a d¨ªa. Influencers y pol¨ªticos difundieron unos d¨ªas antes de la movilizaci¨®n un video con una m¨²sica alarmista y un grupo de personas ¡ªentre ellos, actores y periodistas¡ª que mezclaba referencias a todo tipo de cosas ¡°que est¨¢n mal¡±, desde las terapias de afirmaci¨®n de g¨¦nero hasta la interrupci¨®n voluntaria del embarazo. Uno de los participantes, el actor Marcelo dos Santos, dec¨ªa: ¡°?Bebecitos de tres a?os que se los cambie de sexo? No tiene ning¨²n sentido, es una salvajada¡±. El video acumul¨®, solamente en el TikTok de Rojas, unas 770.000 visitas. Poca gente fue a la marcha, pero el tema qued¨® instalado: el expresidente Uribe, que se benefici¨® de la campa?a de 2016, se sum¨® ese fin de semana a la consigna de que los petristas ¡°est¨¢n acabando con la familia¡± al ¡°estimular cambios de sexo a los tres a?os¡±.
En una videollamada con este peri¨®dico, Rojas reconoce que no habr¨¢ intervenciones quir¨²rgicas para ni?os en Colombia. ¡°Cirug¨ªas no va a haber, eso s¨ª lo tengo completamente claro¡±, afirma. Asegura que ella solo hace referencia a etapas previas a ese procedimiento: el apoyo psicol¨®gico, los bloqueadores y tratamientos hormonales. Para probarlo, reproduce un video en el que dice lo siguiente: ¡°Nosotros no vamos a permitir que a menores de edad se les comiencen terapias de afirmaci¨®n desde los tres a?os, que a los 10 a?os se les pueda comenzar a promover bloqueadores hormonales y que a los 13 ya se comience el tema de la hormonizaci¨®n...¡±. Lo corta y se?ala que no dice nada de cirug¨ªas. No obstante, en el video ¨ªntegro publicado en su Instagram se puede escuchar que menciona estos procedimientos justo despu¨¦s del momento en el que cort¨® la reproducci¨®n: ¡°... que a los 13 ya se comience el tema de la hormonizaci¨®n y cirug¨ªas de cambio de sexo¡±.
La influencer no se hace cargo de lo que hayan publicado otros. ¡°No voy a hablar por las dem¨¢s personas, voy a hablar por Camila Rojas¡±, dice. Sin embargo, contribuy¨® a difundir mensajes como el del actor que se indigna por ¡°bebecitos de tres a?os¡± a los que supuestamente se les quiere ¡±cambiar de sexo¡±, un t¨¦rmino que se relaciona con lo biol¨®gico y con el quir¨®fano (a diferencia de ¡°afirmaci¨®n de g¨¦nero¡±, que se refiere a la construcci¨®n y reconocimiento social). La activista admite que esto estuvo mal. ¡°Bueno, s¨ª, fueron errores, fueron errores¡±, dice respecto a un video que a¨²n est¨¢ publicado en sus redes sociales.
El movimiento antiderechos
Camila Rojas y Jonathan Silva son las caras m¨¢s visibles de un movimiento antiderechos que ha tomado fuerza en los ¨²ltimos meses. Se conocieron el a?o pasado, seg¨²n cuenta ella, en el activismo contra un proyecto de ley que buscaba prohibir las terapias de conversi¨®n a personas LGBT. Juntaron firmas, se volvieron habitu¨¦s del Capitolio, crecieron en redes y tumbaron la iniciativa con apoyo de congresistas aliados. Entre los dos no suman m¨¢s de 70.000 seguidores en Instagram, pero son parte de una red mayor: influencers de Chile, Ecuador o Argentina suelen replicar sus mensajes. Se diferencian en que ella es evang¨¦lica y ¨¦l es cat¨®lico. Tambi¨¦n en que ella asegura que no quiere entrar en la pol¨ªtica, mientras que ¨¦l aspira a ser candidato al Congreso en 2026.
Ella afirma que no es antiderechos y que se considera ¡°defensora de los derechos individuales¡±. ¡°Toca tratar a las personas con mucho respeto y mucho amor porque cada ser humano se lo merece¡±, dice. Seg¨²n explica, su problema no es con las transiciones de g¨¦nero, sino con que presuntamente los ni?os y adolescentes no tienen la madurez necesaria para tomar esas decisiones. Sin embargo, en uno de los videos de su Instagram se ve c¨®mo ella se refiere de la siguiente forma a una activista trans que aparece en im¨¢genes de apoyo: ¡°Veo a un hombre que ni siquiera se toma el trabajo para poder parecer una persona trans. Un hombre que se maquille no quiere decir que sea una mujer trans y mucho menos que sea una mujer¡±. Sobre el argumento de la madurez de los ni?os, la Corte Constitucional ha encontrado que la construcci¨®n de la identidad de g¨¦nero puede comenzar a los cinco a?os. Los tratamientos son graduales ¡ªacorde a la madurez de los ni?os¡ª, muchos padres acompa?an los procesos de sus hijos y la falta de acceso a estos servicios puede derivar en problemas de salud mental.
Agust¨ªn Laje, un escritor argentino de ultraderecha, ha sido un aliado clave. Tras la marcha del pasado s¨¢bado, invit¨® a Rojas y Silva a un programa que grab¨® en Bogot¨¢ y que titul¨®: ¡°Petro quiere hormonizar ni?os en Colombia¡±. Replicaron los bulos y difundieron otros nuevos: Laje dijo que el derecho colombiano no reconoce los derechos de los ni?os trans, pese a la jurisprudencia de la Corte Constitucional. Silva, en tanto, promovi¨® discursos de odio contra los padres de los ni?os trans, a los que llam¨® ¡°padres enfermos¡± que ¡°trasvisten¡± a sus hijos. En cinco d¨ªas, m¨¢s de 100.000 personas los vieron.
Las madres de personas trans
Una de las personas que los vio esa noche fue Paula Quintero, madre de una adolescente trans de 16 a?os. Dice que fue doloroso, pero se forz¨® a verlo ¡°para entender cu¨¢les son los argumentos y las intenciones detr¨¢s de atacar a las infancias trans¡±. Despu¨¦s, le hizo un resumen a dos compa?eras: Ivania Cer¨®n, madre de un hije no binario de 11 a?os, y Catalina Guti¨¦rrez, mam¨¢ de una hija trans de 21 a?os. ¡°Decido contarles porque enfrentamos una exposici¨®n muy hostil en los escenarios del Congreso. Tenemos que saber cu¨¢l es el terreno en el que jugamos y preparar nuestros argumentos¡±, explica en una videollamada. Juntas, han recopilado un acervo de informaci¨®n para defender a sus hijos. Van desde un estudio sobre la reversibilidad de los tratamientos anteriores a una cirug¨ªa y las bajas cifras de arrepentimiento hasta una columna de opini¨®n sobre el doble est¨¢ndar de no cuestionar las mamoplastias de quincea?eras.
Guti¨¦rrez comenta que su hija tuvo acceso a los tratamientos a los 15 a?os y que se arrepiente de que no haya sido mucho antes. ¡°Quer¨ªa pelo largo y yo le dec¨ªa que no, que los hombrecitos iban mejor de pelo corto. Ella, y lo digo con dolor, nunca se sinti¨® en un entorno seguro para decirme lo que le estaba pasando hasta los 15. Para entonces, le empez¨® a salir pelo, barba, y vio que su cuerpo le imped¨ªa no masculinizarse. Entr¨® en depresi¨®n y se demor¨® varios a?os en salir adelante¡±, relata. ¡°?Qu¨¦ quieren los que se oponen? ?Quieren que en vez de tomar hormonas nuestros hijos vayan a tomar antidepresivos? ?C¨®mo pretenden que a una mujercita de 15 a?os le crezca barba y no sufra bullying?¡±, remarca.
Algo similar apunta Cer¨®n, desde la perspectiva de un hije de 11 a?os que reci¨¦n empezar¨¢ con el bloqueador de pubertad: ¡°A mi hije le va a angustiar si empieza a ver cambios que no quiere tener. Si los tiene, ?qu¨¦ va a pasar con su salud mental? ?le quieren llevar al suicidio? Es mi hije, yo lo conozco y puedo decir que eso minar¨ªa su salud mental. Y es cierto que la poblaci¨®n trans tiene m¨¢s problemas de salud mental, pero no porque est¨¦n mal. Es porque est¨¢s en un sistema de salud hostil que te niega derechos¡±.
Las madres, sin embargo, han tenido obst¨¢culos para presentar sus argumentos. Quintero se?ala que los medios de comunicaci¨®n deber¨ªan cuestionar ¡°el rigor period¨ªstico¡± que exige invitar a ambas partes de una disputa. ¡°Crean un lugar muy peligroso para las familias. Dan micr¨®fono a personas antiderechos humanos y las ponen al mismo nivel con quienes hist¨®ricamente han sido vulnerables u oprimidos¡±, resalta. ¡°Sientan a una mam¨¢, que ha navegado sola, poco a poco, con las notar¨ªas y hospitales. Y la enfrentan en la misma mesa con la persona que escribi¨® un proyecto de ley para quitar derechos. Es como que sientas a un rat¨®n chiquito y pones al lado a un le¨®n¡±, a?ade.
Cer¨®n comenta que es importante considerar que ellas y sus hijos son ¡°un blanco f¨¢cil¡±. ¡°Camila Rojas habla mucho de ni?os inocentes. Eso tiene el subtexto de que los familiares que acompa?amos de manera amorosa y cient¨ªfica somos unas loquitos, hippies. Nos invalidan ante la sociedad¡±, dice. Los hijos, en tanto, no tienen posibilidad de expresarse o contar ellos mismos sus historias para que la sociedad los conozca y empatice con ellos. ¡°Son menores de edad y no los vamos a exponer al debate p¨²blico. No puedes volver activista a un ni?o o una ni?a que est¨¢ en su tr¨¢nsito y que lo hagan mierda en los medios. O que cojan una fotograf¨ªa y la exhiban¡±, explica.
Las tres sol¨ªan rehuir del activismo. ¡°Est¨¢bamos envueltas en un escenario donde parec¨ªa que lo m¨¢s prudente era no hablar... que si hablo, les doy micr¨®fono y se puede amplificar la desinformaci¨®n¡±, dice Quintero. No obstante, hace unos meses decidieron complementar su grupo de apoyo emocional con otro de incidencia pol¨ªtica. Lo hicieron al percibir que los antiderechos estaban cada vez m¨¢s fuertes: la senadora R¨ªos present¨® un proyecto de ley para prohibir los tratamientos, mientras Rojas y Silva se fortalecen en las redes sociales. ¡°Nos ahog¨® el agua. Hay mucha desinformaci¨®n que empieza a incrementar los riesgos para nuestros ni?os¡±, afirma. Guti¨¦rrez agrega: ¡°Una mam¨¢ no se puede quedar callada cuando empieza a ver proyectos de ley que abiertamente atacan los derechos de su hija¡±.
Los ataques de Agust¨ªn Laje a ¡®La Silla Vac¨ªa¡¯
El bulo transfóbico sobre la circular de la Superintendencia de Salud evidencia las dificultades para combatir la desinformación desde los medios de comunicación: el riesgo es que cubrir el tema pueda potenciarlo o darle una visibilidad inmerecida a sus propagadores. En el programa de Agustín Laje, la influencer Camila Rojas le agradece a La Silla Vacía por “hacerles publicidad” con una nota que desmiente los bulos sobre la circular. “Creo que viven gracias a nosotros”, dice ella. “Es una medalla que tenés que llevar en el pecho”, agrega Laje. No dan respuesta a lo que cuenta la nota, sino que descalifican el trabajo porque el portal web ha sido financiado por Open Society, una oenegé estadounidense que otorga subvenciones a medios independientes en todo el mundo. “Qué lindo que te ataque una ramera de Soros [el fundador de Open Society]”, dice Laje.
El Espectador sintetizó las dificultades en su editorial del sábado: “Diversos medios de comunicación hemos explicado esto [el bulo] las últimas semanas, pero de poco sirve la verificación de datos para quienes privilegian la desinformación que alimenta sus miedos y confirma sus prejuicios”. Sin embargo, también hay margen para el optimismo. Carlos Cortés, director de Linterna Verde, señala por teléfono que el argumento de que La Silla Vacía es parte de una conspiración globalista solo convence a un nicho de seguidores que ya está cautivado por los antiderechos. El medio de comunicación, en cambio, puede llegar a un público más amplio. “Más allá que haya grupos de ciudadanos de extremos, la verificación de datos tiene un mercado”, afirma. “La Silla Vacía tiene que hacer de tripas corazón. Que le digan que es peón de Soros y no irse a responder. La desinformación busca sacarte de tu conversación y que te metas en la de ellos”, añade el experto.
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