El desorden y la falta de prioridades entorpecen la agenda legislativa del Gobierno Petro

Falta un mes para que terminen las sesiones ordinarias en el Congreso de Colombia y el Gobierno de Gustavo Petro no ha definido a¨²n sus prioridades para este periodo legislativo. Si durante los dos primeros a?os de mandato presidencial el ¨¦nfasis estuvo en las tres grandes reformas sociales (salud, laboral, pensional), ahora no se sabe con certeza a qu¨¦ proyectos le quiere dar prelaci¨®n el Ejecutivo. Esa ausencia de orden se evidencia en la multiplicidad de iniciativas que est¨¢n en tr¨¢mite de forma simult¨¢nea en el Legislativo, en el desgaste de las relaciones entre ambos poderes y, sobre todo, en el poco avance de los proyectos que en principio eran claves, mientras salen adelante otros que no estaban en las prioridades. ¡°El que mucho abarca, poco aprieta¡±, dice el adagio popular.

El caso m¨¢s notorio es el de la reforma tributaria, necesaria para fondear el d¨¦ficit de 12 billones que proyecta el Ejecutivo en el presupuesto para 2025. El ministro de Hacienda radic¨® el texto el 10 de septiembre, y tras dos meses no hay fecha para que las comisiones econ¨®micas inicien su discusi¨®n. De hecho, varios de los senadores que decidir¨¢n en el primer debate han hecho p¨²blico su rechazo. ¡°Hace unas semanas hundimos el presupuesto y la noticia ahora es que siete ponentes de la Comisi¨®n Tercera de Senado estamos en oposici¨®n a la ley de financiamiento y vamos a radicar una ponencia negativa porque la gente no aguanta m¨¢s¡±, dijo el liberal Mauricio G¨®mez Am¨ªn en el congreso de Camacol, el gremio de la construcci¨®n. Varios congresistas de oposici¨®n e independientes han hecho anuncios similares. Con la amenaza de un hundimiento, el presidente cit¨® a los ponentes en la Casa de Nari?o el jueves pasado. Pero faltaron varios de los congresistas invitados, una muestra del poco apoyo al proyecto.

Petro ha acusado al presidente del Senado, el conservador Efra¨ªn Cepeda, de frenar la reforma. ¡°La oposici¨®n bajo la orden de Cepeda, el presidente del Congreso, ha desechado la conversaci¨®n con el Gobierno nacional sobre la ley de cofinanciaci¨®n¡±, escribi¨® en su cuenta de X. Y a?adi¨®: ¡°Ponen por encima el chantaje y su prevenci¨®n contra el Gobierno que los intereses de la estabilidad econ¨®mica de la patria¡±. Insisti¨® en que la oposici¨®n quiere proteger los intereses de las empresas petroleras y carboneras, y afectar al Ejecutivo. ¡°Creen falsamente que sin dineros presupuestados, el Gobierno perder¨¢ apoyo popular y ser¨¢ f¨¢cil derribarlo, para que el presidente del Senado asuma la conducci¨®n del Estado y se vaya el fantasma que detestan: el Gobierno de la paz y la justicia social¡±.

Cepeda respondi¨®. ¡°Se?or presidente le quiero contar que la ley de financiamiento, que as¨ª se llama, est¨¢ en tr¨¢mite, las comisiones econ¨®micas ya nombraron ponentes, se aprobaron las audiencias que enriquecer¨¢n el debate, y la autorizaci¨®n que tengo que dar es simplemente para sesionar en forma conjunta las comisiones econ¨®micas. Esa resoluci¨®n ya la firm¨¦, una vez se surtan las audiencias tendremos ponencia y se discutir¨¢n en esas comisiones. Esto lo sabe el Ministro del Interior¡±, escribi¨® en su cuenta de X.

Ese choque no parece estar cerca de resolverse. Al contrario, ha contagiado el debate de otros proyectos que siguen estancados. La reforma a la salud, por ejemplo, avanz¨® esta semana en la Comisi¨®n S¨¦ptima de la C¨¢mara mucho menos de lo previsto por el Gobierno. Aunque el martes, primer d¨ªa de discusi¨®n, se aprobaron 21 art¨ªculos, al d¨ªa siguiente, cuando se esperaba terminar la votaci¨®n, el presidente de la c¨¦lula legislativa, el conservador Gerardo Yepes, decidi¨® levantar la sesi¨®n antes de votado alg¨²n art¨ªculo. El congresista tolimense, que fue sancionado por su partido a 90 d¨ªas sin voz ni voto por apoyar en el pasado la reforma laboral del Gobierno, no cit¨® a la Comisi¨®n el resto de la semana. Con eso, el Gobierno perdi¨® tiempo valioso para lograr que la C¨¢mara apruebe la reforma en sus dos debates antes de acabar el a?o, que es su meta.

La suspensi¨®n en la Comisi¨®n tom¨® por sorpresa a los ministros de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, e Interior, Juan Fernando Cristo. La representante gobiernista Martha Alfonso, critic¨® a Yepes: ¡°Cuando est¨¢bamos a punto de votar un bloque de cinco art¨ªculos, el presidente levant¨® la sesi¨®n de manera intempestiva e impresentable y me parece a m¨ª que fue un tanto infantil¡°, dijo a medios de comunicaci¨®n. Y a?adi¨®: ¡°La mesa directiva debe dar garant¨ªas para el debate, pero en ese momento lo que hizo fue cercenar la posibilidad de que avanzara una reforma tan importante para el pa¨ªs. No sabemos a qu¨¦ le est¨¢ haciendo juego¡±.

Otros de los proyectos que hace unos meses era prioridad para el Gobierno y carece de fecha para iniciar su tr¨¢mite legislativo es el que determina las reglas para el funcionamiento de la nueva jurisdicci¨®n agraria. Aunque en octubre el Ministerio del Interior radic¨® un mensaje de urgencia para agilizar su discusi¨®n, sigue sin generar consensos entre los partidos y no est¨¢ en la agenda de las comisiones primeras de C¨¢mara y Senado. Uno de los motivos para la tardanza es que esas c¨¦lulas priorizaron la nueva reforma a la justicia, que se aprob¨® esta semana en su primer debate. Ese peque?o tranc¨®n es un ejemplo de las inciertas prioridades del Gobierno.

En paralelo, siguen en tr¨¢mite la reforma pol¨ªtica, aprobada en el segundo de ocho debates, y la laboral, que aprob¨® la plenaria de la C¨¢mara, pero a¨²n no est¨¢ agendada en la comisi¨®n S¨¦ptima de Senado, donde el Gobierno no tiene mayor¨ªas claras. Parad¨®jicamente, los ¨²nicos dos proyectos grandes que han avanzado de forma significativa no eran prioridad para el presidente y fueron presentados por legisladores, no por el Ejecutivo: la reforma al Sistema General de Participaciones, aprobada por mayor¨ªa absoluta en el Senado y con el camino despejado en la C¨¢mara; y la prohibici¨®n del matrimonio infantil, que logr¨® el apoyo de todas las bancadas y solo espera la sanci¨®n presidencial para convertirse en ley.