Armando Benedetti: ¡°Nos hundimos todos, nos vamos presos¡±

Armando Benedetti quiere ver el mundo arder. El reci¨¦n destituido embajador colombiano en Venezuela asegura en unos audios enviados a Laura Sarabia, tambi¨¦n ca¨ªda en desgracia, que si ¨¦l hablase de lo ocurrido en la campa?a electoral de Gustavo Petro podr¨ªan ir todos a prisi¨®n. ¡°No es mamando gallo (bromear), no es amenaza, porque t¨² me conoces. Yo no me voy a dejar mamar gallo, Laura, te lo juro por la vida de mis hijos que no pasar¨¢ nunca. Nos hundimos todos. Nos acabamos todos. Nos vamos presos, acabamos toda la hijueputa verga¡±, se le escucha decir en las grabaciones a las que ha tenido acceso la revista Semana.

Benedetti y Sarabia, que conformaban hasta hace unos d¨ªas el c¨ªrculo ¨ªntimo de Petro, han sido destituidos esta semana por el presidente tras verse ambos enredados en un caso de escuchas ilegales y filtraciones a la prensa. Los audios que salen a la luz ahora revelan la enemistad profunda que se gener¨® entre Benedetti y Sarabia, que acompa?aron d¨ªa y noche durante la campa?a a Petro. Benedetti considera que el presidente y ella, su jefa de gabinete, no le han guardado lealtad, lo han apartado en Caracas y se han olvidado pol¨ªticamente de ¨¦l.

El embajador, seg¨²n estos mensajes de WhatsApp, ha bombardeado con quejas a Sarabia, que antes de trabajar con Petro fue su secretaria durante siete a?os. Benedetti le dice que se siente humillado porque pidi¨® cita con el presidente en Casa de Nari?o, la residencia presidencial, y lo tuvieron tres horas esperando: ¡°Lo que te estoy diciendo, Laura, es que ese tratamiento (...). Y ayer el presidente: ¡®no, no, es que tengo af¨¢n¡¯. Aj¨¢, marica, yo hice 100 reuniones (...) 15.000 millones de pesos. Es m¨¢s, si no es por m¨ª no ganan. Entonces, as¨ª sea de hip¨®crita, uno va y recibe a la gente, pero el tratamiento que t¨² y el presidente me dieron ayer, marica, yo no s¨¦, adem¨¢s, lo que te voy a decir no es una amenaza (...), veo que esto me puede emputar, pateo hijueputa, y ah¨ª nos caemos todos hijueputa¡±, le dijo a Sarabia fuera de s¨ª.

El pol¨ªtico reitera que se siente maltratado por haber estado horas en Palacio esperando a Petro ¨Dun hombre que no destaca precisamente por su puntualidad¨D y acaba hablando de que ¨¦l se encarg¨® de recoger los votos para el presidente en la costa, lo que result¨® fundamental en la victoria: ¡°Perd¨®n, Laura, pero es que uno tambi¨¦n explota, es que se pasan de calidad, yo fui el que organic¨¦ todos los votos, hijueputa, en la Costa, todos, hijueputa, sin que pusieran un peso y adem¨¢s esa plata se fue para el Pac¨ªfico. ?Qui¨¦n ve eso ahora? Nada. ?O es que quieren que diga, hijueputa, qui¨¦n fue el que puso la plata? No me jodan la hijueputa vida, no me jodan la vida, porque lo que pas¨® ayer y antier (fue) una mierda Laura, de parte tuya y de parte del presidente¡±. Benedetti afirma que sali¨® llorando de Palacio.

A continuaci¨®n, lanza una advertencia de lo que puede ocurrir si no le respetan: ¡°Prep¨¢rense porque yo en cualquier momento reclamo mi espacio pol¨ªtico (...). Y si creen que es una amenaza, es una amenaza y si quieres grabarlo, gr¨¢balo, exploto porque ayer ustedes me maltrataron como una mierda y eso no se le hace a Benedetti¡±. En Twitter, ha asegurado que los audios est¨¢n manipulados y se disculpa con el presidente y con Sarabia.

Pero los audios resultan demasiado reveladores. Su ira y su sed de destrucci¨®n es tal que se compara con el fundador de Al Qaeda. ¡°Con tanta mierda que yo s¨¦, pues nos jodemos todos, s¨ª, ustedes me joden a m¨ª, yo los jodo a ustedes, pero se caen las torres gemelas. (¡­) Osama Bin Laden, cuando tumb¨® las torres gemelas, le importaba una mond¨¢ la imagen y si lo iban a matar o no lo iban a matar, pero tumb¨® las torres gemelas¡±, se le oye decir. Tambi¨¦n recurre a su lado m¨¢s salvaje: ¡°Al tigre hay que dejarle una salida porque, si no, se tira encima de las personas. Y t¨² sabes que yo soy tigre que, sin salida, de pronto me tiro encima de las personas¡±, le subraya Benedetti a Sarabia.

Benedetti, jefe de campa?a de Petro, no se tom¨® nada bien que lo enviasen de embajador a Venezuela. Lo interpret¨® como un exilio. Arrastraba varios procesos judiciales que llevaron al presidente a apartarlo de la primera l¨ªnea. Uno de esos casos se cerr¨® hace pocas semanas y Benedetti crey¨® que era el momento de regresar a Bogot¨¢ y ocupar un cargo muy cercano al presidente. ?l pidi¨® el Ministerio de Defensa, pero Petro se lo neg¨®. En cambio, le ofreci¨® la coordinaci¨®n de los ministros a trav¨¦s de una figura conocida como la de s¨²per ministro. A ¨¦l le pareci¨® bien, pero cuando trat¨® de concretar su vuelta pens¨® que Sarabia le pon¨ªa trabas.

En esos d¨ªas de discusi¨®n intestina, Semana public¨® que la ni?era del hijo de Sarabia se hab¨ªa sentido secuestrada tras ser sometida al pol¨ªgrafo. La jefa de gabinete la acusaba de haberle robado 7.000 d¨®lares. Ella no ten¨ªa ning¨²n inter¨¦s en que el asunto se diera a conocer y acusa a Benedetti, que tiene buenas relaciones con la directora de esa revista, de haber filtrado la informaci¨®n. El asunto se podr¨ªa haber zanjado ah¨ª, pero con los d¨ªas la Fiscal¨ªa dio a conocer que la ni?era y otra empleada de Sarabia tuvieron el tel¨¦fono intervenido. La situaci¨®n se volvi¨® insostenible para la persona m¨¢s cercana al presidente. Petro la destituy¨® y en el mismo saco meti¨® al embajador, al que acusa de conspirar. Petro le ha dicho en privado a Benedetti que no entiende por qu¨¦ ¨¦l se ha suicidado pol¨ªticamente de esta manera tan extravagante.

Mientras los audios mantienen entretenida a media Colombia, el presidente quiso demostrar que no le han afectado. ¡°?Intranquilos? ?Qu¨¦ va!¡±, tuite¨® y adjunt¨® una foto en la que aparece sonriente con una de sus hijas, Sof¨ªa Petro. La realidad es que el presidente no vive momentos de extrema felicidad. Sus reformas se han estancado en el Congreso, su popularidad ha ca¨ªdo y el plan de paz total que ten¨ªa para el pa¨ªs no da resultados por el momento. Su Gobierno de izquierdas empez¨® con mucho ¨ªmpetu, pero est¨¢ encontrando muchas resistencias entre las ¨¦lites del pa¨ªs.

M¨¢s tarde ofreci¨® unas explicaci¨®n m¨¢s detallada. Dijo que nadie de su Gobierno ha ordenado ni interceptaciones de tel¨¦fonos, ni allanamientos ilegales, ni se han aceptado chantajes sobre cargos p¨²blicos o contratos, ni se ha recibido en la campa?a dinero de personas ligadas al narco. ¡°Yo no acepto chantajes, ni veo la pol¨ªtica como un espacio de favores personales¡±, explic¨®. Y conmin¨® al embajador a dar explicaciones ante la justicia y la opini¨®n p¨²blica: ¡°Aqu¨ª estoy solo para lograr m¨¢s justicia social en mi pa¨ªs. Es eso lo que me mueve y obsesiona. Si hay personas en otra l¨®gica diferente en el Gobierno es mejor que se separen de ¨¦l. Creo entender que le pasa a la mente de Armando Benedetti, acepto sus disculpas, pero debe explicar sus palabras ante la Fiscal¨ªa y el pa¨ªs¡±.

El candidato del establishment en las pasadas elecciones, Fico Guti¨¦rrez aprovech¨® para criticarle con dureza: ¡±Presidente Petro, renuncie. Ustedes se robaron las elecciones. Hicieron todas las trampas habidas y por haber. Su gobierno es ileg¨ªtimo¡±. Mar¨ªa Jos¨¦ Pizarro, hija Carlos Pizarro, el l¨ªder asesinado del M-19, la guerrilla en la que milit¨® Petro, fue muy dura con los responsables de todo este embrollo: ¡°El proyecto pol¨ªtico del cambio nos ha costado d¨¦cadas, generaciones y el sacrificio de miles de mujeres y hombres de las m¨¢s altas calidades pol¨ªticas y humanas como mi padre, nada tiene que ver con la camarilla de politiqueros que hoy pone en riesgo la esperanza de millones. Los responsables deben asumir las consecuencias ante la ley. Proteger el coraz¨®n¡±.

En los audios, Benedetti carga contra otras dos personas cercanas al presidente, un exministro y el expresidente del Congreso. ¡°El se?or Prada se rob¨® todo el ministerio con la mujer, el se?or Roy (¡­) todo hijueputa, todo (¡­)¡±. Le hace saber a Sarabia que el caso podr¨ªa parecerse al proceso 8.000, la investigaci¨®n judicial contra el presidente Ernesto Samper por haber recibido financiaci¨®n del narcotr¨¢fico: ¡°T¨² que no sabes un culo de historia, lee c¨®mo empez¨® el hijueputa (proceso) 8.000 y por qu¨¦ empez¨®. Ah¨ª est¨¢ la clave de todo lo que te va a pasar. Y si t¨² crees que es un chantaje, cree que es un chantaje. Es una respuesta a una forma de hijueputas de ustedes. Es una respuesta a una hijueputada, no es chantaje todav¨ªa¡±.

Laura entr¨® a trabajar con Benedetti en 2016, cuando era congresista. En 2021, ¨¦l decidi¨® abandonar su partido y dedicarse en cuerpo y alma a la candidatura de Petro, de quien estaba convencido de que ten¨ªa el potencial para ser el siguiente presidente de Colombia. Benedetti se llev¨® consigo a Sarabia, y en los audios se lo recuerda con insistencia: ¡°Claro que todo me lo debes a m¨ª. Por yo haber nacido adem¨¢s, porque yo soy el que te llevo a donde Petro. Soy el que te doy a conocer, ?o alguien te hubiera pasado al tel¨¦fono si t¨² hubieras llegado sola a donde Petro? Ni una sola persona¡±.

Benedetti se enfureci¨® cuando vio un perfil de Sarabia en EL PA?S y un entrevista en el peri¨®dico El Tiempo. ¡°Ahora te voy a mandar un art¨ªculo ah¨ª, t¨² est¨¢s quedando como una tonta, eres el hazmerre¨ªr delante de todo el mundo, eh Laura, de los poderosos (...), est¨¢s hecha una ¡°cag¨¢¡± para que sepas¡±. Y a?ade: ¡°Nadie tiene mi tel¨¦fono y tengo ocho mensajes diciendo lo malagradecida, que lo eres, ya lo sab¨ªamos. No se a ti qu¨¦ te pas¨®. ?T¨² crees que sin m¨ª hubieras llegado a trabajar con Petro? Acabas de destaparte, menos mal te destapaste sola¡±.

Horas despu¨¦s de la filtraci¨®n, Benedetti ofreci¨® una entrevista a Semana que result¨® igual de explosiva. Cuando le preguntan qui¨¦n ha financiado la campa?a de Petro en el Caribe, responde que no lo puede decir. La periodista insiste:

Entrevistadora: ?Pero eran narcos?

Benedetti: No s¨¦.

E: ?Eran narcos o no? ?Qui¨¦nes eran?

B: No eran emprendedores¡­

Despu¨¦s Benedetti dice que no entr¨® al Gobierno porque Sarabia le acusaba de tener un problema de consumo de coca¨ªna. El pol¨ªtico desliza que el presidente tambi¨¦n lo tiene. ¡°Yo le dije (a Sarabia): ¡°Si usted cree que yo lo tengo, ?qu¨¦ hace el otro?¡±, parafrasea. ?Y el otro es el presidente Petro?, le repregunta la periodista. ¡°Aj¨¢¡±, dice ¨¦l.

El presidente de El Salvador, que ha mantenido unas cuantas pol¨¦micas con Petro a cuanta de las pol¨ªticas de seguridad tan distintas que tienen uno y otro, aprovech¨® para lanzarle un dardo al presidente de Colombia. ¡°?Todo bien en casa?¡±, escribi¨® Nayib Bukele en Twitter. Sin embargo, Bukele es el menor de los problemas del presidente. Las crisis y los cambios de estrategia de su Gobierno se solapan unos a otros y el ruido impide ver ya un horizonte ejecutivo claro. Petro alienta una batalla ideol¨®gica con la que espera despertar a la izquierda del letargo del poder, pero el ruido en su entorno y las conspiraciones de Palacio no le permiten avanzar. El presidente ha acabado empantanado por las miserias humanas de su gente de confianza.

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