Surf para todos: la escuela argentina que hace surcar las olas a personas con discapacidad
La iniciativa fue creada por un exsurfista profesional de Mar del Plata. A lo largo de su historia, ha formado a m¨¢s de 16.000 alumnos de todo el pa¨ªs

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La luz de Playa Cardiel es bella por la ma?ana. Cerca del centro de Mar del Plata, a pocos metros del agua y cerca de la escollera, Lucas Rubi?o y sus colaboradores preparan su caseta de madera para recibir a los alumnos de la Escuela Mardelsurf, una ONG y centro formativo de surf pionero en la accesibilidad en Argentina, que acaba de cumplir 20 a?os.
Mientras los ayudantes pasan un rastrillo por la arena y acomodan los caminos de madera, Lucas termina su ¨²ltima creaci¨®n: una vieja tabla de surf para practicar en tierra. A la parte del casco, le puso con un taladro unos viejos amortiguadores de coche; ¨¦stos van clavados a la arena y sujetan la tabla. La idea es pararse all¨ª y practicar el equilibrio antes de meterse al mar. A un costado, esperan las tablas y los trajes de neopreno.
Como muchas historias, esta empez¨® en esas encrucijadas entre el azar y la necesidad. Hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, Rubi?o era un surfista profesional -logr¨® el t¨ªtulo de campe¨®n Argentino-, con patrocinadores que apoyaban su carrera. En un almuerzo que comparti¨® con el due?o de una de las marcas, Lucas pregunt¨® si pod¨ªa invitar a surfear a la hija del se?or, que siempre se quedaba debajo de una sombrilla por un problema motriz. ¡°Los padres me dijeron: ¡®Pero ella no puede caminar. Usa un andador¡¯. La metimos con el agua a la altura de las rodillas, la ayud¨¦ a pararse en la tabla y cuando vino la espuma de la ola la sostuve y corr¨ª a su lado sujet¨¢ndola. La alegr¨ªa que gener¨® en ella y en su familia esta experiencia fue el motor de todo lo que sigui¨® despu¨¦s¡±, dice Rubi?o en la ma?ana marplatense.

Fund¨® una escuela de surf adaptada que tuvo un efecto multiplicador en otros puntos del pa¨ªs y decidi¨® estudiar la carrera de Educaci¨®n Especial. ¡°No conoc¨ªa el mundo de la discapacidad ni estaba preparado. Ten¨ªa ganas, pero eso no es suficiente. Ten¨¦s que tener ganas y conocimiento. Ah¨ª conoc¨ª a personas con discapacidad, su forma de vida, sus miedos¡ Ahora, cuando vienen los alumnos, charlamos con sus familias y entorno profesional para saber c¨®mo est¨¢n. Necesitamos esa informaci¨®n. Y, de hecho, muchos m¨¦dicos recomiendan a sus pacientes venir ac¨¢¡±, cuenta.
As¨ª como es capaz de a?adirle amortiguadores de auto a una tabla, Lucas invent¨® otras adaptaciones para satisfacer las necesidades de sus alumnos: tablas con sillas anfibias, con agarraderas, con sillas posturales. La idea es, aunque sea por un ratito, que puedan surfear una ola; vivir esa mezcla de ¡°alegr¨ªa, miedo y logro, todo en una sola experiencia¡±, como lo defini¨® alguna vez el surfista sudafricano Shaun Tomson. El efecto en el ¨¢nimo de esas personas y en sus familias es algo que al propio Rubi?o no deja de sorprender.
¡°La alegr¨ªa de surfear una ola dura un ratito. Pero les queda un virus adentro; un virus bueno que excede al deporte, los potencia y, en muchos casos, les cambia la vida. Por ejemplo, el surf motiv¨® a algunos a iniciar un curso de guitarra, ir a un baile o ponerse de novio. Ac¨¢ se generan muchos v¨ªnculos no s¨®lo de los alumnos, sino tambi¨¦n de los padres. Las familias sufren mucho no por la discapacidad del hijo, sino por lidiar con el contexto, las obras sociales y la burocracia. Las familias se conocen, ayudan y motivan. A m¨ª me escriben para felicitarme, pero en realidad la felicitaci¨®n debe ser para las personas que se animaron a hacer una actividad que les parec¨ªa imposible¡±.
En la ma?ana, los alumnos de la escuela van llegando a Playa Cardiel. Algunos son de Mar del Plata y otras ciudades cercanas de la costa argentina, pero el alcance va mucho m¨¢s all¨¢. Hace algunos meses, hicieron una gira de Jujuy a Tierra del Fuego. El pa¨ªs de punta a punta, a pulm¨®n y sin apoyos oficiales, con talleres de deporte adaptado, charlas de accesibilidad y cursos de reanimaci¨®n cardiopulmonar.
Una de las alumnas de Escuela Mardelsurf es Florencia Deamiguez, que fue perdiendo la visi¨®n por una retinitis pigmentaria, una enfermedad degenerativa de los ojos. ¡°Vos ves un cien por cien de las cosas. Yo un cinco¡±, grafica Deamiguez, que se dedica a dar masajes shiatsu.

Cuando era una ni?a y en su adolescencia, Florencia sol¨ªa meterse al mar para surfear. Pero, con el tiempo, fue perdiendo la vista y abandon¨® el deporte. ¡°Me encantaba, pero tuve que dejarlo. Qued¨® inconcluso¡±, recuerda. Ella siempre iba a la playa en la que Lucas mont¨® su escuela de surf y escuchaba el aliento a los alumnos. Y se uni¨® animada por el ¡°profe¡±.
¡°Volver a surfear fue liberador y la escuela me permiti¨® encontrar una alternativa a mi dificultad, adem¨¢s de darme confianza para meterme al mar. Lucas y yo fuimos aprendiendo juntos. Yo le transmit¨ª lo que iba necesitando, pero no hizo falta explicar mucho¡±, explica.
Cuando se mete al mar, Florencia usa un antifaz que la protege y es tambi¨¦n un mensaje a los ba?istas. ¡°Tengo fotofobia, pero a su vez tengo que avisarle a los otros que estoy surfeando sin ver. Lucas me va guiando con su voz, con palabras como derecha, izquierda, flexion¨¢ las piernas¡ No s¨¦ c¨®mo explicarte las sensaciones. Cuando estoy mal, voy al mar. Es una terapia para m¨ª. El surf me da ganas de seguir enfrentando las cosas que me pasan a diario. Ten¨¦s una sensaci¨®n de adrenalina que no es frecuente fuera del mar. El deporte te hace dar las gracias por estar vivo¡±, cuenta.
Por un sacoma sinovial, Oscar Reinoso perdi¨® una pierna en 2008. Eso no fue un impedimento para practicar deportes, como taekwondo y tenis adaptado de pie; incluso integra la asociaci¨®n Para-Standing Tennis. Hace dos a?os, quiso intentar con el surf. ¡°Pero no quer¨ªa acostarme en la tabla sino hacerlo parado. No me gusta sacarme la pierna para movilizarme. La pr¨®tesis es como la pierna que no tengo m¨¢s¡±, dice.

A los 62 a?os, el hombre, que se jubil¨® como empleado de la Loter¨ªa Nacional, lo logr¨®. Y recuerda esa primera vez como una suerte de bautismo en el mar. ¡°Lucas me llev¨® a la playa. Me dijo: ¡®Parate en la tabla. ?Est¨¢s seguro?¡¯ Me agarr¨¦ de sus hombros, puse la cola para atr¨¢s, los brazos en flecha. El cont¨® hasta tres y solt¨® la tabla. Imaginate mi felicidad. Imaginate todo lo que implica surfear: entrar al mar, filtrar las olas, remar, usar los brazos¡ Ahora soy un surfista independiente porque soy caprichoso cuando me propongo algo. Me da una felicidad tremenda¡±, cuenta Reinoso, que lleva en la mu?eca un tatuaje de una ola, un sol y una tabla de surf.
La alegr¨ªa que expresan Deamiguez y Reinoso por practicar surf tiene un impacto en la salud mental y emocional, seg¨²n Augusto Sigismondi, m¨¦dico que vive en Mar del Plata y que deriv¨® pacientes a la escuela de surf de Rubi?o. ¡°Es una actividad terap¨¦utica que ayuda a socializar y a bajar los niveles de ansiedad. El efecto es magn¨ªfico, al igual que la musicoterapia y la equinoterapia. La evoluci¨®n de estos pacientes en sus terapias es mucho mejor. Est¨¢n m¨¢s integrados, mejoran su capacidad vital, su humor y salud mental. Aunque los beneficios a¨²n no est¨¢n cuantificados en estudios cient¨ªficos, se ven d¨ªa a d¨ªa en el consultorio¡±, asegura.
Esta escuela Mardel Surf es, en cierta forma, una excepci¨®n. Est¨¢ en una playa c¨¦ntrica y brinda un entorno seguro con caminos de madera para el acceso de personas con discapacidad. ¡°Si alguien tiene que llegar haciendo fuerza con la silla de ruedas o muerto de calor, no lo hace en buenas condiciones. No pod¨¦s pretender que esa persona se divierta y juegue. Muchas de las playas de la ciudad y autobuses no tienen rampas para sillas de ruedas¡±, cuenta Rubi?o, que junto a alumnos y familias lucha por incluir sus clases dentro de las prestaciones de las obras sociales como una terapia acu¨¢tica.
Cuando el sol est¨¢ alto y la playa comienza a llenarse de gente, Lucas cuenta del festival que har¨¢n por los 20 a?os de la escuela, con una fiesta acu¨¢tica de disfraces y m¨²sica en vivo. Dice que, por momentos, no es consciente del tiempo que pas¨® ni de todo lo que hizo junto a los alumnos -calcula que pasaron unos 16.000- y sus familias.
Con humildad dice que s¨®lo dio algunos conocimientos de surf. Y que recibi¨® mucho a cambio. ¡°Apenas ense?¨¦ un poco la t¨¦cnica del surf. Ellos me ense?aron a vivir distinto. Eso fue lo que aliment¨® la escuela durante tanto tiempo¡±.
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