El desempleo desciende en Colombia mientras el mercado laboral se encoge
La tasa de desocupados llega a 9,1% y completa tres meses consecutivos en descenso en la lectura mes a mes
El mercado laboral colombiano comienza a recobrar su forma prepand¨¦mica. Su estado global, incluso, mejora en algunos aspectos. La tasa de desocupaci¨®n interanual en septiembre fue del 9,1% frente al 9,3% del mismo per¨ªodo de 2023, seg¨²n el Departamento Administrativo Nacional de Estad¨ªstica (DANE). De acuerdo con estos datos, se sumaron unos 107.000 puestos de trabajo y el desempleo alcanz¨® a 2,3 millones de ciudadanos. La encuesta oficial refleja un escenario en apariencia positivo. Al acercar la imagen, sin embargo, se hallan varias falencias estructurales del modelo. Y una nueva dolencia: la velocidad con la que el empleo crece (0,7%) es menor a la del aumento de los desocupados o desempleados (3,4%). ¡°Se rompe un promedio hist¨®rico¡±, alerta Sara Ram¨ªrez, directora de an¨¢lisis macroecon¨®mico en Fedesarrollo.
¡°La tasa de ocupados [quienes trabajan], entre 2010 y 2023, creci¨® un promedio de cerca del 2% anual, mientras que los desocupados alrededor de 1%. Este a?o vemos algo distinto¡±, a?ade la experta. Tambi¨¦n ha crecido el n¨²mero de personas por fuera de la fuerza de trabajo, con un aumento de 491.000 personas m¨¢s con respecto a septiembre del a?o pasado ¨Dun universo que incluye a estudiantes o amas de casa¨D. Ram¨ªrez llama la atenci¨®n sobre esa cifra: ¡°Esto muestra que la correcci¨®n en la tasa de desempleo est¨¢ m¨¢s asociada a que hay menos personas en edad activa buscando empleo, y no a que haya fortalezas de la demanda en el mercado de trabajo¡±.
La creaci¨®n de plazas de empleo no ha sido del todo din¨¢mica. Y, en paralelo, cada vez m¨¢s personas salen del proceso de b¨²squeda. O bien por falta de formaci¨®n cualificada. O porque sus aptitudes no empatan con las necesidades de la demanda. O llegan a cierta edad en la que son juzgados obsoletos por los empleadores. O, simplemente, forman parte de esa generaci¨®n joven que se ha replanteado su vida y prefiere divagar antes de convertirse en asalariados sujetos a jornadas insufribles y condiciones precarias.
¡°En la ¨²ltima medici¨®n del DANE, se observa, sobre todo, en mujeres mayores de 55 a?os que salieron de la fuerza laboral. Por eso el desempleo puede bajar sin necesidad de que haya m¨¢s ocupados¡±, incide el decano de Econom¨ªa de la Universidad del Rosario, Andr¨¦s Garc¨ªa Suaza. Al comparar el cuadro de hoy con los d¨ªas previos a la pandemia, el pa¨ªs ha sumado un mill¨®n de trabajadores a los 22 millones con los que contaba en 2019. La gran mayor¨ªa de ellos engrosa un segmento denominado por los estudiosos como ¡°cuentapropismo¡±, que en un 90% se canaliza a trav¨¦s del trabajo informal. Bajo esta condici¨®n, las personas no pagan, en general, sus aportes de salud o pensiones. Muchos de ellos subsisten en contextos de precariedad.
La tasa de informalidad, o subempleo, baj¨® en septiembre de este a?o cinco d¨¦cimas al comparar la foto fija con el mismo mes de 2023. Ahora se ubic¨® en 55,6%. Es una caracter¨ªstica del mercado colombiano que apenas ha variado a trav¨¦s del tiempo y cuyo remedio para subsanar se desconoce. Ni la reforma laboral del oficialismo que se tramita en el Congreso. Ni tampoco los encargados del manejo macroecon¨®mico del pa¨ªs, que hasta ahora priorizaron contratos de trabajo flexibles y temporales para fomentar el empleo. Al comparar los resultados de esa pol¨ªtica con los pa¨ªses vecinos de la regi¨®n se podr¨ªa deducir que algo no se ha hecho bien. La tasa de desempleo se redujo al 5,9% anual en Per¨² en septiembre. En Ecuador se situ¨® en 3,7%. Y en Brasil lleg¨® a 4,1%.
Mirados desde esa perspectiva, son datos desalentadores, con todo y que la tasa de desempleo cumple tres meses de reducciones mensuales y que la cifra ya se sit¨²a dentro del rango considerado normal para los economistas locales. No en vano, si se toma una muestra entre 2010 y 2019, la media anual de desempleo rondaba el 9,7%. De cualquier forma, en la medici¨®n de septiembre se registraron 100.000 empleados m¨¢s al contrastar mes a mes con el a?o anterior: ¡°El crecimiento del porcentaje de ocupados se debe, en especial, al aporte de las actividades art¨ªsticas, que ha contribuido en un 0,3% al 0,7% total. Casi la mitad. Lo mismo ha pasado con las industrias manufactureras, que ha sumado 0,2% al crecimiento. Por ¨²ltimo, el subsector de alojamiento que ha a?adido otro 0,2%¡±, detalla Sara Ram¨ªrez.
En cuanto a la brecha de g¨¦nero laboral, la aguja se ha movido a lo largo de 2024 en los dos sentidos. Ha habido meses en que la coyuntura mejora, y otros en que se ensancha. ¡°Si comparamos la tasa general con la del a?o pasado, la situaci¨®n es muy similar¡±, zanja Ram¨ªrez, en referencia a que la tasa efectiva de desempleo de las mujeres es 4,6 puntos porcentuales mayor a la de los hombres. La tasa de participaci¨®n laboral, o el n¨²mero de personas en edad activa que est¨¢n buscando trabajo, puede dar a su juicio algunas pistas sobre el desbalance: ¡°Para las mujeres es del 56%, mientras que para los hombres es del 76%¡±.
Una parte importante de las mujeres en edad activa se desempe?a en oficios de cuidado del hogar. La radiograf¨ªa sugiere que muchas otras se dedican a trabajos dom¨¦sticos o temporales. ¡°Hay otro factor de fondo. De las 14 ramas de actividades productivas que utiliza el DANE en sus mediciones para desagregar la composici¨®n del empleo por sectores, las mujeres tienen una participaci¨®n mayor en cinco: las actividades art¨ªsticas, el sector de alojamiento, el servicio de comida y la administraci¨®n p¨²blica. Cuando esos renglones crecen, se fortalece el empleo de las mujeres¡±, a?ade Sara Ram¨ªrez.
En resumen, el mercado laboral se recupera a cotas lentas. Con fragilidades seg¨²n el punto del mapa, el g¨¦nero o el sector. En lo que se refiere al n¨²mero de personas que, durante el ¨²ltimo a?o, se han dedicado a empleos al margen de la fuerza de trabajo, el acad¨¦mico de la Universidad Nacional Diego Cort¨¦s recuerda: ¡°Los oficios del hogar fueron los que m¨¢s crecieron con 268.000 personas m¨¢s, el 53,7% total de ese rengl¨®n. Le siguen los estudiantes, que aumentaron en 255.000 y equivale al 26,1% global de la poblaci¨®n¡±. Una variable que el acad¨¦mico considera clave a la hora de interpretar los datos y desajustes en esta coyuntura.
De momento vale la pena recordar que la poblaci¨®n en edad de trabajar aument¨® entre septiembre de 2023 y 2024 en 575.000 personas. Lo anterior se traduce en un total de 40,2 millones de colombianos en condici¨®n activa. Un universo heterog¨¦neo y complejo. Sujetos, seg¨²n los analistas consultados, a un marco legal rezagado: ¡°Un buen mensaje es que el pa¨ªs¡±, finaliza Ram¨ªrez, ¡°ya recuper¨® el empleo que se perdi¨® durante la pandemia. Eso es interesante porque casi todos los sectores productivos, salvo el agropecuario, han recobrado su dinamismo¡±.
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