Juan Pablo Barrientos y Miguel ?ngel Estupi?¨¢n, investigadores de la pederastia en la iglesia: ¡°El miedo del Vaticano es quedar en bancarrota¡±
Los periodistas reprochan al sacerdote Francisco De Roux no haber acudido a la Fiscal¨ªa para denunciar un caso de abuso sexual que conoci¨® cuando era l¨ªder de los jesuitas en Colombia
La iglesia cat¨®lica de Colombia vuelve a estar bajo el foco por un caso de pederastia. El sacerdote Francisco de Roux, uno de los religiosos m¨¢s conocidos del pa¨ªs, fue denunciado penalmente a finales de octubre por no haber denunciado a un padre que acept¨® ante ¨¦l haber abusado sexualmente, cuarenta a?os antes, de ocho hermanos menores de edad. La acusaci¨®n ocurre precisamente cuando el Vaticano publica un informe que advierte de la opacidad que a¨²n persiste en la iglesia.
Juan Pablo Barrientos (Medell¨ªn, 42 a?os) y Miguel ?ngel Estupi?¨¢n (Bogot¨¢, 38), son dos de los periodistas m¨¢s activos en la investigaci¨®n de los casos de pederastia en la iglesia en el pa¨ªs. En su libro El archivo secreto (Planeta, 2023) recogen las acusaciones contra casi 600 sacerdotes en todo el pa¨ªs, una gota en un mar de denuncias que, sostienen, la iglesia mantiene ocultas. En una entrevista con EL PA?S en Bogot¨¢, los investigadores critican las excusas De Roux, quien ha indicado que los familiares no quisieron llevar el caso a la justicia y que los hechos ya estaban prescritos. Aseguran que el padre estaba en la obligaci¨®n de denunciar el caso ante la Fiscal¨ªa.
Pregunta. El Vaticano pide garantizar las indemnizaciones a las v¨ªctimas de abuso y acelerar las dimisiones de los sacerdotes pederastas. ?Qu¨¦ opinan de estas medidas?
Juan Pablo Barrientos (J.P.B.). Los anuncios del Vaticano siempre quedan en el papel y las medidas que propone nunca trascienden a la realidad. Mientras siga habiendo encubridores en los cargos de poder, jam¨¢s se va a erradicar la pederastia en la iglesia cat¨®lica. Si de verdad quieren hacer algo, deben entregar a las autoridades de cada pa¨ªs todos los archivos de las denuncias que reposan en un dicasterio de la curia romana.
P. El informe estudia el caso espec¨ªfico de Colombia y propone crear un grupo para acompa?ar a las v¨ªctimas. ?Es suficiente?
Miguel ?ngel Estupi?¨¢n (M.A.E.). Las v¨ªctimas, como lo vemos en el caso de De Roux, quieren una reparaci¨®n integral. El C¨®digo de Derecho Can¨®nico, la legislaci¨®n interna de la iglesia, no es una garant¨ªa de justicia. El ¨²nico ente competente para llevar a cabo una investigaci¨®n de abuso en Colombia es la Fiscal¨ªa General de la Naci¨®n. Hay cientos de denuncias que reposan en los archivos eclesi¨¢sticos. De los 600 padres que hemos registrado que tienen una acusaci¨®n, al menos 150 siguen ejerciendo el sacerdocio.
P. El ¨²ltimo caso que ha sacudido a la iglesia es el de De Roux. ?l se justifica en que cuando supo del delito, este hab¨ªa prescrito y que entonces reg¨ªa el secreto pontificio.
M.A.E. No justifica mantener en secreto a un pederasta protegido por la instituci¨®n eclesi¨¢stica, en este caso a Dar¨ªo Chavarriaga, que ahora sabemos que sali¨® libremente durante a?o y medio del sitio en el que estaba recluido. Y si la excusa es el secreto pontificio, que el Papa derog¨® en 2019, sabemos del caso de Hugo Alexis Moreno, exrector del Colegio Mayor de San Bartolom¨¦, que fue expulsado de los jesuitas ese mismo a?o por una denuncia de abuso, pero no consta que la orden haya notificado el caso a la Fiscal¨ªa. Los hermanos Llano [los denunciantes] est¨¢n convencidos de que estamos ante un crimen de lesa humanidad, que no prescribe.
J.P.B. El C¨®digo Penal colombiano dice que cuando cualquier ciudadano sabe de la comisi¨®n de alg¨²n delito est¨¢ en el deber de denunciar. El derecho can¨®nico no est¨¢ por encima de las leyes ni de la Constituci¨®n. Es solo un manual de convivencia y de funcionamiento, como el cumplimiento del celibato u otras cosas. Frente a temas penales, no hay derecho can¨®nico que valga.
P. Hermann Rodr¨ªguez, l¨ªder actual de los jesuitas en Colombia, defiende el actuar de De Roux. ?Ha colaborado con ustedes?
J.P.B. ?l se niega a entregar la lista de curas acusados por abuso. Adem¨¢s, nos ha admitido solo una denuncia de pederastia, la de V¨ªctor Manuel Torres Gonz¨¢lez, condenado a 13 a?os de prisi¨®n, pero hemos descubierto los nombres de al menos otros ocho sacerdotes jesuitas denunciados, incluido Chavarriaga. Est¨¢ cometiendo un delito de falsedad ideol¨®gica en documento privado por habernos mentido en la respuesta a un derecho de petici¨®n.
P. Ustedes tienen contacto con decenas de v¨ªctimas ?Qu¨¦ piden?
J.P.B. La mayor¨ªa quiere que se sepa la verdad. Mucha gente los ataca diciendo que buscan plata; si as¨ª fuera, est¨¢n en todo su derecho. Cuando denuncian, los animo a que pidan una reparaci¨®n, pero es un proceso dif¨ªcil porque para que llegue a un proceso civil tiene que haber primero una acci¨®n penal y en gran medida esto no ocurre. Lo que hace la iglesia es intentar callarlas, precisamente ofreci¨¦ndoles dinero. Eso no es reparaci¨®n, es un silenciamiento ilegal.
[La iglesia] no quiere que vuelva ocurrir algo como lo que pas¨® en la Arquidi¨®cesis de Los ?ngeles, en Estados Unidos, que acord¨® pagar 880 millones de d¨®lares [unos 4 billones de pesos] a m¨¢s de 1.000 v¨ªctimas. El gran miedo de la iglesia de revelar los archivos secretos es el dinero: reconocer la responsabilidad en los casos de pederastia la obligar¨ªa a pagar reparaciones millonarias que la podr¨ªan llevar a la bancarrota.
P. En El archivo secreto (Planeta, 2023) recogen casi 600 casos de sacerdotes acusados de abuso. ?C¨®mo llegaron a esa cifra?
M.A.E. Descubrimos en paralelo el m¨¦todo de investigaci¨®n que us¨® el Boston Globe cuando acudi¨® ante un juez para defender su derecho a acceder a la informaci¨®n: elevando derechos de petici¨®n en todo el pa¨ªs y defendi¨¦ndolos ante los jueces cuando las autoridades eclesi¨¢sticas no quer¨ªan entregar la informaci¨®n. Tuvimos que radicar 120 tutelas ante la falta de respuestas. As¨ª, compilamos 569 casos con acusados con nombre propio, aunque recoge solo el 13% de la informaci¨®n que hemos solicitado.
En Medell¨ªn ha habido al menos 70 sacerdotes denunciados; en Villaviencio, 50; en Manizales; 23; en Armenia, 12. Estas cifras llaman la atenci¨®n cuando se comparan con las que se han entregado en Bogot¨¢, donde nos est¨¢n dando informaci¨®n de apenas nueve sacerdotes, aunque es una de las arquidi¨®cesis m¨¢s grandes. Un dato interesante es que el 94% de las denuncias publicadas en este libro corresponden a los ¨²ltimos 20 a?os. Son casos que han venido ocurriendo cuando ya esta era una conversaci¨®n p¨²blica.
P. Hace un a?o, el defensor del Pueblo de Espa?a cifraba en un 1,13% la poblaci¨®n que hab¨ªa sufrido abusos en el ¨¢mbito religioso, equivalente a unos 400.000 espa?oles. ?Es una cifra extrapolable a Colombia?
J.P.B. En Espa?a, 200.000 fueron v¨ªctimas directas de sacerdotes, una cifra similar a la de Francia, que entre 1950 y 2020, registr¨® 216.000 casos. Estoy absolutamente seguro que la cifra de Colombia es similar. En la mayor¨ªa de casos no se trata de que cada cura viole a un ni?o, sino de depredadores sexuales que violan a decenas, tenemos casos de hasta 60 ni?os. El mismo Chavarriaga abus¨® de ocho menores, todos hermanos. Si el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y el Estado se apersonaran e hicieran una gran investigaci¨®n, nos sorprender¨ªamos con las cifras.
P. La iglesia cat¨®lica ha tenido un rol muy importante en Colombia en la construcci¨®n de paz. ?Sigue siendo muy estrecha su relaci¨®n con el Estado?
M.A.E. Hay un asunto de cultura pol¨ªtica. El peso que tiene la iglesia en todo el pa¨ªs, la idea del sacerdote como una autoridad civil, aunque falsa, permite que el abuso de poder sea muy extendido. Es evidente la influencia sobre la ciudadan¨ªa en el aspecto moral. M¨¢s all¨¢ de nuestra progresista Constituci¨®n de 1991, la cultura pol¨ªtica es heredera de los pactos entre la Iglesia y el Estado.
P. ?C¨®mo ha sido la acci¨®n del Gobierno Petro para registrar y reparar estos delitos?
J.P.B. Absolutamente nula. Todos los gobiernos son cercanos a la iglesia cat¨®lica, pero este especialmente. El presidente, por ejemplo, se ha referido al cardenal Luis Jos¨¦ Rueda como un ¡°hombre de paz¡±, cuando tiene una acusaci¨®n por encubrimiento. Lo mismo sucede con Dar¨ªo Monsalve [anterior arzobispo de Cali]. Petro es muy amigo de la iglesia. No se va a ir en su contra, ni va a reclamar que repare a las v¨ªctimas. Ojal¨¢ ocurriera como en B¨¦lgica, donde el primer ministro exigi¨® medidas concretas en la visita del Papa.
Si conoce alg¨²n caso de abusos sexuales en la Iglesia en Am¨¦rica Latina que no haya visto la luz, escr¨ªbanos con su denuncia a abusosamerica@elpais.es. Si es un caso en Espa?a, escr¨ªbanos a abusos@elpais.es.
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